El 6 de febrero se cumplieron 100 años del estreno de El chico de Charles Chaplin y Días de Cine (RTVE, 5 febrero 2021) preparó un reportaje de 6 minutos sobre su primer largometraje (The kid), estrenado el 6 de febrero de 1921) que cambió la historia del cine. Alejo Bermejo consigue comunicarnos por que ese pequeño vagabundo sigue siendo un personaje universal, capaz de gustar a todo tipo de espectadores de cualquier momento y lugar y mantener su misterio y su magia. Apareció por primera vez el 7 de febrero de 1914, en el cortometraje Ganándose el pan. Bermejo nos muestra que Chaplin era un hombre del renacimiento: actuaba, dirigía, producía y en varias ocasiones compuso las bandas sonoras de sus películas. El reportaje ilustra con tomas de sus películas las facetas de:
Es un chulo
pero también
es rebelde
es tierno
es fanfarrón
es generoso
y es egoísta
es cobarde
es valiente
es bailar
coreógrafo (la famosa escena con un par de tenedores)
y es boxeador
fumador
bebedor
y es degustador
solitario
y solidario
avispado
despistado
imprevisible
soñador
tímido
y descarado
alpinista
nadador
lanzador
es romántico
es práctico
es un caballero
es un vagabundo
es único ¿Único? Es un mito. Es Charlot
Chaplin, compositor de emociones
En su multiplicidad de genio, desde su juventud Chaplin fue un gran aficionado a la música, tocando el violín, el violonchelo, la flauta, el piano y el órgano. Y ese sentir musical innato, sin formación académica alguna, lo pondrá por delante incluso de la palabra cuando el cine mudo dejó de ser mudo pero él continuó obstinado en que lo siguiera siendo. Nunca quiso que su Vagabundo pronunciara una sola palabra. Y fue consciente de su aislamiento al seguir apostando por hacer películas mudas (aunque sincronizadas con sonidos) cuando el cine descubrió el sonido. Y volvió a superar su propio éxito con Luces de Ciudad con música compuesta por él mismo sobre motivos de La Violetera de Padilla que escuchó a la cantante, cupletista y actriz española Raquel Meller en gira norteamericana en 1930.
En 2019, con motivo del 130º aniversario de su nacimiento, se edita un disco doble con una selección de las músicas originales de Charles Chaplin para su cine, de los cortometrajes a Luces de la ciudad (1931) hasta Un rey en Nueva York (1957), incluyendo además las nuevas músicas que, desde su retiro suizo, compuso para el reestreno o la reedición de los cortos y mediometrajes A dog’s life (1918), Shoulder arms (1918), A day’s pleasure (1919), Sunnyside (1919), The Kid (1921), The idle lass (1921), Pay day (1922), The Pilgrim (1923) y The Circus (1928), y para su primer largo dramático, Una mujer de París (1923), tal vez el único fracaso de su carrera
La generosa selección de este disco doble, más de 150 minutos de música procedente de sus archivos oficiales, no sólo no escatima ni una de ellas, sino que incluye además las canciones de Candilejas, Un rey en Nueva York o El Circo cantadas por el propio Chaplin y los dos famosos discursos de El gran dictador y Monsieur Verdoux, cumbres de la interrelación entre interpretación, gesto, música y palabra de un cineasta que siempre supo entender y articular el valor y el uso justo de los elementos a su alcance para una forma universal de entretenimiento y emoción.