Camille SAINT-SÄENS. A 100 años de su fallecimiento

Un verdadero hombre del Renacimiento, Reidar era un serio estudioso de la música clásica. Durante nueve años fue un popular locutor de fin de semana para KUAT FM, la estación de radio de música clásica de Tucson. Como mecenas apasionado de las artes, disfrutaba especialmente de la Orquesta Sinfónica de Tucson y de asistir a conciertos de orquesta dondequiera que sus viajes lo llevaran en el mundo. De acuerdo con los deseos de Reidar, no habrá servicio, pero se pueden hacer contribuciones a la Orquesta Sinfónica de Tucson o la Sociedad Protectora de Animales del Sur de Arizona.

Saint-Saëns' Third Symphony, “With Organ”: Scaling the Summit – The  Listeners' Club

Camille Saint-Saëns

París, 9 de octubre de 1835 – Argel, 16 de diciembre de 1921

Escribir esta reseña me retrotrae a mis inicios de oyente de música “clásica”, cuando combinaba mis escuchas del canal clásico de Radio Nacional de Venezuela con las visitas a la Biblioteca Nacional, en su sede entre las esquinas de San Francisco y La Bolsa, donde leíamos biografías de músicos y música en general  uno de cuyos tesoros es Cómo escuchar un concierto, de Jorge D’ Urbano (editorial Atlántida 4ta. edición, 1959, 242 páginas), que años despuês me volvió a facilitar Pololo.

Para preparar esta semblanza de Camille Saint-Saëns usamos Wikipedia, entre otras ayudas. Todavía se discute la obra del compositor (ver el blog Foroclasico). En el curso de Pololo sobre el poema sinfónico, escuchamos algunos de los compuestos por Saint-Saëns.

Recomendamos escuchar en el Canal Clásico de RNE :

Sinfonía de la mañana El retiro de Saint-Saëns, del 2/12/2021 por Martin Llade.

Temas de música. 8 programas de Arnold Febre, del 30/5/al 27/06/2021.

Grandes ciclos, del 1/10 al 24/12/2021, 58 programas de María del Ser.

Música y significado por Luis Ángel de Benito: La 3ª Sinfonía de Saint-Saëns 17/04/2011 

Gran Repertorio. Saint-Säens. Carnaval de los animales, 10/03/2019 y Danza macabra 15/08/21 presentado por Daniel Quirós. 

Solo piano. De Bach a Offenbach: Concierto nº 2 de Saint Saens, 13/09/20 Según Miriam Bastos la obra  comienza citando a J. S. Bach  y termina con Offenbach. 

Saint-Saëns fue un intelectual multifacético. Desde pequeño se dedicó al estudio de la geología, la arqueología, la botánica y la entomología, específicamente la rama de los lepidópteros. Fue también un excelente matemático. Además de la actividad musical como compositor, intérprete y crítico, se dedicó a las más variadas disciplinas, se entretuvo en discusiones con los mejores científicos europeos y escribió doctos artículos sobre acústica, ciencias ocultas, escenografía teatral en la Roma Antigua e instrumentos antiguos. Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia, poseía un telescopio y organizaba sus conciertos de tal modo que coincidieran con algunos acontecimientos astronómicos (como eclipses solares). Asimismo escribió una obra filosófica, Problemas y misterios, un volumen de poesía, Rimes familières, y la comedia La crampe des écrivains.  La larga vida de Camille Saint-Saëns atravesó todo el período romántico; fue uno de los protagonistas de la segunda fase de este movimiento y asistió a su declive en pleno siglo XX. Fue un incansable viajero que conoció casi toda Europa, Escandinavia, América del Sur —Argentina y Uruguay-, la isla de Ceilán (en el sur de la India), Saigón (en Indochina) y el Lejano Oriente.

Entre 1860 y 1917 escribió música para la escena. En 1861 conoció a Richard Wagner cuando actuaba como pianista en la Ópera de París en una presentación de Tannhäuser. Saint-Saëns defendió con ahínco su música — en especial Tannhäuser y Lohengrin—, y también la de Schumann, contra la opinión generalizada de la Sociedad del Conservatorio.

En 1873 organizó y dirigió en París un concierto dedicado exclusivamente a obras de Liszt, y fue el primero en estrenar en Francia sus Poemas sinfónicos. En 1871, fue el primer compositor francés en escribir uno: La rueca de Onfalia. Más tarde le siguieron otros poemas: Phaéton (1873), La danza macabra (1874) y La juventud de Hércules (1877).

Hay que recordar sus largas estancias en Gran Canaria Camille Saint-Saëns. En su primera recalada (diciembre de 1889 a abril de 1890 de 1890) llega de incógnito y se ofrece para tocar los timbales en la Orquesta Filarmónica, aunque pronto es descubierto debido a sus conocimientos de música y gracias a la prensa que publicó una foto suya, muy preocupados por su desaparición. Constancia de su total  integración en la vida social y cultural de Gran Canaria, en sus siete viajes, es que en cada uno ellos estrenó sus piezas para piano como el Vals Canariote y Campanas de Las Palmas; compuso Déjanire, una monumental obra que exige no menos de 200 cantantes, 18 arpas, 25 trompetas y más de 100 instrumentistas de cuerda. Inauguró el órgano de los claretianos, tocó el órgano de la Catedral, estrenó su Sonata de violín y piano, acompañando al gran violinista grancanario José de Avellaneda; realizó varios conciertos a beneficio del Hospital de San José y de la Filarmónica, donde se hizo acreedor al reconocimiento de la entidad, que le nombró Presidente de Honor; también el Ayuntamiento le otorgó el título de Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria. Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.

Como recoge Nicolás Díaz-Saavedra (www.revistacanarii.com)  Saint-Saëns se sentía feliz en Las Palmas de Gran Canaria; el propio músico escribe a un amigo: 

«He encontrado de nuevo la dulzura del aire, las pequeñas casas rojas, azules, amarillas, que uno diría están hechas para ser alineadas por niños en una mesa, las chicas guapas con faldas claras, la cabeza y el pecho cubiertos por la virginal mantilla de lana blanca, fina y ligera, ¡ah la tranquilidad, la divina tranquilidad! Me han acogido con toda cordialidad, verdaderamente conmovedor por su sinceridad evidente».

En el invierno de 1891 estuvo en Ceilán (actual Sri Lanka), y allí revisó su ópera  Proserpina. Volvió a Egipto y encontró El Cairo muy placentero, permaneció allí una larga temporada y escribió África, una fantasía para piano. A causa de sus giras de concierto, viajaba frecuentemente y comenzó a escribir una serie de artículos de recuerdos para La Revue bleue. Conoció casi toda Europa, Escandinavia, América del Sur – Argentina y Uruguay-, la isla de Ceilán (en el sur de la India), Saigón (en Indochina) y el Lejano Oriente.

A partir de 1894, supervisó la edición completa de las obras de Jean-Philippe Rameau para la editorial Durand. 

En la inauguración de la Exposición Universal de París (1900) se estrenó Le feu céleste (El fuego celeste), una cantata que festeja la electricidad y que muestra el interés que Saint-Saëns, con 65 años, aún conservaba por todas las cosas que sucedían a su alrededor, y en especial, por los avances científicos.

El 8 de febrero de 1903, Sarah Bernhardt bailó Andromaque, ballet con música que ella le solicitara. En 1905 Saint-Saëns permitió al coreógrafo ruso Michel Fokine usar Le cygne (El cisne de El carnaval de los animales) para el espectáculo de Anna Pávlova.  La muerte del cisne, sería el comienzo de la carrera de la bailarina y uno de sus más afamados ballets.

Saint-Saëns estuvo dos veces en el Río de la Plata. En 1904, invitado por el gobierno, dio una serie de conciertos de órgano en la Iglesia de la Merced (Buenos Aires) y audiciones de música de cámara, con un inmenso éxito, en el porteño Teatro Odeón, en los teatros Rivera Indarte y Argentino (ambos de la ciudad de Córdoba) y en el Palacio de la Música de Montevideo. De su paso por la capital uruguaya ha quedado como insólito recuerdo el manuscrito de un himno compuesto por encargo del Partido Colorado. Doce años más tarde,entre mayo y junio de 1916 dirigió en el Teatro Colón las seis primeras representaciones en francés de Sansón y Dalila y, en un concierto celebrado el 7 de julio, el primer acto de la misma ópera, el poema sinfónico La juventud de Hércules (1877), la música de escena para el drama de Brieux, La fe (1909), y fragmentos de su ópera Enrique VIII (1883). 

El compositor Arturo Luzzatti narra cómo, en plena guerra mundial y con todas las precauciones del caso (ensayos de salvamento, etc.), él viajó desde Génova en el vapor Tomaso di Savoia junto con el Saint-Saëns y el elenco de Sansón y Dalila  (la mezzosoprano Jacqueline Royer, el tenor Lafitte y el bajo Marcel Journet), así como Titta Ruffo, Ninón Vallin, Armand Crabbé, Rosa Raisa y otras luminarias de la lírica que intervendrían en la temporada del Colón.

En 1908, fue el primer compositor de renombre en escribir para el cine. Compuso la música para L’assassinat du duc de Guise (El asesinato del duque de Guisa), película de André Calmettes y de Charles Le Bargy, que hoy se cita sólo por la música.

En 1908, Saint-Saëns visitó los Estados Unidos para ofrecer recitales en las ciudades más importantes. En vísperas de la Primera Guerra Mundial compone el oratorio The Promised Land para ser interpretado en la Catedral de Gloucester. El conflicto bélico no evitó que Saint-Saëns retornase a los EEUU con motivo de la Exposición de San Francisco, ciudad en donde compuso Cyprès et Lauriers para celebrar la victoria de los aliados. A su regreso de tierras americanas, Saint-Saëns viajó hasta Argelia y luego a Grecia, donde dirigió algunos festivales al pie de la Acrópolis.  

Saint-Saëns que inició su carrera de compositor como un innovador y  personificación de la modernidad artística en las décadas de 1850 y 1860, se transformó en un personaje reaccionario; es sabido que el 29 de mayo de 1913 abandonó la sala donde se estrenaba La consagración de la primavera, de Ígor Stravinski, enfurecido, por el uso innovador del fagot (según él, inapropiado) en los compases iniciales de la obra.

Sus interpretaciones de Mozart provocaron la emoción de Marcel Proust, quien lo admiró y siguiendo los consejos de su amigo Reynaldo Hahn,  haría de él el personaje de Vinteuil en su obra Un amor de Swann  publicada en 1913.

Saint-Saëns parte para Argel en 1921 buscando el calor que tanto le beneficiaba. Allí falleció víctima de sus afecciones pulmonares a los 86 años, en el Hôtel de l’Oasis, de Argel, en un día que pasó apaciblemente y en el que trabajó un poco e incluso cantó algunas arias de Verdi. Sus restos mortales se trasladaron a París.

Obras más conocidas

De sus 12 óperas el aria “Mon coeur s’ouvre a ta voix.”

De sus 5 conciertos para piano, el No. 2 en sol menor, Op. 22 (Ver en Youtube  

RTVE Orchestra  Soloist Alexandеr Malofeev  Conductor George Pehlivanian 

Madrid, Teatro Monumental Temporada 2020-2021, del dia 23/10/2020)

Oberturas y otras obras orquestales Introducción y rondó caprichoso Op. 22, Bacanal de Samson y Dalila Op 47.

De los 2 conciertos para violoncelo el No.1 mas melódico y el No.2 mas técnico.  

De sus 5 sinfonías, la No. 3 para órgano

De los 3 conciertos para violín el No. 3

De obras para solista y orquesta, El carnaval de los animales

Menos conocidas

Un Réquiem, sus obras de cámara y música coral. En RNE Clásica en su programa Armonías vocales, Javier  Corcuera  presentó el 11/12/2021 algunas piezas corales. 

GUĺA DE  ESCUCHA

Saint-Saëns  Concierto N° 2 para piano y orquesta en sol menor, Opus 22

La obra tiene tres movimientos y presenta la singularidad de que el movimiento lento es el primero y no el segundo.

Andante sostenuto:  Larga introducción del piano solo con reminiscencias barrocas. La orquesta hace su aparición en el minuto 1:29 con sonoros acordes; luego el piano canta el tranquilo y melancólico primer tema (2:03); se inicia un diálogo con la orquesta. Un segundo tema aparece en 4:05, presentado por el piano y la orquesta. En 8:10 el solista inicia una larga cadenza hasta que en 10:38 se incorpora la orquesta, acompañando al piano de un modo acallado y misterioso para, inesperadamente, avanzar hacia un clímax en 12:42. Dos secos acordes en fortissimo cierran el movimiento.

Allegro scherzando: 13:06  Como ya se dijo, en vez del típico adagio, como segundo movimiento tenemos un scherzo. En la tonalidad de mi bemol, los dos temas que lo conforman son alegres e ingeniosos. Primer tema: 13:10. Rapidísimas escalas octavadas del piano conducen al segundo tema, sin más preámbulos, en 14:20. Se retoma el primer tema en 15:30, ahora en tonalidad menor. Primer y segundo tema se alternan antes de conducir a un cierre sencillo, parco y elegante.

Presto: 19:34  La pieza vuelve a la tonalidad inicial, sol menor. El movimiento es enteramente una frenética tarantela. Terriblemente rápido, termina con un tumultuoso finale arpegiado de piano y orquesta. No caben dudas de que Saint-Saëns sabía cómo darle término a un concierto y, como dijo Berlioz, debió haber sido además un pianista fulminante.

La versión es de Arthur Rubinstein acompañado por la London Symphony Orchestra dirigida por Pierre Boulez.

Charlie Chaplin: El hombre del siglo

Charlie Chaplin Film Music Anthology

El 6 de febrero se cumplieron 100 años del estreno de El chico de Charles Chaplin y Días de Cine (RTVE, 5 febrero 2021) preparó un reportaje de 6 minutos sobre su primer largometraje (The kid), estrenado el 6 de febrero de 1921) que cambió la historia del cine. Alejo Bermejo consigue comunicarnos por que ese pequeño vagabundo  sigue siendo un personaje universal, capaz de gustar a todo tipo de espectadores de cualquier momento y lugar y mantener su misterio y su magia. Apareció por primera vez el 7 de febrero de 1914, en el cortometraje Ganándose el pan. Bermejo nos muestra que Chaplin era un hombre del renacimiento: actuaba, dirigía, producía y en varias ocasiones compuso las bandas sonoras de sus películas. El reportaje ilustra con tomas de sus películas las facetas de:

Es un chulo

                 pero también

                                      es rebelde

                                      es tierno

                                      es fanfarrón

                                      es generoso

               y es egoísta

                                     es cobarde

                                    es valiente

                                    es bailar

coreógrafo (la famosa escena con un par de tenedores)

                                   y es boxeador

                                   fumador

                                   bebedor

                                  y es degustador

                                  solitario

                                  y solidario

                                                       avispado

                                                       despistado

                                                       imprevisible

                                                       soñador

                                                       tímido

                                                   y descarado

                                                      alpinista

                                                      nadador

                                                      lanzador

                                 es romántico

                                 es práctico

                                 es un caballero

                                 es un vagabundo

                                 es único                                ¿Único? Es un mito. Es Charlot

Chaplin, compositor de emociones

Charles Chaplin dirige la orquesta en una de las grabaciones de sus bandas sonoras.

En su multiplicidad de genio, desde su juventud Chaplin fue un gran aficionado a la música, tocando el violín, el violonchelo, la flauta, el piano y el órgano. Y ese sentir musical innato, sin formación académica alguna, lo pondrá por delante incluso de la palabra cuando el cine mudo dejó de ser mudo pero él continuó obstinado en que lo siguiera siendo. Nunca quiso que su Vagabundo pronunciara una sola palabra. Y fue consciente de su aislamiento al seguir apostando por hacer películas mudas (aunque sincronizadas con sonidos) cuando el cine descubrió el sonido. Y volvió a superar su propio éxito con Luces de Ciudad con música compuesta por él mismo sobre motivos de La Violetera de Padilla que escuchó a la cantante, cupletista y actriz española Raquel Meller en gira norteamericana en 1930.

En 2019, con motivo del 130º aniversario de su nacimiento, se edita un disco doble con una selección de las músicas originales de Charles Chaplin para su cine, de los cortometrajes a  Luces de la ciudad (1931) hasta Un rey en Nueva York (1957), incluyendo además las nuevas músicas que, desde su retiro suizo, compuso para el reestreno o la reedición de los cortos y mediometrajes A dog’s life (1918), Shoulder arms (1918), A day’s pleasure (1919), Sunnyside (1919), The Kid (1921), The idle lass (1921), Pay day (1922), The Pilgrim (1923) y The Circus (1928), y para su primer largo dramático, Una mujer de París (1923), tal vez el único fracaso de su carrera

La generosa selección de este disco doble, más de 150 minutos de música procedente de sus archivos oficiales, no sólo no escatima ni una de ellas, sino que incluye además las canciones de Candilejas, Un rey en Nueva York o El Circo cantadas por el propio Chaplin y los dos famosos discursos de El gran dictador y Monsieur Verdoux, cumbres de la interrelación entre interpretación, gesto, música y palabra de un cineasta que siempre supo entender y articular el valor y el uso justo de los elementos a su alcance para una forma universal de entretenimiento y emoción.  

La sonata Arpeggione

El arpeggione era un instrumento de cuerda frotada, también conocido como guitarra-violonchelo o guitarra de amor, inventado en Viena en 1823 por Johann Georg Stauffer (1778-1853). Tenía seis cuerdas que se afinaban como una guitarra (mi-la-re-sol-si-mi), contaba con trastes en el diapasón, se sostenía entre las piernas como una viola de gamba y se tocaba con arco. El nombre de arpeggione venía dado por el supuesto de que sería más fácil realizar arpegios en este instrumento, por su afinación como una guitarra. El principal intérprete fue Vincenz Schuster, quien incluso publicó un método en 1825 para promocionar el arpeggione y extender su técnica. Es probable que una de las veladas musicales donde participaba como guitarrista, le pidiera a  Schubert una pieza para el nuevo instrumento.

La Sonata en la menor para arpeggione y piano D. 821 fue compuesta por Franz Schubert en noviembre de 1824. Es evidente que fue escrita rápidamente por el poco cuidado que muestra el manuscrito. No queda ningún documento que mencione el estreno, pero seguramente fue interpretada antes de que acabara el año 1824 en casa de Schuster, con Schubert al piano. La pieza no fue publicada en vida del compositor; la primera edición apareció en Viena en 1871 por J. P. Gotthard acompañada de una breve descripción del arpeggione, que ya había desaparecido de la escena musical, y arreglos de su parte para violín y violonchelo.
Hoy en día esta sonata suele interpretarse en las transcripciones para violonchelo, viola, contrabajo, aunque también existen para otros instrumentos. Los editores y arreglistas han tenido que lidiar con las dificultades que supone adaptar el registro y las articulaciones de un instrumento de seis cuerdas a los que solo cuentan con cuatro.

La sonata tiene tres movimientos. Inicia con un Allegro moderato (La Menor), con la exposición del tema por el piano, retomado luego por el arpeggione para dar paso al segundo tema contrastante, vivo y con aires de danza.
El arpeggione lleva el peso de la interpretación y dirige hacia el desarrollo, para luego volver a la reexposición, donde repite los temas y concluye en la misma línea que había empezado el movimiento. ​ Aparecen algunos acordes rasgados que son la muestra más evidente del lenguaje propio del instrumento, y deben adaptarse adecuadamente en los arreglos.

El segundo movimiento, Adagio (Mi Mayor), recoge un tema que recuerda a los lieder, acompañado sutilmente por el piano, pero resulta algo sencillo en comparación con el primer movimiento, y su brevedad excesiva hace que estructuralmente parezca más una introducción hacia el allegretto final al que conduce mediante la cadencia que un desarrollo del material expresivo y los recursos del instrumento.

El último movimiento, Allegretto (La Mayor), es un rondó en 2/4, que exige de nuevo gran virtuosismo y agilidad a la parte del arpeggione.

Recomendamos escuchar en el Canal Clásico de Radio Nacional de España el programa Gran Repertorio del 23 de diciembre dedicado a la Sonata Arpeggione. Hay muchas versiones de esta obra. Pau Casals, pero ignoramos si está grabada. La muy recordada Jacqueline du Pré, Yo-Yo Ma con el pianista Emanuel Ax, y desde luego, Rostropovich-Britten, de 1969, además de la Sonata Arpeggione en la versión de Rostropovich, está el quinteto de piano La Trucha, la Fantasía para piano D. 934 y otras obras estupendas de Schubert.

Existen algunas grabaciones con arpeggione que han sido realizadas por los siguientes
intérpretes: Klaus Storck y Alfons Kontarsky (1974, LP No 2533 174 en el sello Archiv Produktion). Klaus Storck toca un arpeggione atribuido a Anton Mitteis, un estudiante del inventor del instrumento, Johann Georg Stauffer; Alfons Kontarsky tocaba un fortepiano construido por Brodmann en Viena hacia 1810.

Alfred Lessing y Jozef De Beenhouwer (2000–2001, Ars Produktion FCD 368 392). Tocan con el pianoforte de la Casa Beethoven de Bonn, construido en 1824 por Conrad Graf, y con una copia hecha por Henning Aschauer de un instrumento de principios del siglo XIX construido por Stauffer o Mitteis y que se halla actualmente en la Colección de Instrumentos Musicales de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano.

Gerhart Darmstadt y Egino Klepper (2005, Cavalli Records CCD 242). Nicolás Deletaille y Paul Badura-Skoda (2006–2007, Fuga Libera FUG529). Esta grabación se realizó en Florencia (Accademia Bartolomeo Cristofori) con un arpeggione construido por Benjamen La Brigue (2001) y un fortepiano de Conrad Graf – hacia 1820-.

La celesta

http://bestclassicaltunes.com/InstrumentGIF.aspx?low=60&high=108


La celesta es un instrumento de percusión, parecido a un pequeño piano vertical,  con un conjunto de barras de acero afinadas golpeadas por martillos, que a su vez, son controlados por un teclado como un piano. Se parece un poco a un piano vertical. Rangos: 4 octavas (Do-Do4 ) • 5 octavas (Do-Do5) • 5 octavas y ½ (Do-Fa5) 

En 1891, de camino a New York para la inauguración del Carnegie Hall, Tchaikovsky  permaneció en París para visitar a Víctor Mustel y familiarizarse con la celesta. El compositor quedó fascinado con el estupendo sonido de la celesta y ordenó al instante un instrumento. La utilizó por primera vez en su poema sinfónico El Voyevoda, estrenada en noviembre de 1891. Al año siguiente, utilizó la celesta en su ballet El Cascanueces, tiene un solo en la Danza del Hada de las Ciruelas de Azúcar. 

La celesta es un instrumento de percusión orquestal parecido a un pequeño piano vertical, no tiene cuerdas como el piano ni electrónica como el teclado. Consiste en una serie de pequeñas barras de metal (y por lo tanto es un metalófono) con un teclado y una acción de piano simplificada en la que pequeños martillos de fieltro golpean las barras. Cada barra es resonada por una caja de madera o cámara similar afinada para reforzar el armónico fundamental (tono de componente) de la barra. Un pedal levanta un amortiguador de fieltro de las barras, permitiendo el uso de notas cortas o sostenidas. 

La celesta es especialmente eficaz en combinación con arpas, apoyada por los acordes suaves de la madera. Normalmente se trata como un instrumento de transposición, la parte celesta se escribe una octava por debajo del sonido real.

La celesta sigue siendo muy utilizada hoy en día, sobre todo en orquestas, pero también se está haciendo cada vez más popular en la música pop y cinematográfica. Tiene una doble naturaleza, ya que pertenece a la sección de percusión, teniendo en cuenta la mecánica de la producción sonora, y a la de instrumentos de teclado, teniendo en cuenta la forma de tocar el instrumento. Por lo tanto, suele ser tocada por un pianista. Ernest Chausson utilizó la celesta por primera vez en un ambiente de música de cámara en 1888 en su música escénica «La Tempête».

Los compositores franceses y rusos fueron los primeros en utilizar este instrumento dentro de la orquesta sinfónica. Célebres son los ejemplos que encontramos en obras como El aprendiz de brujo de Paul Dukas; Ma Mère l’Oye, Rapsodia Española  y en  Dafnis y Cloe, de RavelRomeo y Julieta de Prokófiev; Ottorino Respighi en Pinos de Roma, Arias y danzas antiguas, Los pájaros. Richard Strauss en El caballero de la rosa , Ariadna en NaxosSalomé, Sinfonía Alpina. Stravinsky en El pájaro de fuego, y la Suite  de Petrushka. Béla Bartók en su Música para cuerdas, percusión y celesta, y El Mandarín Maravilloso.  Gustav Holst en Los planetas (en el movimiento dedicado a Neptuno). Además es uno de los instrumentos favoritos del compositor de música de cine John Williams. Gustav Mahler utilizó la celesta en sus Sinfonías  6ª  y 8ª Sinfonía y en El canto de la tierra.

La celesta es el instrumento que suena al principio de muchas bandas sonoras de las películas de Harry Potter ”(Tema de Hedwig). Está presente en la canción «Everyday» de Buddy Holly, y en la canción «Light My Fire» de The Doors. También es el instrumento que George Martin utiliza en la versión de The Beatles de «Baby It’s You».

Música para cuerdas, percusión y celesta. 

En la hoja de programa Bartok escribió:

“El título de esta obra sinfónica encuentra su explicación en que algunos instrumentos o grupo de instrumentos están tratados como instrumentos concertantes o como instrumentos solistas. El tratamiento instrumental virtuoso aparece por ejemplo en las partes de fugato en el desarrollo del primer movimiento (instrumentos de metal) o en aquellos pasajes del tema principal del último movimiento que parecen tener una evolución perpetua, que no se detiene (instrumentos de cuerda), pero de forma especial en el segundo movimiento, allí donde los instrumentos suenan por pares sucesivos y nos ofrecen pasajes luminosos”. “Exceptuando el segundo movimiento, con su aire de scherzo, la obra se fundamenta sobre ese paso escalonado de la seriedad del primer movimiento y la canción del lamento del tercero a la afirmación de la vida del final”.

La obra está estructurada en cinco movimientos, escrita de manera simétrica en torno a la elegía del tercer movimiento así: 

Introduzione. Andante non troppo – Allegro vivace En forma sonata y de construcción simétrica, este movimiento se define a partir de dos temas de carácter contrastante y un tema adicional protagónico en la sección central. El tratamiento de este movimiento es motívico construido básicamente en sistema cuartal y pentatónico.

Giuoco delle coppie. Allegretto scherzando Este movimiento de construcción simétrica tiene 5 partes y se caracteriza en sus dos primeras y dos últimas secciones por el protagonismo de parejas de instrumentos análogos y separados por intervalos paralelos diferentes según su especie así: sexta entre Fagotes, tercera entre oboes, séptima entre clarinetes, quinta entre flautas, y segunda entre trompetas. La sección central es un coral en la sección de metales y el redoblante acompaña en modestas intervenciones con ritmo de marcha, todo el movimiento. 

Elegía. Andante non troppo — Es la sección central de la obra, consta de tres partes cuyas primera y tercera sirven de marco a la segunda que canta un tema húngaro semejante al tema de la introducción del primer movimiento pero esta vez ampliado en sus dimensiones de forma y sonoridad, el carácter de este movimiento alude a la música nocturna de Bartok y las atmosferas y colores tienen estrecha relación con la introducción. Su forma es simétrica. 

Intermezzo interrotto. Allegretto — Su nombre se debe a la irrupción de una sección central que rompe el ambiente pastoral de la primera sección. Una teoría alude este hecho a la parodia que Bartok hace del tema «Da geh’ ich zu Maxim» de la ópera La Viuda Alegre de Franz Lehar. Otra, considera que es una burla directa a manera de carcajada del tema de la marcha de la sinfonía 7 de Shostakovich. Este movimiento es de forma simétrica y su sección inicial como la final son de ambiente pastoral, muy tranquilo, a manera de canción y con expresivos solos construidos sobre amalgamas rítmicas y melodías pentatónicas y modales. 

Finale. Pesante – Presto — Sucesión de episodios de extremo folclorismo y virtuosos pasajes en donde el tutti orquestal despliega sus más grandes y hábiles sonoridades. Construido en forma sonata este movimiento está caracterizado por contrastes entre sus secciones, pomposas y de enérgico ímpetu con las más tranquilas, líricas y cantábiles. Está definido por un tema de carácter puramente húngaro que se somete a inversiones, transformaciones y tratamiento fugado y que se hace claramente presente después de una extensa y enérgica preparación.