Una joya escondida en Caracas

            En una calle norte sur y con poco tráfico de Sebucán, se encuentra la puerta de acceso a un gran terreno con viejas edificaciones, ignoradas y asombrosamente intactas. Se trata de parte del terreno adquirido en 1928 por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, conocidos como La Salle, para construir la sede de un noviciado en la nueva urbanización Sebucán, terreno que abarcaba desde la carretera del Este, futura Francisco de Miranda, hasta las cascadas de la quebrada Sebucán en la falda del Ávila.  Ese mismo año, colocaron la primera piedra y comenzaron la construcción, siguiendo el diseño afrancesado de la época, de cinco edificaciones con propósitos diferentes y unidos armónicamente entre sí (Capilla, residencias, aulas, dirección, y servicios). Tenía jardines internos y externos, bosques de mangos y pinos, bambúes, sembradíos, una vaquera y catorce estaciones del Vía Crucis colocadas a distancia. En la falda de la montaña quedan dos, inaccesibles, el camino está cubierto por una densa vegetación cercana a la quebrada.

            Luego de décadas y venta de partes del terreno original, quedaron quince hectáreas y las edificaciones. En la década de los sesenta clausuraron el noviciado, la capilla fue desacralizada y los Hermanos de La Salle retiraron el material eclesiástico y los vitrales traídos de Francia. Colocaron el terreno en venta y, en 1970, cuando la intervención y cierre por un año de la Universidad Central de Venezuela (UCV), hubo dos cohortes de estudiantes que deseaban ser médicos. Ese deseo, en una época llamado vocación, era intenso, poderoso y difícil o imposible de modificar por múltiples razones. Se optó por crear un curso, llamado “Ciclo Básico”, en el cual administrarían asignaturas “Científicas, sociales y humanísticas”.  Acerca esta opción, se conocía la tendencia internacional que los estudios de medicina debían comenzar con una introducción a las “Ciencias Básicas”. En la Facultad de Medicina existía una comisión que trabajaba en como implementar esa introducción. Fue entonces cuando la UCV adquirió el antiguo seminario, y la Facultad de Medicina contrató, por concurso de credenciales, personal de un amplio espectro de profesiones para administrar docencia en la nueva sede.

            El Ciclo Básico, luego Escuela Básica y posteriormente Escuela Lorenzo Campins y Ballester, funcionó allí algo más de diez y ocho años, hasta que una modificación del currículum de las escuelas de Medicina, Bioanálisis y Nutrición determinó su cierre. En la sesión del Consejo Universitario que autorizó el cierre de la Escuela Campins y Ballester, la Facultad logró que el terreno en Sebucán fuera destinado a una Escuela de Enfermería. El Dr. Alfredo Castillo Valery, consciente de la necesidad de personal de enfermería profesional, llevaba años trabajando para cumplir con los requisitos académicos y burocráticos, ya tenía la aprobación del Consejo de Facultad (1989) y del Consejo Nacional de Universidades (1992) para proceder.

            Además de las actividades docentes presenciales, Castillo, primer director de la Escuela de Enfermería, organizó un novedoso sistema de profesionalización con licenciatura y maestría para personal de enfermería que había obtenido el título en escuelas particulares o estatales de Caracas y el Interior, organizó actividades culturales y musicales en la antigua capilla que conserva, una óptima acústica, y que se ofrecieron al personal docente, estudiantil, administrativo y a los vecinos de la urbanización.

            En conjunto con la Facultad de Ingeniería, en el 2005 se inició la construcción de un gran edificio en la zona norte del terreno, con el objetivo de elaborar materiales de uso quirúrgico y prótesis para reemplazo de articulaciones. La estructura llegó a estar avanzada, aunque faltan detalles importantes y preparar personal especializado para su administración cuando el proyecto colapsó, hace unos quince años. Solo ha quedado un edificio abandonado, como tantos en el país, inservible y en deterioro.

            Hace unos diez años La UCV, utilizó la Fundación Andrés Bello, fórmula legal existente para lograr ingresos para funcionamiento de la universidad comercializando las llamadas “Zonas rentales”. Alquilaron parte del terreno norte, donde había un gran terreno plano, a una empresa privada promotora del deporte, con una concesión por treinta años. Construyeron dos canchas profesionales de fútbol, donde ofrecen entrenamiento a jóvenes. Una importante empresa española de fútbol informa, en su página oficial de Internet, que tiene sede del Campus en Caracas, en la Escuela de Enfermería en Sebucán.

            Las cinco edificaciones con diseño afrancesado de 1928, incluso las baldosas y barandas originales se mantienen intactas hoy en día. Nunca hubo intervenciones mayores. Ellas parecen un instante paralizado del pasado, una isla separada en tiempo y espacio de la evolución del diseño urbano de Caracas. Salvo para Isabel Palacios, y el público que asiste a los magníficos conciertos de la Camerata en la capilla, es un patrimonio casi completamente desconocido por los habitantes la ciudad y por instituciones culturales públicas y privadas. Además, es curioso que ese complejo de cinco edificaciones permanezca igual, incluso luego de que, en las calles que rodean el viejo noviciado, construyeron edificios de apartamentos. Allí sigue funcionando la Escuela de Enfermería, con las restricciones presupuestarias de los últimos veinticinco años, que prácticamente han paralizado las actividades de las universidades autónomas, y la investigación y formación de profesionales de pre y postgrado.

            En esta oportunidad resulta inevitable recordar la triste historia que comienza en 1827, cuando Simón Bolívar decreta los Estatutos Orgánicos de la Universidad Central de Venezuela en conjunto con José María Vargas y, para garantizar su funcionamiento, ordenó “una dotación de bienes rentales, entre ellos importantes haciendas cacaoteras exportadoras, como Chuao y Cata (costa de Aragua), productoras de caña de azúcar, y la de La Concepción (en los Valles del Tuy). A ello se agregaron luego otras importantes posesiones de casas y terrenos, y la hacienda “Suarez” en el Litoral Central. Simón Bolívar había sido el principal promotor de esta política de dar autonomía administrativa a la UCV, junto a la autonomía académica. También el Dr. José María Vargas donó sus dos casas al patrimonio universitario” (Alberto Navas en El Universal, 3 de marzo de 2023). En 1883 el Congreso de la República ordenó a las Universidades de Caracas y Mérida rematar sus bienes. Antonio Guzmán Blanco, mediante un testaferro, se apropió de Chuao, conocida como la mejor hacienda productora de cacao del mundo.

            Pienso que el conjunto arquitectónico en Sebucán, por elemental sentido histórico y para el bien común, debe ser protegido legalmente como patrimonio de la UCV.  

50 años de El Sistema: entre amores trágicos y la espera de la resurrección

El Sistema cumple 50 años. Cifra de honda trascendencia: es medio siglo de una idea que avalaron con insólita confianza los gobiernos del ocaso de nuestra democracia por el tesón y la habilidad de José Antonio Abreu, el artífice que la hizo prender como emblema de algo que crecía y justificaba la riqueza y el sistema de libertades y de reivindicaciones que la alternancia política había intentado respaldar. En 1999, con la llegada de la Revolución Bolivariana, El Sistema consolidó su expansión, comenzaron sus giras planetarias, se intensificó el apoyo de grandes figuras internacionales, maestros de la batuta, estrellas instrumentistas, cantantes prodigiosos parecían disputarse tocar con los centenares de jóvenes que integraban la legión de orquestas que se extendían por todo el territorio nacional.

Dentro y fuera del país, la Sinfónica Simón Bolívar, su buque insignia, era dirigida por Giuseppe Sinopoli, Claudio Abbado, Simon Rattle, Daniel Barenboim, Nikolaus Harnoncourt, quienes saludaban a un joven maestro que pronto los sucedería en varios de los podios que ellos dejaban vacantes por muerte o por continuar su trayectoria: Gustavo Dudamel, en quien parecía recaer el relevo del Maestro Abreu al este fallecer en la segunda década de este siglo. Han sido 50 años de historia, no siempre brillante, no siempre honrosa, no siempre coherente, pero es medio siglo de un símbolo que nos trasciende como país, con nuestro favor o a pesar de sus inconsecuencias.

Una batuta con plena conciencia de su oficio

El domingo 23 de febrero llegaba a su cumbre una celebración de semanas festejando el cincuentenario, llenando diversos espacios de Caracas, y, creo, del país. En la Plaza de los Museos, en el parque de Los Caobos se presentaría un evento multitudinario. Quien suscribe ha sido alérgico a estas manifestaciones aglutinadoras, tanto en sus 10, 20, 40 años, incluso en las reiteradas versiones de la Novena Sinfonía de Beethoven, con más gente en escena que en el público; así que ese domingo preferí la intimidad de la Sala Simón Bolívar del Centro Social de Acción para la Música para escuchar a la Orquesta de Cámara que porta el epónimo del Libertador, dirigida por el joven Enluis Montes Olivar, para llevarme una agradable sorpresa, la de una batuta con plena conciencia de su oficio, con vigilante atención de las dinámicas, de las gradaciones sonoras, de darles un sentido expresivo y con capacidad de hacer que sus alrededor de ochenta músicos sonasen como un virtuoso.

Los últimos años hemos padecido direcciones de orquestas empeñadas en sonar rotundamente, cuando no en competir con las voces o los solistas que acompañan, trasladándonos a una aburrida monotonía que no habla bien de la evolución musical de nuestros talentos venezolanos. Por eso me impresionó muy favorablemente el trabajo de este menudo joven Montes Olivar, quien abrió fuego nada menos que con la Obertura Fantasía Romeo y Julieta, en la cual el genio de Tchaikovsky condensa en 20 minutos toda la tragedia de los jóvenes amantes shakespereanos. En la memoria guardaba una versión de hace años sellada con el preciosismo habitual de Eduardo Marturet, y sobre todo, la magia transparente de la que incluso sonando con más de 100 músicos era capaz de desgranar el maestro Claudio Abbado, un domingo de gloria en el Aula Magna. Montes Olivar, si no estuvo presente ese día, se ha estudiado al detalle, el trabajo del director italiano, pues reprodujo muchos de los detalles que caracterizan aquella indeleble lectura.

Los crescendi meticulosos, la suntuosidad de las cuerdas, el fragor de los metales y la percusión en el tema de los Capuletos y los Montescos, el lirismo embriagador del tema de los enamorados, el pulso del arpa en la narración de su idilio, las síncopas entreveradas de la reexposición del primer tema, el drama intenso al confundirse éste con el de Romeo y Julieta y la precipitación en la tragedia, el ataque preciso en piano del tema de los amantes en esa reivindicación casi wagneriana del amor, con la contención exacta, no exenta de pasión, que marca el inefable final, que a un servidor mantuvo al filo de la emoción durante toda la ejecución.

50 años de El Sistema: entre amores trágicos y la espera de la resurrección
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Mahler I

Posiblemente la Cuarta Sinfonía de Mahler sea la más accesible para el oyente lego en la obra de este compositor austríaco que tanto define nuestra modernidad, a más de un siglo de su muerte; no solo por su longitud, bastante tradicional, sobre todo con respecto a lo que será constante después de ella, sino por su transparencia y amabilidad. Es casi el equivalente de la Pastoral beethoveniana, con un atractivo adicional: incluye a la voz humana en el movimiento final en un gran lied sinfónico. Es verdad que la No. 1, “Titán, tiene la ventaja de la brillantez y la potencia envuelta en memorables melodías, pero la serenidad predominante de la Cuarta puede enamorarnos.

Montes Olivar volvió a hacer de las suyas en la ejecución de esta sinfonía como segundo plato de esa mañana. Sin perder la cohesión sonora que Mahler necesita para ser siempre afirmativo, el joven director entendió a maravilla el valor del trabajo como solistas de las diferentes secciones de la orquesta, y de los solos que el compositor ha repartido por la partitura.

Las trompas siempre en su tono felizmente rotundo, la diversidad de emociones que conllevan los pasajes con aires populares o los trazos de las canciones del propio Mahler, las cuerdas protagonistas esenciales del legato evanescente del Ruhevoll (Pacífico, el tercer movimiento), las amalgamas tímbricas de los metales y las maderas en los cruciales pasajes que recorren la sinfonía, la diafanidad del arpa, el pulso consistente que no agobiaba ni empujaba los distintos tiempos, los contrastes en los que abunda esta obra, en las evocaciones de la Segunda Sinfonía o en los estallidos de los cambios modales o en los casi caprichosos saltos de octava sembrados, a veces, inesperadamente por el compositor. Todo estuvo marcado por una pulitura tímbrica y unos juegos dinámicos, muy notables y casi excepcionales en nuestro ambiente musical actual caraqueño.

La solista del lied de la cocina celeste, con su visión terrenísima del Paraíso, con los santos cuidando, cultivando, preparando los manjares y haciendo sonar una música inimaginada en La Tierra con Santa Cecilia dirigiendo los coros angélicos, fue la también muy joven Aimée Martínez, cuyo timbre aniñado y un poco inseguro, sirvió un matiz paradójicamente adecuado a lo que cantaba, como si ella misma estuviese visitando los parajes celestiales y no se creyera lo que contemplaba. Hubo un momento en que de su voz y su rostro se apoderó una melancolía que Mahler, estoy casi seguro, en esa ironía trágica que lo acompañó en todas sus composiciones, habría aprobado.

Este genio austríaco ha sido un compositor consentido por El Sistema: entendían como logros heroicos -y efectivamente lo eran- las interpretaciones de la “Titán”, la inefable Quinta, con su cinematográfico Adagietto, y en constante gradación, en las batutas de Dudamel, Vázquez o Rattle, la Segunda, hasta llegar en 2010 a la cumbre, cuando en compañía de la Filarmónica de Los Ángeles, con el podio ya liderado por la primera de las batutas citadas, se interpretó el ciclo completo de las Nueve Sinfonías.

50 años de El Sistema: entre amores trágicos y la espera de la resurrección
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En busca de la Resurrección

Entre ellas, la Sinfonía “Resurrección” es quizás la obra que dispute la recurrencia más frecuente a la No.9 de Beethoven en el repertorio de nuestras orquestas juveniles. Y Christian Vázquez ha sido uno de los que más la ha dirigido en nuestras salas. El sábado 1° de marzo, el siguiente al concierto antes comentado, volvió a convocarnos para una nueva audición de esta magnífica obra, esta vez dirigiendo a una de las criaturas más recientes de El Sistema, la Orquesta Juan José Landaeta.

Con ese historial uno esperaría que la interpretación que Vázquez liderara fuese más allá de la sonoridad avasallante, dramática que esta sinfonía y su compositor requieren, y profundizara en la búsqueda expresiva, a través de las dinámicas y los efectos. En su dirección está esa dicción robusta que es sello de nuestras orquestas juveniles, y que clava en el asiento de inmediato al espectador no más suenan los primeros compases de las cuerdas bajas en sus trémolos y staccato violentos, está el crispado melodismo y tonalidad de las frases heroicas y elegíacas de las maderas, la incandescencia poderosa de los metales, contra los cuales, de manera muy sabia, Vázquez sabe oponer y sostener un equilibrio sonoro de un impacto extraordinario, pues es posible escuchar discernidamente toda la gama orquestal que el compositor imaginó para esta sinfonía. Pero hay pocas más audacias: fue notable el pasaje en pizzicati, perfectamente acompasados con las arpas, y su amalgama con las maderas en los minutos finales del Andante moderato.

Fue magnético el aire popular que abre el Scherzo en nuevos hallazgos tímbricos de la sincronía cuerdas-maderas, con el virtuosismo de clarinetes y fagotes, fue electrizante el climax que consigue en el tutti, casi repentino, pero luego no hay contraste dinámico en la sutileza de las cuerdas, y nunca entendí que los timpani sonasen destemplados durante los dos primeros movimientos de la Sinfonía, y si fue una elección estética lo de hacer que las pulsaciones en fortissimo de las arpas sonasen como golpes y zarpazos, es una muy debatible. Vázquez desplegó un espectro dinámico limitado que pocas veces llegaba al pianissimo, mientras que se recrea en las imponentes antípodas del forte. Como si entre esos blancos y negros no hubiese grises, que si los hay, y a través de ellos cuenta Mahler la historia de esta Sinfonía No. 2: la muerte de Hans Von Bülow, sus funerales, los recuerdos del compositor sobre este artista a quien él desea emular, el hallazgo del poema de Klopstock “Resurreccion”, y el paso de una vida de esteta, atormentada y gloriosa a una muerte que vencerá al tiempo y al olvido, con la convicción de ese mundo ultraterreno al que Mahler se aferraba para vencer el terror a su propia mortalidad.

Con el intento, no ensayado, de narrar este relato, hubiese Vázquez preparado mejor el marco para la notabilísima rendición de la mezzosoprano Marilyn Viloria en el Urlicht que representa el abandono de la atadura terrenal para acceder a los parajes inmateriales (como se ve, constante conceptual de la obra mahleriana): he escuchado a esta cantante en sus lecturas de ópera italiana, y no había disfrutado tal adecuación de color, dicción y facilidad de expresión como esta en lengua germánica, en las densas melodías mahlerianas que deben no poco a Brahms y a Wagner en su instrumento. Una grata sorpresa a tener muy en cuenta.

Vázquez recuperó su personalidad en el logradísimo tono sombrío del solo de los trombones que anuncia el tema cumbre de la Resurrección y cómodo en su sonoridad plena mantuvo su cumbre en la fanfarria épica que se sucede. Aquí sí válidó la fiereza de las arpas compitiendo con los contrabajos y los timpani, pero la percusión no le fue fiel en el imprescindible crescendo que con bombo, timpani y gong debe iniciar, pero él siguió impoluto hacia su cima en alas de los compases militares que van erizando el sonido, en lo que pareciera que la misma música ignora es una espléndida marcha fúnebre que se derrumba como un Valhalla en su apogeo para anunciar el tema que cantará enseguida la soprano, el de la imperiosidad de la resurrección, y luego se quedó a años luz de los sonidos etéreos que el compositor imaginó en la combinación de las trompetas fuera de escena y el piccolo en sala.

Patricia Laguado, a diferencia de Viloria, sonó más indecisa, con ascensos a la zona aguda faltos de apoyo del aire, bordeando lo blanco, incoloro y sin vibración, tal que si un niño sin demasiada técnica hubiese abordado este pasaje. Lo extraño es que en algunos pasajes conseguía el dominio de su emisión y su canto iluminaba incluso el acompañamiento del coro, pero ya su errático inicio había hecho mella en su prestación.

La entrada del coro (unidas la Coral Nacional Simón Bolívar y la Joven Coral Ángel Sauce) en el Aufersteh’n fue segura, pero quizás más oscura que angélica. Y fue increíble que conociendo el texto, el director no modificara en absoluto la preferencia por el forte mordente en lugar de un gradual ascenso de lo transparente a lo celeste. Cantar en la misma intensidad no refleja la esperanza del alma en el más allá, ni la delicadeza de la idea de la semilla sembrada en la eternidad, ni la confianza de que lo extinto resurgirá en nueva vida. Faltaron fraseos más articulados en el coro y ese transitar de lo tenue a lo rotundo. Si no se hace así, los efectos se debilitan o se acerca la música peligrosamente a la monotonía.

La trampa mahleriana es que el ritmo y la melodía se dirigen indefectiblemente a la exaltación y allí, intérpretes, director, ejecutantes y oyente pueden olvidar con facilidad estos contenidos verbales y ser impelidos a la apoteosis sonora incomparable que el autor confecciona con maestría y sentimiento. Y cualquiera de estas exquisiteces descritas arriba se disuelven en la emoción que produce ese sonido extraordinario. Y Christian Vázquez lo sabe. Triunfa de nuevo, aunque sin excusas.

50 años de El Sistema: entre amores trágicos y la espera de la resurrección
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Los próximos 50 años

En el primero de los conciertos aquí comentados, Montes Olivar, acompañado de otros fundadores de la Sinfónica Simón Bolívar, hizo un reconocimiento merecidísimo a los músicos que estaban tocando ese día y cumplían junto con El Sistema medio siglo de trabajo, evolución y magisterio, pues uno de los rasgos más encomiables es como se nutren de sus propios baluartes para formar a las nuevas generaciones.

En este marco, imposible de evadir ni de negar, y desde la admiración que me produce seguirlos desde sus inicios (16 años tenía yo cuando nació la semilla de Abreu y ya escuchaba música académica), celebro estos 50 años y entiendo que su supervivencia es una tarea indispensable, pero no lo es más que preservar el estado de libertades, derechos y procura de la felicidad y prosperidad, en los cuales El Sistema nació, se formó, no sin dificultades. Como habitante de esta misma tierra a la que sus orquestas han hecho henchir de orgullo, creo que nos toca ahora convocarlos a que en su cincuentenario se reencuentren más con su país y menos con el Estado que los subvenciona y que se sirve políticamente de ellos, tergiversando el mensaje de igualdad y de combate de toda opresión, sea esta económica, social, cultural o política. Los estandartes humanos de El Sistema renunciaron a defender estos ideales. Tocar y luchar fue su lema durante mucho tiempo. Han perseverado en el primer enunciado, incluso cuando no debían (el cierre de un canal de TV, en plena represión contra la juventud a la que proclaman representar, incluso mientras aherrojaban y torturaban notoriamente a uno de sus músicos), y han sido, por lo menos negligentes, en el segundo. Acaban de cumplir una gira por el mundo, en medio de una de las coyunturas políticas más terribles y delicadas de nuestra historia: la púgna por la validación de una elección democrática, y sus fragores musicales silenciaron la declaración que muchos medios del orbe, preocupados por el devenir democrático de Venezuela, esperaban de su vitrina más notoria y feliz.

Ojalá no les tome 50 años más luchar y cohesionarse al lado de su gente. Es el mejor deseo que se les puede formular en la dramática hora que vivimos y que ellos padecen también, porque de otra manera no valdrá la pena. 

Músicas con alma 

La luz a través de la grieta, programa del 26/4/24 de Mikaela Vergara
Un espacio para ser y estar; para escuchar, respirar y conectarse… El alma de la música nos acompaña para culminar el día en armonía y afrontar la noche con serenidad e inspiración.

Uno de mis programas favoritos de RNE Radio Clásica es Músicas con Alma. Mikaela explicó en La hora azul (6/3/24) el origen del nombre: su hija Alma  muy inquieta y le costaba dormir, entonces preparó una lista de músicas para calmarla, y así a sugerencia de Sergio Pagán (de Música Antigua), le dio nombre al programa.

Tanto como docente como estudiante, conocí la importancia de las preguntas, y esta motivación me mueve a trascribir los textos leídos por Mikaela en el  programa de este 6 de junio. El Dr. Ing. Simón Lamar, mi profesor de Dinámica de Estructuras y Teoría de Elasticidad, me enseñó a hacer las preguntas precisas.

Preguntas poderosas

La calidad de nuestras vidas está determinada por la calidad de nuestras preguntas.
Las preguntas nos invitan a explorar y expandir nuestra mente. La pregunta adecuada puede cambiar el curso de nuestras vidas.   Peter Drucker.

¿Cómo podríamos formular preguntas de calidad, y cómo la capacidad de preguntar a los demás y de preguntarnos a nosotros mismos, podría impulsar nuestro aprendizaje y promover el crecimiento personal?

El poder de una pregunta es su capacidad para desafiar nuestras suposiciones. Una pregunta bien formulada puede ser mas valiosa que una repuesta. Y es que las grandes ideas comienzan con una pregunta audaz. Peter Drucker.

La pregunta que nos formulamos o las que nos planteamos, tanto a nosotros mismos como a los demás, revelan nuestras creencias subyacentes. Ayuda a preguntar cuestiones y a concebir las preguntas correctas es una de las prácticas más saludables para el crecimiento personal y de las relaciones interpersonales, porque según Drucker, la mente que hace las preguntas correctas es precisamente la mente que crece y e transforma.

Si yo tuviera 1 hora para resolver un problema, y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una  vez que supiera la pregunta correcta podría resolver el problema en menos de 5 minutos. La formulación de un problema es mas importante que su solución. No podemos resolver problemas con la misma forma de pensar que los creo.  Albert  Einstein.

¿Qué es mi vida, preguntáis…ha
para que me preguntáis…
Delicatesen musical de Johannes Carrago, Cancionero de Monte Casino, manuscrito napolitano.

Preguntar es vergüenza de un instante, no preguntar es vergüenza de una vida. Kafka en la orilla. Murakami.

¿Cuáles son los valores sobre lo que se sustenta mi concepción de la vida? Verdaderamente actúan en consecuencia dichos valores o solo se quedan en un plano teórico. ¿Cuáles son las creencias sobre las que articulo mi forma de pensar, de donde vienen dichas creencias, me siento identificado con ellas? ¿Verdaderamente son creencias saludables que merecen la pena cultivar o por el contrario, son falsas creencias o creencias tóxicas que deberían ser revisadas, filtradas, o cuando menos, cuestionadas? Preguntas adecuadas en el momento necesario. Porque el arte de hacernos preguntas es una de las herramientas primordiales para avanzar en el crecimiento personal.

Es importante preguntar, pero no siempre hay que tener prisa por contestar. El mundo de Sofia, Justein Gaarder.  

El silencio también puede ser una pregunta poderosa. Drucker

A veces estar en silencio es la única manera que tenemos para dejar al otro que conecte con su propia realidad, con su emoción mas íntima de la cual pueda aflorar la necesidad de formularse las preguntas correctas en el momento adecuado, pues aunque hay preguntas sin respuestas, lo crucial es haber hecho el ejercicio de cuestionar la realidad mediante la curiosidad y la búsqueda de autenticidad. Las preguntas son un poderoso motor de aprendizaje, aunque no si\empre alcancemos a vislumbrar una pregunta adecuada.

Risponderti vorrei, aria de Achille in Sciro, de Johann Adolph Hasse

En filosofía son mas esenciales las preguntas que las respuestas. Karl Jaspers 

¿Cuáles son esos problemas que nos quitan el sueño y qué preguntas podríamos formularnos para empezar a solucionar dichos asuntos pendientes? Esperamos  encontrar una respuesta para resolver un problema cuando quizás la llave de la mejoría  resida, precisamente, en el tipo y calidad de la pregunta que seamos capaces de formularnos en función del contexto.

Insomnio, miniatura musical de Franz Liszt, de 1883.

Mis libros toman aire, explicó el sabio. Yo los abro, y los abro y les pregunto. Leer es preguntar.  Eduardo Galeano.

¿Cuáles son las excusas que me pongo, las trampas que me tiendo, las estrategias de autosabotaje que he ido incorporando en el guión de mi vida?¿ Cuál es el beneficio oculto que obtengo de mi estancamiento o de mi inacción? ¿Cuál es el redito que saco de sentimientos  como la culpa, del victimismo, la queja o el resentimiento?

Filosófico es el preguntar y poético el hallazgo. Maria Zambrano.

¿Cuáles son las heridas que tratamos de ocultar y que podríamos hacer para reconocerlas y comenzar a sanar? Estas son algunas de las preguntas incómodas que todos tenemos pendientes y que de una u otra manera, antes o después, deberíamos formularnos. 

La respuesta de Luisa, Lieder D319 Schubert

Las únicas respuestas interesantes son aquellas que destruyen las preguntas.  Susan Sontag.

¿Cuál es el origen y el principio de todas las cosas, qué es el bien, la verdad, la justicia, la belleza, que es el ser humano y qué sentido tiene su existencia? Estas son algunas de las preguntas claves sobre las cuales practica el ejercicio filosófico. 

Preguntas que probablemente no tengan respuesta, o al menos no tengan  una respuesta única ni excluyente, pero que nos ayudan a mantener  viva la llama de la curiosidad y el amor por el conocimiento con vocación de desarrollar la excelencia.

La pregunta sin respuesta. Charles Ives

Notas complementarias 

  1. En busca de la Respuesta a la Pregunta. Analizando la obra de Charles Ives cuya música se pregunta acerca del origen de la existencia. Natalie Karin Oakley Vinagre 2 enero 2023.https://sulponticello.com/seccion/zoom/en-busca-de-la-respuesta-a-la-pregunta/

La pregunta sin respuesta es una de mis obras favoritos, que recomiendo escuchar.       

  1. La importancia de hacerse las preguntas adecuadas. Irene Hernández Arriero  junio 22, 2022 https://narapsicologia.es/publicaciones/la-importancia-de-hacerse-las-preguntas-adecuadas/

 “Cambiar de respuesta es evolución. Cambiar de pregunta es revolución.”    Jorge Wagensberg

“El secreto en la vida no es dar respuestas a viejas preguntas, sino hacernos nuevas preguntas para encontrar nuevos caminos”. Einstein

Saber formular buenas preguntas y saber hacerse las preguntas adecuadas en nuestra vida personal, social o laboral puede ser sinónimo de avanzar, de crecer, de reaccionar en la dirección adecuada y puede generar un impacto muy positivo en nosotras/os y en los/as demás. Por el contrario, equivocarse en su planteamiento puede implicar estancarse, bloquearse, o estar atrapada en un círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo.

Sin embargo, la mayoría de las personas no estamos acostumbradas a buscar ni hacer las preguntas adecuadas a cada situación, porque desde la infancia se nos fomenta lo contrario, el encontrar las respuestas correctas a las cosas como equivalente a buscar la solución. En muchas ocasiones, no somos conscientes de la importancia y el alcance que puede tener el hacerse una buena pregunta. No nos imaginamos el cómo ésta puede ayudarnos a analizar una situación problemática en profundidad, cuestionar nuestras decisiones y visiones, ampliar nuestro campo de reflexión y entender la realidad desde una mayor toma de conciencia que abarque nuevos análisis y se enriquezca de nuevas perspectivas y puntos de vista.

Mario Borghino en su libro “El arte de hacer preguntas”, explica que algunos de los motivos por los que normalmente algunas personas rehúsan hacerse preguntas son:

No quiero exponerme ante los demás y que parezca que no sé de algo.

Aprendí que impresiono más si contesto y doy mi punto de vista.

No hago muchas preguntas para no meterme en problemas.

No quiero que piensen que realizo un interrogatorio o que intento manipular.

No sé cómo obtener información de las personas que no conozco a través de preguntas.

No sé qué preguntas formularme para conseguir mis metas.

A las personas no les gusta que les hagan preguntas, se sienten interrogadas.

Sin embargo, ser personas curiosas y saber hacer buenas preguntas, nos permite descubrir cosas nuevas. Grandes descubridoras/es y líderes/as deben tener la capacidad de reconocer que no lo saben todo y ser conscientes de la importancia que tienen las preguntas para ampliar su conocimiento.

Pero hacernos preguntas no solo nos sirve para obtener respuestas concretas, las preguntas pueden aportarnos mucho más:

Cuando preguntamos con interés y humildad estamos abiertos a nuevos puntos de vista, eso nos ayuda a interesarnos y escuchar a los/as demás, haciéndonos más empáticas/os y mejorando nuestras relaciones. Y ese interés estimula a que el resto exprese sus propias ideas más abiertamente.

La investigación y el aprendizaje se basan en obtener nuevos conocimientos y eso solo podemos lograrlo preguntando. Por ello, las preguntas son la base del aprendizaje, la enseñanza y la investigación.

Ser capaces de hacernos a nosotras/os mismas/os preguntas nos ayuda a conseguir nuestros objetivos y superar nuestras limitaciones.

La comunicación no debe centrarse en expresar, sino en preguntar y escuchar para obtener distintos puntos de vista y poder ponerlos en común. Las preguntas nos ayudan a mejorar la comunicación dentro de una organización o equipo. Además, crean un ambiente de reflexión y estimulan la búsqueda de respuestas, en lugar de ofrecer soluciones precipitadas.

Sin duda, las preguntas son esenciales para desarrollar o potenciar la creatividad y la innovación. Preguntar nos ayuda a encontrar nuevas respuestas y eso es muy útil en las sesiones de brainstorming, workshops creativos, etc.

El arte de preguntar nació con Sócrates, por lo tanto, no es algo nuevo, el problema es que con el paso de los años hemos dejado de darle la importancia que realmente se merece. Sócrates afirmaba que lo más importante que había hecho en su vida era enseñar a las personas a preguntar, y nosotras queremos seguir sus pasos para que las preguntas vuelvan a ser algo esencial en nuestras vidas.

En la terapia, las respuestas también pasan a un segundo plano y el papel protagonista se lo llevan las preguntas, porque una buena pregunta, aunque de ella no se obtenga respuesta alguna en ese momento, genera cambios en la percepción de las personas. Se hace referencia al método socrático en terapia para referirnos a cómo se va estimulando la reflexión del/la paciente indagando en su narrativa a partir de enlazar preguntas que permiten ir quitando capas e ir llegando a los puntos clave. La/el terapeuta, hace de guía mediante un tipo de preguntas que conducen el pensamiento hacia la raíz y favorecen que la persona profundice en su psique.  Es un método que invita a la reflexión, al cuestionamiento y a la introspección. Todas ellas son herramientas fundamentales en psicoterapia y están muy enfocadas a que la persona se conozca más a sí misma, y sea ella misma quien llegue a sus propias conclusiones, así como a desarrollar sus propios recursos. El objetivo es que la persona llegue a las respuestas que necesita por sí misma o bien sea capaz de reconocer que aún no dispone de las esas respuestas que necesita, y pueda reconocer que aún no sabe qué quiere o qué necesita. Las buenas preguntas ponen el foco en la solución sin negar ni restar importancia al problema, las buenas preguntas empatizan y validan, las nuevas preguntas pueden ayudar a definirte mejor, ¿te atreves a cambiar tus preguntas?

  1. Escribir las preguntas de antemano Scott H. Knecht

A medida que preparan la lección, es muy útil hacer dos cosas: Primero, escriban la pregunta; no solo piensen en ella; escríbanla. Elijan las palabras detenidamente y léanlas varias veces para asegurarse de que la pregunta plantea lo que ustedes desean de manera clara.

Segundo, pregúntense: ¿Qué harán aquellos a quienes enseño cuando les haga esa pregunta? Ha habido ocasiones en que pensaba que había formulado una pregunta muy buena; después la decía en voz alta y, al imaginarme a la clase, sabía que no sería eficaz. Es posible que la pregunta diera resultado en otra clase, pero para mi clase en particular, sabía que no serviría; de modo que empecé de nuevo. Sé que si en mi plan para la lección tengo dos o tres preguntas bien pensadas y bien escritas, puedo lograr que se inicie una conversación; otras preguntas se derivarán de manera natural, pero necesito puntos de partida bien elaborados.

Esa técnica también da muy buenos resultados en el hogar. Pareciera que en nuestro hogar tenemos muchas conversaciones espontáneas sobre el Evangelio en las que fluyen las preguntas y las respuestas, pero ha habido ocasiones en que era preciso decirle algo más serio y directo a un hijo en particular. En esos casos, aprendí que si preparaba preguntas específicas, las practicaba y consideraba las posibles situaciones que podrían surgir como resultado, las cosas resultaban mucho mejor. Esas preguntas no estaban escritas en papel; estaban escritas en mi corazón, y podía utilizarlas cuando fuera necesario.

  1.  Importancia de la Pregunta Indicada Hernán A. Yáñez Daza 18 de mayo de 2023

En nuestra búsqueda constante de conocimiento y comprensión, a menudo nos centramos en encontrar respuestas. Sin embargo, hay un elemento fundamental que pasamos por alto: «la pregunta adecuada». Las preguntas bien formuladas son las herramientas que nos permiten explorar y descubrir nuevas perspectivas, desafiar nuestras suposiciones y desentrañar los misterios que nos rodean. En este artículo de reflexión, exploraremos por qué la pregunta adecuada es más valiosa que una respuesta inmediata y cómo puede abrir las puertas del aprendizaje y el crecimiento humano o de una IA.

Imagina un escenario en el que obtienes una respuesta sin haber planteado la pregunta correcta. Puede que te sientas satisfecho con la solución proporcionada, pero ¿has llegado realmente a la raíz del problema? ¿Has explorado todas las posibilidades? Las respuestas son solo fragmentos de conocimiento, mientras que las preguntas abren un mundo de posibilidades y permiten un pensamiento más profundo.

Las preguntas bien formuladas nos invitan a explorar diferentes perspectivas y puntos de vista. Nos animan a considerar múltiples soluciones y a cuestionar nuestras propias suposiciones. Al buscar la pregunta adecuada, estamos abiertos a nuevas ideas y perspectivas que pueden enriquecer la comprensión del tema en cuestión a un humano o una IA.

El proceso de formular una pregunta nos desafía a pensar críticamente y a analizar el problema desde diferentes ángulos. Requiere que reflexionemos sobre nuestras propias creencias y prejuicios, y que nos adentremos en la esencia del tema. Al hacerlo, cultivamos una mente o IA abierta y curiosa que está dispuesta a explorar, aprender y crecer.

La búsqueda de respuestas puede ser un camino lineal, mientras que la búsqueda de preguntas nos lleva a una exploración constante y en constante evolución. Las preguntas nos invitan a sumergirnos en el proceso de descubrimiento, a investigar y a aprender más allá de los límites establecidos. Nos impulsan a ampliar nuestro conocimiento y a seguir buscando nuevas formas de comprender el mundo que nos rodea.

Cuando nos enfocamos en encontrar la pregunta adecuada en lugar de una respuesta rápida, abrimos la puerta a la transformación personal. Nos embarcamos en un viaje de autodescubrimiento, cuestionando nuestras propias creencias y expandiendo nuestra visión del mundo. Las preguntas nos desafían a crecer, a desarrollar nuestra capacidad de pensar críticamente y a abrazar la incertidumbre como una oportunidad para el crecimiento personal.

En última instancia, el arte de formular la pregunta adecuada nos invita a adentrarnos en un proceso de búsqueda y aprendizaje continuo. Mientras que las respuestas pueden proporcionar soluciones momentáneas, las preguntas nos abren a un vasto mundo de conocimiento y sabiduría. Nos desafían a pensar de manera crítica, a explorar diferentes perspectivas

5.  Aprender a preguntar, preguntar para aprender. Herman Van de Velde. 2014.,12 p.

Un texto de referencia y de consulta para ir mejorando nuestras actitudes en cuanto al planteamiento de preguntas. Un aporte a la calidad educativa, desde un enfoque técnico-pedagógico del uso de la pregunta como disposición pedagógica en diferentes escenarios educativos, apuntando al diálogo y el encuentro profundo.

El clave bien temperado

La escucha de la radio depara sorpresas, y los programas escuchados  son como eslabones de una cadena de conocimientos, que como leyó Amaya Prieto en su programa Música a la carta del pasado 24 de marzo, al comentar el libro de Javier Montes, La radio puesta , el azar supera con creces la búsqueda precisa en Spotify o YouTube 1.

Y esto precisamente ocurrió con un programa no musical y no del Canal Clásico, sino con  Raíz de 5  El programa más hipotenusa de la radio que dirige el matemático Santi García Cremades en Radio 5, en sus  conversaciones con Álvaro Ramadán en los programas del 13 de febrero, 4 de marzo, y 1 de abril de 2024, sobre errores matemáticos en la música (la coma pitagórica), y que inmediatamente asociamos a las clases de Pololo en 2016 sobre la armonía, las tonalidades, la escritura musical y la octava.

Cremades y Ramadán hablaron sobre la obra de J.S. Bach, El clave bien temperado cuyos 48 preludios y 48 fugas abarcaron todas las tonalidades mayores y menores de la gama cromática en  dos libros 2 : Libro I, BWV 846 a 861; Libro 2 , BWV 870 a 895.

Como aficionados a la música, nos corresponde entonces buscar en internet versiones audiovisuales que expliquen de manera amena y didáctica esta obra fundamental de Johann Sebastian Bach.


Notas

1. Música a la carta, 24/4/2024

Amaya Prieto dice que los oyentes de este programa son los protagonistas de un libro, La radio puesta, de Javier Montes, y dice así :

Aquí en España ponen un programa de Radio Clásica donde atienden las peticiones musicales que los oyentes dejan grabadas en un contestador. Llama gente de todas las edades, con todos los acentos, de ciudades grandes y tambien de pueblos muy pequeños y componen a su manera, tambien el mapa de un país imaginario. A veces son voces en las que se adivina una gran tristeza, a veces son luminosas y contagian su optimismo. Unos piden composiciones archisabidas y otros hacen sofisticadísimas demandas que detallan la grabación concreta, el ano y el director precisos. Se conmemoran cumpleaños y bodas de oro. Nacimientos o muertes, se dedican a personas que viven lejos o que ya murieron o se ven a diario. A veces simplemente se piden por el gusto de oírlas.
Los que llaman saben bien que bastaría una sencilla  búsqueda en Spotify o YouTube  para disponer a voluntad de la grabación precisa, pero eligen jugar al azar de la radio. Enviar su petición como  mensaje en una botella o como uno de aquellos telegramas de León Cavara, y esperar pacientes el resultado. Escuchar a diario el programa, sentir el placer de la sorpresa, el día en que al fin se atienda. Es un ritual que puede parecer anacrónico y trabajoso, pero justo por eso cumple su función  y tiene su sentido, el placer de la petición cumplida no será solo y sobre todo de la satisfacción de un deseo, sino el de constatar el efecto de una acción propia en la realidad del mundo. Mediante esa artimaña se pone en marcha una dosificación más pausada del tiempo, se crea una espera que dota de estímulo y propósito al pasar de los dias, se confirma el vínculo hasta ese momento imaginario e invisible con la comunidad de oyentes. Es una pequeña ceremonia, y las ceremonias su aparente ineficiencia en tiempos ultra eficientes. La satisfacción oblicua que  proporciona  sus valores y  necesidades.
Las voces forman una especie de red social muy tenue, de bajísima intensidad, digamos, en las que uno se reconoce y a la que dan ganas de apuntarse y basta con quererlo y escuchar porque no hace falta postear ni siquiera llamar con una petición para pertenecer a ella. Yo nunca lo he hecho, y aunque juego con la idea, no he acabado de animarme.

2.
Como mucha de la música de Bach, ninguno de los dos volúmenes fue publicados en vida. Y también como mucha de su música, se conoce la fecha en que fueron compilados, pero no las fechas en que fueron compuestos, por lo que existen diversas especulaciones al respecto. Lo que sí es conocido es que el primer volumen (que comprende los 24 preludios y fugas del BWV 846 al BWV 869) fue terminado y compilado por Bach en 1722, aunque su primera impresión no llegará hasta mucho después de muerto Bach, en 1801. El segundo volumen (que comprende del BWV 870 al BWV 893) fue terminado y compilado en 1744, si bien también es probable, por el estilo, que muchos de los preludios y fugas de este segundo volumen estuviesen compuestos antes de compilar el primero.

Ambos comparten el mismo esquema: cada libro comprende 24 grupos constituidos por un preludio y una fuga en la misma tonalidad. Empieza por la tonalidad de do mayor, y después la de do menor, a la que le sigue do sostenido mayor y así sucesivamente, hasta haber completado toda la gama cromática de mayor a menor. Es, por tanto, una colección enorme que comprende 48 preludios y 48 fugas cuyo objetivo es, a la vez, musical, teórico y didáctico.

Disfrutar y aprender música en Caracas


Silla Reservada mantiene vivos sus encuentros musicales donde comunicarse, compartir y aprender son la base de una fraternidad fiel a un proyecto que nació hace casi 20 años

Apreciar música de calidad en buena compañía, es un privilegio. 

En especial, cuando esa experiencia la conduce alguien que disfruta al compartir su conocimiento y le suma entusiasmo, emoción y pasión. Este tipo de vivencias alrededor de la música fomenta el afecto y promueve los lazos de amistad.

Así pasó por casi una década, desde 2006, con el grupo dirigido por Leopoldo Márquez Muñoz-Tébar, conocido cariñosamente como Pololo.  

Amigos, aficionados y melómanos se reunían regularmente para aprender y disfrutar de los distintos géneros, estilos y formas musicales: ópera, sinfonía, coral, cámara, ballet, entre muchos otros, sin el requisito de conocimientos musicales previos. 

Con la desaparición física, en 2016, del profesor Pololo, el grupo del Espacio Suizo, lejos de dispersarse, quiso continuar funcionando, inspirado en el recuerdo y la disciplina de su fundador. Así nació el proyecto Silla Reservada.

Herencia con compromiso

“Decididos a cumplir la promesa que le hicimos en vida a Pololo de seguir activos y trascender, continuamos encontrándonos para escuchar y aprender de la música académica”, relata Mary Cruz Rodríguez, coordinadora de Silla Reservada.

Ella ha asumido al pie de la letra su compromiso con pasión y tesón, para seguir aprendiendo de excelentes y reconocidos músicos y profesores como Maríantonia Palacios, Gerardo Gerulewicz, Einar Goyo Ponte, entre otros. 

«Con el tiempo, se han ido sumando nuevos integrantes, hemos tenido distintas sedes y habilitado la alternativa para ver las clases a distancia, pero mantenemos intacto el propósito inicial», señala Mary Cruz Rodríguez.

Desde entonces, Silla Reservada ha logrado que este privilegiado grupo siga disfrutando de apreciar y de aprender sobre música, cumpliendo con una programación continua, variada e interesante, a cargo de reconocidos profesionales. 

Además, ha sabido sortear exitosamente los tiempos complicados de protestas, apagones, y cuarentena. “Nuestro espíritu musical ha seguido venciendo barreras”, comenta Rodríguez.

Encuentros reservados para aprender y disfrutar

Los encuentros que organiza Silla Reservada destacan por ser didácticos y a la vez amenos.  En ellos se exploran los elementos fundamentales de la música de una manera sencilla. De hecho, se caracterizan por ser reuniones de aprendizaje ideales para socializar, conversar, compartir y participar de una interesante agenda, con ciclos de clases, charlas y tertulias, dentro de un agradable espacio en Los Chorros.

Silla Reservada funciona bajo la coordinación de Mary Cruz Rodríguez, Luisa Devivo y el apoyo del ingeniero Francisco Yepez Tello, es una pausa de aprendizaje, comunicación y recreación que ocurre mensualmente en nuestra convulsa Caracas.


HAZcomunicaciones es una firma venezolana que ofrece servicios integrales de comunicación. Desde el manejo tradicional de prensa y relaciones públicas hasta mercadeo y comunicación a través de medios digitales, HAZ asesora empresas y emprendimientos de diferentes tamaños, a nivel nacional e internacional.

Radio Clásica celebra los 200 años de la Novena de Beethoven

Extraído de Radio Clásica de España

El 7 de mayo de 1824, en el Theater am Kärntnertor de Viena, tuvo lugar el estreno de una sinfonía que cambió la historia de la música para siempre: la Novena de Beethoven. Una obra que lleva por título Sinfonía Coral, que se convirtió en la primera pieza musical en ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y que este 2024 cumple 200 años. Para celebrar este gran acontecimiento, Radio Clásica se unirá a la conmemoración de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER), para ofrecerte un concierto único, el próximo martes 7 mayo a partir de las 7 h (CET), con Fernando Blázquez.

La Academia de Viena, el Coro de la WDR y Martin Haselböck a la dirección, serán los encargados de reconstruir el programa que se ofreció el día del estreno de 1824, siguiendo algunas de las características particulares de ese concierto (el coro, por ejemplo, estará delante).

Para ir calentando y llegar a la cita con los deberes hechos, te dejamos este programa de Gran repertorio dedicado a esta gran obra.

Sobre la Novena de Beethoven

La Novena de Beethoven es la última sinfonía que escribió el compositor alemán. Con casi 70 minutos de duración, Beethoven empezó a escribir la obra en 1822 y la terminó en febrero de 1824. La concepción de esta sinfonía se remonta a 1785 cuando el poeta alemán Friedrich von Schiller escribió los versos de su Oda a la alegría. Beethoven descubrió dicho poema siete años después, en 1792. Desde este momento, comenzó a anotar temas musicales junto a los versos, melodías que culminarían en el famoso Himno de la alegría.

Beethoven hizo el primer esbozo del himno en 1795, en su lied Seufzer eines Ungeliebten – Gegenliebe, más tarde, esta melodía apareció en su Fantasía Coral y volvió a parecer una tercera vez, en su Lied núm. 3 op. 83, sobre un poema de Goethe. En los tres casos, Beethoven reservó la melodía para la interpretación vocal y para expresar la conquista de la felicidad a través del amor conyugal o de la fraternidad.

No fue hasta 1822 cuando el alemán comenzó a escribir la música con la que comenzaría el Himno de la alegría, junto a los versos del poema de Schiller. En este año, ya había empezado a escribir los tres primeros movimientos de su Sinfonía núm. 9, pero fue en octubre de 1823 cuando decidió completar la sinfonía, con los coros que había escrito para el himno. En febrero de 1824, la obra ya estaba completa y, en mayo del mismo año, se celebró su estreno en el Theater am Kärntnertor de Viena.


Resound Beethoven

Con este proyecto, Martin Haselböck y su Orquesta de la Academia de Viena han causado sensación en los últimos años: Todas las sinfonías se escucharon en los lugares de estreno originales, mientras existan hoy en día. En el caso de la Novena, el Teatro am Kärntnertor fue demolido en la década de 1870. Mientras buscaban una sala similar con un entorno magnífico, se toparon con el Historische Stadthalle de Wuppertal. Otra idea de Resound es que Beethoven antepuso el coro a la orquesta y el número total de participantes se limitó a 100. Precisamente este arreglo se puede vivir en este concierto, que reproduce el programa del estreno en 1824. Una experiencia sorprendentemente nueva de equilibrio sonoro en un entorno magnífico.

En directo desde el Historische Stadthalle de Wuppertal.

Para verlo haz click aquí

Nueva propuesta estética para conciertos en vivo

Lawrence Alma-Tadema (1826-1912), La siesta o Escena pompeyana, 1868 Óleo sobre lienzo, Museo Nacional del Prado, Madrid.

Todos hemos experimentado, en un concierto en vivo o escuchando en la casa, que al cerrar los ojos se agudiza el oído y se abren todos los matices sonoros y se perciben de manera más intensa todas las sensaciones que transmite la obra o un pasaje en particular.
En esta época caracterizada por el incremento de la información audiovisual y digital de la música ha llevado a la Fundación Juan March a replantearse radicalmente la forma de presentar sus conciertos, pasando de la convencional escucha, atenta y silenciosa, en un escenario bien iluminado, a repensarlo para de promover una perspectiva estética diferente.
«El ciclo de conciertos Cerrar los ojos modifica radicalmente la iluminación asociada al concierto clásico, proponiendo un nuevo espectro visual que va desde la penumbra hasta la oscuridad, pasando el espectro por las sombras: de este modo, el sentido del oído se agudiza y todo un mundo de matices sonoros tradicionalmente eclipsados por la luz emergen inesperadamente con consecuencias sorprendentes». Un reto, tanto para el oyente habituado al formato clásico como para el equipo técnico y artístico que tienen que explorar y transitar por las salas de la Fundación.

Selección bibliográfica
Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica (1935), en Discursos interrumpidos I, trad.de Jesús Aguirre, Buenos Aires, Taurus,1989, pp. 15- 58.

Daniel Morat, The Sound of a New Era: On the Transformation of Auditory and Urban Experience in the Long Fin de Siècle, 1880-1930, International Journal for History, Culture and Modernity, nº 7 (2019), pp. 591-609.

Hyun Joon Shim, Geurim Go, Heirim Lee, Sung Won Choi y Jong Ho Won, Influence of Visual Deprivation on Auditory Spectral Resolution, Temporal Resolution and Speech Perception, Frontiers in Neuroscience, vol. 13 (2019).

Christian Thorau y Hansjakob Ziemer (eds.), The Oxford Handbook of Music Listening in the 19th and 20th Centuries, Oxford y Nueva York, Oxford University Press, 2019. Martin Tröndle (ed.), Classical Concert Studies. A Companion to Contemporary Research and Performance, Nueva York, Routledge, 2021.

Obra: Lawrence Alma-Tadema (1826-1912), La siesta o Escena pompeyana, 1868
Óleo sobre lienzo, Museo Nacional del Prado, Madrid.

Primer Festival Mundial de la Guitarra

El sábado 13 de abril de 2024, asistimos a la final del 1er. Festival Internacional de la Guitarra concebido y dirigido por el guitarrista, compositor, musicólogo y educador José Antonio López. El acto se celebró en el Teatro Yágüez, en Mayagüez.

El carácter internacional fue la presencia de artistas y constructores de guitarra internacionalmente reconocidos, quienes en los días previos a la final, compartieron un simposio, encuentros y conversatorios en el Anfiteatro Figueroa Chapel de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez: La guitarra: El misterio del sonido y afinación, a cargo del luthier de renombre internacional Otto Vowinkell – Amsterdam -, y el interesante encuentro Paracho: Capital Mundial de la guitarra, con el luthier mexicano Gerardo Escobedo.

Paralelamente, en el Concurso Nacional de la Guitarra participaron 32 estudiantes boricuas en las categorías de 12-15 años y 16 a 18 años. Los finalistas ofrecieron un concierto con obras de autores clásicos y populares transcritas o escritas para la guitarra.
Complementó la participación de los finalistas, el concierto Degustación de Guitarras por el maestro Iván Rijos, quien toco las guitarras de los luthieres presentes en el festival. El maestro hizo interesantísimos comentarios sobre cada una de ellas.

El maestro Iván Rijos -Puerto Rico- se ha desempeñado como catedrático de guitarra en la Universidad de Puerto Rico y en los conservatorios de Boston, Maryland y Arizona. Es un virtuoso cuya experiencia y peritaje los ha desarrollado con mentores como Andrés Segovia, Leo Brower, Carlos Barbosa-Lima, Leonardo Egúrbida, Juan Sorroche y Manuel Barrueco.
Multipremiado, ha sido primer lugar en festivales de guitarra en Tucson, Arizona; Alcoy, España; La Habana, Cuba; Nueva York, Estados Unidos y San Juan, Puerto Rico.
El jurado internacional estuvo constituido por la reconocida guitarrista Esther Steenbergen, del Amsterdam Guitar Trio, y Meng Su y Yameng Wang del Beijing Guitar Duo.

El Festival concluyó con intervención de un dúo excepcional : El guitarrista Sergio Assad -Brasil- y el maestro argentino del bandoneón, Richard Scofano. Los asistentes al teatro Yágüez se conmovieron al escuchar como clausura del festival, el arreglo para guitarra y bandoneón del Lamento borincano – 1929 – del compositor puertorriqueño Rafael Hernández Marín (Aguadilla, 1891- San Juan, 1965).

Paracho fue designado Pueblo Mágico en 2020.
El Pueblo Mágico de Paracho de Verduzco, conocido como la Capital Mundial de la Guitarra, es un municipio localizado en la meseta purépecha de Michoacán, que también destaca por sus calles típicas y construcciones de la época colonial; “la construcción de la guitarra va más allá de un trabajo artesanal, pues en realidad un 98 por ciento recae en las leyes de física, acústica, vibración, afinación.”

De izquierda a derecha los luthiers Gerardo Escobedo (México),Otto Vowinkell (Holanda) y Edwin Aponte (Cayey, Puerto Rico).

Aproximación a recuerdos de la Apreciación musical en Caracas


A mis compañeros y maestros en este viaje de conocimiento y disfrute de la música.

Ítaca te brindo tan hermoso viaje / sin ella no habría podido emprender el camino.
Ítaca, poema de Constantino Kavafis

Sea oportuno cerrar el año 2023 con un recuerdo del ambiente que en Caracas propició nuestra formación como apreciadores del arte, la música clásica, la danza, el cine, la literatura, etc.

De antemano pedimos disculpas por algún olvido, pues las menciones se producen sin pretensiones de jerarquizarlas. Invitamos a los lectores a colaborar con sus propias experiencias.

Como contamos en entregas previas, nuestra formación fue casi autodidacta, escuchando en la radio venezolana Fantasías Dominicales de Reynaldo Espinoza Hernández. El Canal Clásico de Radio Nacional de Venezuela, Radio Capital y viendo en Radio Caracas Televisión (RCTV) a Eladio Lares e Isabel Palacios.

Cuando se introduce la televisión por cable, los programas de Film&Arts y Televisión Española (TVE) – en especial, los programas divulgativos de Ramón Gener -. Estas audiciones se complementaban con las lecturas en la Biblioteca Nacional.

Siempre pendiente de asistir a los diferentes conciertos, conferencias y cursos de los Amigos del Teatro Teresa Carreño, Fundación Mozarteum, Hacienda La Vega en Montalbán, La Camerata Barroca y la Camerata Renacentista de Caracas, Grupo Verdiano de Caracas, Wagnerianos de Caracas con Anita Vivanco, Giuseppe Tulli y Eduardo Chibás; Leopoldo Márquez Muñoz-Tébar (Fundación Espacio Suizo, Fundación Amigos de la Música de Chacao, Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos – CELARG – y Teatro Teresa Carreño).

Las charlas del profesor Daniel Salas, el curso de la profesora Valentina Marulanda en la UCV y música de cámara con el ingeniero Andrés Steiner.

Devorábamos las crónicas musicales de la prensa, como las de Rhazes Hernández López, entre otros; para contrastar su apreciaciones de un concierto con las nuestras. Siempre tuvimos el sueño de convertirnos en cronista musical.

En Radio Nacional de Venezuela, los programas de Maria Teresa Weissacher, Ópera dominical de José Ignacio Cabrujas; cuyo rescate es una tarea pendiente, Tesoros del archivo con Rafael Sylva Moreno, y uno muy especial sobre música de cámara con el cellista belga André Poulet.
En Radio Capital, Temas con Variaciones del maestro Corrado Galzio que aún se transmite con la conducción del prof. Einar Goyo Ponte.

José Pisano, gerente de la Sala La Previsora, fue clave en la formación de un grupo de amantes de la ópera en ocasión de la película Farinelli. La primera ópera que estudiamos bajo la tutoría del cultísimo Xavier Reyes Matheus fue La Bohème.

Periódicamente, celebramos encuentros en el apartamento de Alida, Irene Zilianti y Rodolfo Araujo. En alguna que otra ocasión, donde Jorge Chevasco. Con todos los altibajos de la diáspora, el grupo mantiene comunicación.
Igualmente se mantiene la comunicación con los asistentes a los cursos de Pololo y de Silla Reservada.
Con Pololo compartímos comentarios sobre la Cantata Dominical del Prof. Mario Videla y Como escuchar un concierto de Jorge D’ Urbano.

Por motivos de transporte, no pudimos asistir a las conferencias que dictó el arquitecto Enrique Berrizbeitia, ya fallecido, en el Teatro Trasnocho .
Más recientemente y en pleno exilio, gracias a la generosidad de Mary Cruz Rodríguez, quien ha continuado con la labor de Pololo en la producción de talleres de apreciación musical y encuentros musicales a través de Silla Reservada, hemos asistido en diferido a las diferentes clases dictadas por los profesores Mariantonia Palacios, Gerardo Gerulewicz, Oscar Mago y Einar Goyo Ponte.
Mi agradecimiento a otras personas que contribuyeron a mi formación: Antonieta Mantilla y los hermanos Núñez, maestros en el Grupo Escolar Francisco Pimentel. Luis Britto García -mis primeras audiciones de Mahler y Prokofiev – y Beatriz Den Is de Brito, mi profesora de literatura en el liceo.

Mis condiscípulos en el Liceo Rafael Urdaneta, Soledad Bravo y el estudiante de violín Gerardo Requiz, con quien asistí a mis primeros conciertos en el Teatro Municipal. A Luis Fuentes, con quien disfruté los ensayos de la Sinfónica en el Aula Magna y me presentó al pintor Claudio Cedeño.
Antonio Loffiego compañero de estudios en la universidad. Mi profesor Celso Fortoul Padrón, Leonardo Solórzano, gran conocedor de ópera y con un extraordinario sentido del humor, Alida Pinto, Omar Moncada, Rodolfo Araujo (in memoriam), Tamara Shangn y a todos aquellos que en los diferentes cursos y grupos han interactuado conmigo, gracias.

A las librerías, las discotiendas y especialmente, a los libreros del pasillo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela.
Que esta nota y otras del blog sirvan para que algún tesista se anime a escribir la historia de la apreciación musical en Venezuela.

Ballet en Mayagüez


No tienes que saber de ballet para disfrutarlo, todo lo que tienes que hacer es mirarlo.
Edwin Denby

El baile es la música hecha visible.
George Balanchine

El baile puede revelar todo el misterio que la música concede.
Charles Baudelaire

El 28 de febrero 2023 la Compañía Ballet Capital Oeste ¹ se presentó en el Recinto Universitario de Mayagüez, con algunos de los mejores “Pas De Deux” ² del repertorio nacional e internacional, interpretados por las primeras figuras de la danza en el oeste del país junto a artistas independientes ³. Fue nuestra segunda función de ballet, porque el pasado 11 de diciembre disfrutamos El Cascanueces, en el Teatro Yágüez, en la coreografía de la Escuela Mayagüezana de Ballet. Ambas representaciones con audio grabado.

En el ballet, la coreografía, la música y los movimientos del cuerpo, sin dejar duda son insustituibles comunicadores de sentimientos y emociones⁴.

Notas

  1. Como acogido en Mayagüez, me identifico plenamente con el orgullo que expresan los mayagüezanos, en particular, y de todos los puertorriqueños, de serlos.
  1. En un ballet, el “pas de deux” casi siempre es el momento dramático y a la vez lírico en que se produce el nudo o el desenlace de la acción, o el juego del amor y de la muerte, que es la base de toda dramaturgia. El «dúo» como prefieren llamarlo los coreógrafos contemporáneos alcanza el punto culminante y nos dirige hacia el desenlace.

    En ballet, el paso a dos es aquel que es realizado conjuntamente por dos personas. Usualmente consiste en una entrée (entrada de la pareja), adagio, dos variaciones (una para cada bailarín, por lo general es un allegro), y una coda. En el paso a dos pueden ejecutarse una gran variedad de pasos de pareja, siendo los más tradicionales:

    Promenade (paseo): la bailarina se mantiene en punta en una posición sobre una sola pierna mientras el bailarín la sostiene, por la mano o por la cintura, mientras camina alrededor de ella y la gira sobre su eje.

Pirouettes (giros): mientras la bailarina hace pirouettes sobre una sola pierna, el bailarín la estabiliza y le da impulso para que pueda lograr mayor cantidad de vueltas.

Portée (levantada): el bailarín levanta en peso a la bailarina.

En el arte del Pas de deux, dos grandes intérpretes del ballet académico, autores del libro Experiencing the Art of Pas de Deux (University Press of Florida, 2016), Jennifer Kronenberg y Carlos Guerra, entregan una lista comentada de sus favoritos.

  • La Bella Durmiente – Acto 3 Grand Pas de Deux
  • Pas de Deux del Cisne Blanco en El Lago de los Cisnes
  • Pas de Deux del Cisne Negro en El Lago de los Cisnes
  • La Sonámbula – Pas de Deux de la sonámbula y el poeta
  • Joyas – Pas de Deux de “Diamantes”, su tercer movimiento
  • Romeo y Julieta – Acto 1 Pas de Deux del balcón
  • Spartaco y Frigia. Adagio del ballet Spartaco de Aram Kachaturian
  • El Parque – Pas de Deux Abandono
  • Apollo and Daphne. Música de Arvo Pärt y coreografía de Ben Needham-Wood
  • P. Tchaikovsky – Pas de Deux (‘The Nutcracker’)
  • Grand pas de deux de Don Quijote
  • La sonámbula. Pas de deux de la sonámbula y el poeta
  • Giselle. Pas de deux Acto II


Sheherazade es un ballet en un acto. El romance entre Zobeida, la favorita del harén, y el esclavo de oro constituye el núcleo del ballet que Mikhail Fokine creó sobre la partitura de Rimsky-Korsakov, una obra sinfónica de 1888. Ballet Mariinski y Orquesta del Bolshoi, Ilze Liepa & Victor Yeremenko 2002 – Uno de los más eróticos y románticos Pas De Deux en el ballet:


Scheherazade – Zobeide’s death


3. Nace “BALLET CAPITAL OESTE”
https://ahoranews.net/nace-ballet-capital-oeste/

Karla Ortiz
https://mauroballet.com/karla-ortiz

David Rinaldy Soler
https://ahoranews.net/nace-ballet-capital-oeste/

https://laislaoeste.com/bailarin-mayaguezano-se-destaca-como-solista-principal-de-ballets-de-san-juan/


4. Adicionalmente a lo que Ud. puede encontrar en YouTube, recomendamos los siguientes dos programas sabatinos sobre ballet:
RNE Radio 5 – A compás con Olga Baeza.
En ‘A compás’ damos VOZ a la DANZA. La española, la clásica, la contemporánea. Impulsamos y difundimos este lenguaje universal que va más allá de la técnica, que nace de dentro hacia fuera, que conecta el cuerpo físico con el espiritual.
También abrimos las puertas del Aula de Flamenco. Tenemos cerca de 60 clases y un proyecto multimedia con el LAB de RTVE que ha sido nominado a los Premios Prix Europa 2021
lab.rtve.es/lab/aula-flamenco/es/

RNE Clásica Danza en Armonía
Presentado y dirigido por Alessandro Pierozzi, y que fue emitido entre el 2 de octubre de 2021 y el 25 de junio de 2022.