Radio Clásica celebra los 200 años de la Novena de Beethoven

Extraído de Radio Clásica de España

El 7 de mayo de 1824, en el Theater am Kärntnertor de Viena, tuvo lugar el estreno de una sinfonía que cambió la historia de la música para siempre: la Novena de Beethoven. Una obra que lleva por título Sinfonía Coral, que se convirtió en la primera pieza musical en ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y que este 2024 cumple 200 años. Para celebrar este gran acontecimiento, Radio Clásica se unirá a la conmemoración de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER), para ofrecerte un concierto único, el próximo martes 7 mayo a partir de las 7 h (CET), con Fernando Blázquez.

La Academia de Viena, el Coro de la WDR y Martin Haselböck a la dirección, serán los encargados de reconstruir el programa que se ofreció el día del estreno de 1824, siguiendo algunas de las características particulares de ese concierto (el coro, por ejemplo, estará delante).

Para ir calentando y llegar a la cita con los deberes hechos, te dejamos este programa de Gran repertorio dedicado a esta gran obra.

Sobre la Novena de Beethoven

La Novena de Beethoven es la última sinfonía que escribió el compositor alemán. Con casi 70 minutos de duración, Beethoven empezó a escribir la obra en 1822 y la terminó en febrero de 1824. La concepción de esta sinfonía se remonta a 1785 cuando el poeta alemán Friedrich von Schiller escribió los versos de su Oda a la alegría. Beethoven descubrió dicho poema siete años después, en 1792. Desde este momento, comenzó a anotar temas musicales junto a los versos, melodías que culminarían en el famoso Himno de la alegría.

Beethoven hizo el primer esbozo del himno en 1795, en su lied Seufzer eines Ungeliebten – Gegenliebe, más tarde, esta melodía apareció en su Fantasía Coral y volvió a parecer una tercera vez, en su Lied núm. 3 op. 83, sobre un poema de Goethe. En los tres casos, Beethoven reservó la melodía para la interpretación vocal y para expresar la conquista de la felicidad a través del amor conyugal o de la fraternidad.

No fue hasta 1822 cuando el alemán comenzó a escribir la música con la que comenzaría el Himno de la alegría, junto a los versos del poema de Schiller. En este año, ya había empezado a escribir los tres primeros movimientos de su Sinfonía núm. 9, pero fue en octubre de 1823 cuando decidió completar la sinfonía, con los coros que había escrito para el himno. En febrero de 1824, la obra ya estaba completa y, en mayo del mismo año, se celebró su estreno en el Theater am Kärntnertor de Viena.


Resound Beethoven

Con este proyecto, Martin Haselböck y su Orquesta de la Academia de Viena han causado sensación en los últimos años: Todas las sinfonías se escucharon en los lugares de estreno originales, mientras existan hoy en día. En el caso de la Novena, el Teatro am Kärntnertor fue demolido en la década de 1870. Mientras buscaban una sala similar con un entorno magnífico, se toparon con el Historische Stadthalle de Wuppertal. Otra idea de Resound es que Beethoven antepuso el coro a la orquesta y el número total de participantes se limitó a 100. Precisamente este arreglo se puede vivir en este concierto, que reproduce el programa del estreno en 1824. Una experiencia sorprendentemente nueva de equilibrio sonoro en un entorno magnífico.

En directo desde el Historische Stadthalle de Wuppertal.

Para verlo haz click aquí

Fuentes literarias de Verdi

Fotografía de Hans Hansen

Como complemento a los exitosos talleres Descubre la Ópera: para amarla y no morir en el intento, dictado por el profesor Einar Goyo Ponte para Silla Reservada, consideramos importante contribuir con la reseña de una serie de 11 programas en las que Arturo Reverter en la programación de verano de Ars Canendi del Canal Clásico de Radio Nacional de España estudia con detalle las fuentes literarias a las que recurrió Verdi a la hora de construir sus 28 óperas (incluyendo reformas y nuevas versiones), analizando los procesos creativos y sus consecuencias musicales. Queda abierta la invitación.
Nos queda la incógnita de conocer como hubiera sido la versión de Verdi de El rey Lear.

16/7 Presupuestos generales. Guía de lecturas
Presupuestos generales. Guía de lecturas. Primeros frutos: Un giorno di regno. Felice Romani. Alexandre Pineux-Duval. Escuchamos el final de esta segunda ópera verdiana en la versión dirigida por Lamberto Gardelli. Entramos en el estudio de Nabucco, sus circunstancias, su creación y su música. Noticia de los autores de la narración original y de su libretista, Temístocles Solera. Aniceto Bourgeois, F. Cornue. María Callas canta el recitativo y aria de Abigaille. De I Lombardi ofrecemos el aria La mía Letizia infondere por Franco Corelli. Tommaso Grossi.
Segunda versión de I Lombardi: Jerusalem. Royer y Vaëz. C. Bassi. Final de la ópera.

23/7 I due Foscari
Hablamos hoy de I due Foscari y escuchamos el aria del barítono, Questa dunque è l’iniqua mercede, cantada por Gian Giacomo Guelfi; de Alzira, de su fuente literaria (Voltaire), ilustrada por el conjunto Un inca capitaneado por Plácido Domingo. Después, Nicolai Ghiaurov nos levanta del asiento en el aria y cabaletta de Attila basada en Attilla König der Hunen de Zacharias Werner, de quien damos noticia. Hablamos de Lord Byron y de la ópera Il Corsaro, de la que escuchamos el final en las voces de Carreras, Caballé y Norman. Cerramos con La battaglia di Legnano en la voz de Leyla Gencer. Y comentamos aspectos de la fuente original, La bataille de Toulouse de Joseph Méry, futuro libretista de Don Carlo.

30/7 Stiffelio
Abrimos con la obertura y el final de Stiffelio y damos datos acerca de los autores de la obra literaria original escrita por Émile Souvestre y Eugène Bourgeois, L’Évangeli et Le Foyer. Nicola Luisotti nos ofrece la obertura y dirige el concertante final. Es el turno de Les Vépres Siciliennes, que recrea el texto original de Eugène Scribe y el libreto de él mismo y de Charles Duveyrier. Seguimos la obertura dirigida por Erich Kleiber y el dúo de Monfort y Arrigo (padre e hijo) en las voces de Gian Giacomo Guelfi y Mario Filippeschi. De la misma ópera el bajo Gottlob Frick ofrece una curiosa interpretación en alemán del aria O tu, Palermo (O mein Palermo). Cerramos la presencia de esta ópera parisina con la interpretación de Maria Callas del bolero Mercè, dilette, amiche.

6/8 Un ballo in maschera
Centramos nuestro estudio de hoy en la ópera Un ballo in maschera y escuchamos, tras la obertura a las órdenes de Solti, un fragmento de Il Regente de Mercadante, basada en la misma obra de Scribe. De este damos algunos apuntes biográficos. También hablamos de Bonaventura Somma, autor del libreto verdiano. Pasamos al título del de Busseto y seguimos la interpretación de Bastianini del aria Eri tu.
A continuación, escuchamos el trío entre Riccardo, Amelia y Ulrica y el final del afrancesado acto I. Es el turno de Jussi Björling y Zinka Milanov, que cantan el amoroso dúo Amelia-Riccardo en un registro del Met de 1940. Es Beniamino Gigli el protagonista de la versión de 1943 dirigida por Serafin del final de la ópera.

13/8 Ernani y Rigoletto
Centramos el discurso en Ernani y Rigoletto, dos óperas basadas en obras de Victor Hugo, y abrimos con el comienzo del Preludio de aquella. Estudiamos las figuras del literato francés y del prolífico libretista Francesco Piave. Enseguida escuchamos a Fernando de Lucia en el aria de salida de Ernani y lo cotejamos con Franco Corelli. Giuseppe Taddei da una lección en el aria Oh, de Verd’anni miei.
Cerramos Ernani con el grandioso concertante O sommo Carlo. Es el turno de Rigoletto, ópera analizada en profundidad en el programa Ars canendi. Chailly nos ofrece el Preludio y la aparición de Monterone, con Natali de Carolis y Leo Nucci. ¡El noble reaparece más adelante y da ocasión al jorobado a cantar la famosa Vendetta!. Cerramos con el maravilloso dúo final entre Rigoletto y su hija con las voces de Nucci y de June Anderson.

20/8 La Traviata
Dedicamos el programa a las vicisitudes del estreno de La traviata y hablamos largo y tendido de Alejandro Dumas hijo y su Dama de las camelias, así como de las características musicales de la ópera y su contenido dramático; con especial dedicación al personaje de la heroína. Escuchamos parte del Preludio y el comienzo del primer acto en la versión de Riccardo Muti y las huestes de La Scala y las voces de Tiziana Fabbricini y Roberto Alagna. Luego el primer dúo Violetta-Alfredo con Tito Schipa y Amelita Galli-Curci. ¡Después Ah fors’e lui por Renata Tebaldi y Sempre libera! por Renata Scotto. ¡Y el Amami, Alfredo! por Maria Callas. Seguimos con un fragmento del dúo con Germont con Callas y Bastianini, el Preludio del tercer acto, con Mehta y el Maggio Muisicale y la lectura de la carta del padre de Alfredo y Addio del passatto en la voz de la gran Magda Olivero.

27/8 El trovador y Simon Boccanegra
Nos metemos de hoz y coz en El trovador y Simon Boccanegra y hablamos de las obras originales de García Gutiérrez sobre las que se basan los libretos de Il trovatore y Simon Boccanegra a los que puso música y dio lustre Verdi.
Escuchamos el Preludio de la primera ópera y el terceto entre Leonora, Manrico y el Conde de Luna. Cantan en Salzburgo (1962) a las órdenes de Karajan Leontyne Price, Franco Corelli y Ettore Bastianini. Seguimos con el Misere en la versión de Mehta, con la misma soprano y Plácido Domingo (1970). Pasamos a Simon Boccanegra y escuchamos el final del Prólogo y la monumental escena del Consejo con Cappuccilli, Freni, Carreras, Ghiaurov y Van Dam y las huestes de La Scala al mando de Abbado. Pasamos al Duque de Rivas y su Don Álvaro o la fuerza del sino, adaptada por Verdi con el título de La forza del destino. Escuchamos para finalizar el programa el dúo Solenne in quest’ora entre Álvaro y Carlo por Franco Corelli y Anselmo Colzani.

3/9 Verdi y el Duque de Rivas
Seguimos con las relaciones entre Verdi y el Duque de Rivas y comentamos la visita del compositor a Madrid en 1863 para estrenar en el Real La forza del destino y relatamos la famosa anécdota de su desplante a Barbieri y la posterior venganza de éste. Escuchamos la gran aria de Leonora en la voz de Eileen Farrell, soprano lírico-spinto de altura. Y aterrizamos en la obra literaria de Schiller, base de cuatro óperas.
De Giovanna d’Arco radiamos el concertante final con Tebaldi, Bergonzi y Panerai. De I masnadieri seguimos la interpretación de una de sus mejores arias por Bergonzi. Y de Luisa Miller ponemos la dramática obertura dirigida por Mario Rossi. Abrimos el inicio de la ópera y, para cerrar, asistimos a una impresionante interpretación del aria de Rodolfo por Aureliano Pertile.

10/9 Don Carlo
El programa está dedicado en su totalidad a Don Carlo, cuarta ópera verdiana sobre sujeto literario de Schiller. Iniciamos la andadura con el tema de las trompas que será la base de varios fragmentos de la obra. Enseguida el dúo de Fontainebleau del original primer acto por Karita Mattila y Roberto Alagna bajo la batuta de Pappano. Seguimos con el segundo dúo de los dos personajes con Renata Tebaldi y Carlo Bergonzi, con Solti en el foso, y abrimos el telón de nuevo para asistir al espectacular Auto de fe, asimismo al cuidado de Solti. Luego Cesare Siepi nos ofrece su versión de la gran aria de Filippo acompañado por Karajan (Salzburgo, 1958). Un breve fragmento del dúo con el Gran Inquisidor con Ghiaurov y Talvela nos lleva al final de la ópera, con la parte postrera del último dúo Elisabetta-Carlo y la fantasmal aparición de Carlos V. Solti como maestros deceremonias.

17/09 Aida
Hablamos en primer lugar de Aida y de su trabajosa elaboración. Tras la escucha del Preludio en la exquisita interpretación de Muti, pasamos al final del glorioso gran concertato del acto II, en el que, bajo la dirección del mismo maestro, cantan Caballé, Domingo, Cossotto, Cappucilli, Ghiaurov y Roni. Total, nada. Cerramos con la escena final de a ópera en la añeja y al tiempo maravillosa interpretación de Rosa Ponselle y Giovanni Martinelli (1926). Y nos metemos a continuación, por fin, en terreno shakespeareano con Macbeth, ópera de juventud y casi una obra maestra. Escuchamos su comienzo, con la presencia de las brujas, descritas de forma un tanto infantil pero eficaz. Dirige Wolfgang Sawallisch en Salzburgo. Luego asistimos a un buen fragmento de la Escena de las apariciones del tercer acto en la versión dirigida por Victor de Sabata en La Scala (1952). Canta Enzo Mascherini al que se une Maria Callas en el cierre.

24/9 Otello y Falstaff
Cerramos esta serie de programas, en la se han apuntado de manera un tanto apresurada los rasgos esenciales y las bases literarias de las óperas de Verdi, con un somero examen de las dos últimas obras líricas del compositor: Otello y Falstaff.
Escuchamos, tras los pertinentes comentarios literarios, el comienzo de la primera en la impetuosa interpretación de Riccardo Muti al frente del Coro y la Sinfónica de Chicago. Sin solución de continuidad Otello, en este caso Aleksandrs Antonenko, ¡entona el bravo Esultate! Lo repetimos en la voz de Mario del Monaco. Cerramos el espacio dedicado a esta ópera con el Concertato del tercer acto, que culmina con el ataque de epilepsia del Moro. Y abrimos la ventana de Falstaff dando paso el concertante que culmina su primer acto en la versión de Karajan. Luego los compases postreros del segundo, con el lanzamiento de la cesta donde se encuentra el gordinflón al Támesis en la interpretación dirigida por Abbado.

Enseguida la aparición de la Reina de las hadas cantada muy bien por Dorothea Roschmann y, como remate lógico, la fuga que pone broche de oro a la ópera en la histórica interpretación de Toscanini. Cerramos el espacio dedicado a esta ópera con el Concertato del tercer acto, que culmina con el ataque de epilepsia del Moro.
Y abrimos la ventana de Falstaff dando paso el concertante que culmina su primer acto en la versión de Karajan. Luego los compases postreros del segundo, con el lanzamiento de la cesta donde se encuentra el gordinflón al Támesis en la interpretación dirigida por Abbado. Enseguida la aparición de la Reina de las hadas cantada muy bien por Dorothea Roschmann y, como remate lógico, la fuga que pone broche de oro a la ópera en la histórica interpretación de Toscanini.

Alegoría y simbolismo en los Conciertos de Brandenburgo

Dedicatoria Six Concerts à plusieurs instruments (Wikipedia)

No queremos terminar estas colaboraciones del 2021, sin compartir una importante celebración, como apuntamos en nuestra bitácora de oyente:

CAFÉ ZIMMERMANN   Cuarta temporada 24/12 

22/12/2021 300 años de los Conciertos de Brandenburgo.«.. En la «Academia Arcadia» recordamos uno de los aniversarios más importantes de 2021: los tres siglos del manuscrito de los Conciertos de Brandenburgo de Johann Sebastian Bach. Escuchamos un fragmento de cada una de las seis obras, dedicadas al margrave Christian Ludwig de Brandeburgo-Schwedt, y recordamos la teoría de Philip Pickett que advierte en ellos.

A continuación el citado anexo recuperado de MusicaAntigua.com espacio cultural sobre la música compuesta antes de 1750:

Alegoría y simbolismo en los Conciertos de Brandenburgo

Pablo Rodríguez Canfranc
Lunes, 9 de noviembre de 2020

Los Conciertos de Brandenburgo BWV 1046-1051 son sin duda de las obras más conocidas de Johann Sebastian Bach. Como reza su título original, Six Concerts à plusieurs instruments, se trata de una serie de seis conciertos para ser interpretados con un amplio abanico de instrumentos. La dedicatoria que acompañó las partituras originales deja claro que fueron compuestos para el hermanastro de Federico I de Prusia, el margrave de Brandenburgo, Christian Luis.

Parece evidente que Bach pretendía con estas composiciones rendir homenaje al noble al que iban destinados, pero hay quien sostiene que, además, las piezas contienen un significado simbólico y alegórico, sujeto a diversas interpretaciones. Es el caso del músico Philip Pickett (Notas interiores a la grabación de Los conciertos de Brandenburgo, de New London Consort, L’Oiseau-Lyre D 206896), quien cree advertir una lectura adicional en las piezas relacionada con la moral, a modo de las pinturas de vanitas, que tuvieron tanta difusión en el Barroco. De acuerdo con esta interpretación, Bach habría construido con sus conciertos un retablo en alabanza del margrave -retratándole como un héroe clásico-, y, a la vez, habría incluido en el discurso musical elementos simbólicos advirtiendo sobre lo breve de la vida, y lo efímero e inconsistente de la gloria terrenal.

El margrave Christian Luis de Brandeburgo-Schwedt era el hijo de la segunda esposa de Federico Guillermo I de Brandeburgo, conocido popularmente como el Gran Elector, por las reformas que realizó y que cimentaron el reino de Prusia. Tras la muerte de éste en 1688, su heredero Federico reinará como elector y desde 1701 como el primer rey de Prusia, hasta su fallecimiento en 1713. Hombre cultivado, fundó la Academia de las Artes de Berlín en 1696, y cuatro años más tarde la Academia de Ciencias, cuyo primer director fue Leibniz. Apoyó también la música gracias a la influencia de su esposa Sofía Carlota de Hannover, para quien construyó el Palacio de Charlottenburg, que se convirtió en un enclave musical de primer orden en aquellos primeros años del siglo XVIII.

Todo esto cambió tras al morir el monarca prusiano y sucederle al trono su segundo hijo con Carlota, Federico Guillermo, conocido como el Rey Sargento por sus esfuerzos en convertir Prusia en una potencia militar, quien acabó con la vida musical berlinesa despidiendo a todos los músicos, muchos de los cuales acabaron recalando en Cothen y convirtiéndose en colegas de Bach. Con todo, permitió que su tío Christian Luis mantuviese su capilla musical y su residencia palaciega en Charlottenburg. Parece ser que mientras que su sobrino centraba su mandato en los asuntos más guerreros, él intentó mantener algo del espíritu cultural que había imperado durante el reinado de su hermanastro.

El encuentro con Johann Sebastian Bach pudo tener lugar en 1718 o 1719, cuando el músico gestionó la adquisición en Berlín de un clavicordio del constructor Michael Mietke para el príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen. Bach ejercía en ese momento de maestro de la capilla de la corte de Cothen. Como indica Malcolm Boyd (Bach: The Brandenburg Concertos, 1993), no existen evidencias de que viajase en julio de 1718 para encargar el instrumento, como se ha sugerido, pero sí es más que seguro que estuvo al año siguiente para abonar personalmente el importe de la fabricación, inspeccionar el acabado, y encargarse de su traslado a Cothen.

Durante esta visita tuvo que conocer al margrave Christian Luis, como expresa en la dedicatoria que le ofrece con la partitura de los Conciertos de Brandenburgo, donde refiere haber interpretado para él y haber recibido del noble la petición de obra original. Sin embargo, Philip Pickett afirma que no se tiene constancia de que el margrave agradeciese o remunerase el trabajo de Bach, y, en cualquier caso, se trata de unas obras excesivamente ambiciosas, en términos de instrumentos, para ser interpretadas por su reducida capilla musical.

Pickett defiende que detrás de esta música que celebra la grandeza del noble priusiano se esconden, de manera más o menos velada, alusiones a la brevedad de la vida y a lo vano de la vida terrenal. La vanitas del arte barroco, y el memento mori -recuerda que morirás-, presente tanto en los cuadros de naturalezas muertas, como en los que presentan calaveras, recordando lo pronto que abandonamos este mundo y el paso a la vida eterna.

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J.S. Bach: The Brandenburg Concertos
A New Interpretation*

Philip Pickett

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El primer Concierto de Brandenburgo ha sido tradicionalmente asociado con la grandeza del margrave y con su destreza como guerrero y cazador, puesto que entre los instrumentos de la pieza está incluido el cuerno de caza (Corni di Caccia). Philip Pickett va más allá, y establece una conexión entre el sonido del cuerno y el de los instrumentos de metal usados en la antigua Roma en las paradas militares y los desfiles triunfales-como la tuba, el cornu y la buccina-, e incluso aventura una más que arriesgada identificación entre el pequeño violín que suena en este primer concierto y la lira de Nerón. A fin de cuentas, razona, el último emperador de la dinastía Julio-Claudia, con todas sus contradicciones, era un amante de la música, ¿por qué no le iba a retratar Bach en su pieza triunfal?

El segundo concierto de la serie tiene entre sus protagonistas a una trompeta en Fa natural, que Pickett ve como alegoría de la Fama, en la iconografía barroca una figura que, acompañada de el l Tiempo, la Fortuna y la Envidia, solía aparecer en las obras laudatorias sobre un gran personaje. De hecho, en esta pieza las tres últimas personificaciones podrían estar representadas por el violín, el oboe y la flauta de pico, que parecen dialogar entre ellos. La Fama acompañaba a los hombres ilustres al Parnaso, y, frecuentemente, junto con los grandes poetas de la antigüedad, como Dante, Virgilio y Homero. Por ello, Philip Pickett establece una conexión entre ellos y los instrumentos que suenan en el segundo Concierto de Brandemburgo. A Homero se le suele representar tocando una lira de braccio, así que, por cercanía, en la pieza sería el violín. Por su parte, Virgilio es famoso por sus églogas o poemas pastorales, y estando lo campestre relacionado con los instrumentos de caña -siringa, caramillo-, el romano estaría encarnado en el oboe. Finalmente, Dante, el poeta perdidamente enamorado, sería la flauta de pico, aerófono que en el Barroco era asociado con la pasión.

El número 3 de la colección está centrada incluye tres grupos de tres violines, tres violas y tres violonchelos. Pickett se muestra convencido de que Bach quiso representar el movimiento y la armonía de las esferas celestes, un tema muy en boga en la astronomía del siglo XVII. Inmediatamente plantea la asociación con las nueve musas de la mitología clásica, encargadas de guiar a los creadores y artistas. Y, aquí es donde estaría la relación con el margrave, puesto que Christian Luis fue un importante mecenas de las artes, por lo tanto su figura podría verse asociada con la de las musas.

Para explicar el concierto número cuatro Philip Picket saca a colación el tema mitológico de la contienda musical entre el dios Apolo y el sátiro Marsias, que equivale a una lucha entre la parte racional y la pasional del ser humano. La lira del olímpico, que representa el orden y la armonía, se enfrenta al aulós -una especie de flauta doble griega-, que se asocia con el espíritu dionisiaco más primario, la lujuria y la borrachera. En la pieza en cuestión el violín haría las veces de la lira apolínea, mientras que las dos flautas de pico que intervienen serían el aulós. Por supuesto, el margrave estaría identificado con la deidad triunfante.

La mitología griega también está presente en el siguiente concierto que sería una alegoría del tema de la decisión de Hércules. El héroe se encuentra en un cruce de caminos y debe elegir entre el vicio y la virtud. Esta última estaría encarnada por la diosa Atenea, quien, al igual que Apolo en el anterior, es representada por el violín. Frente a ella se encuentra la flauta tentadora del sátiro, figura comúnmente asociada a los placeres más terrenales y carnales. El tercer instrumento del concertino es el clavecín, cuya parte sugiere Picket que es el reflejo musical de las dudas y la indecisión en la mente de Hércules, que aquí sería Christian Luis, quien al final elige el camino virtuoso y alcanza la fama eterna.

Finalmente, el sexto Concierto de Brandenburgo está directamente relacionado con la muerte y la vanitas barroca de la que hablábamos más arriba. La ausencia del violín le da a esta pieza un aire más sombrío y apagado, como representando el fin inexorable de todo lo que vive.  Philip Picket cree ver en esta pieza una alegoría muy popular en la Europa del siglo XVII, el encuentro entre tres príncipes y tres muertos. Tres jóvenes príncipes (dos violas y un chelo), volviendo despreocupados de la batida de caza se topan con tres cadáveres (dos violas y un violone). Las figuras de la muerte compelen a los príncipes para que se arrepientan, pues la riqueza y la belleza se esfuman – ambas deben en algún momento sucumbir a la muerte.

Imagen de Bach: HadiKarimi.com

Camille SAINT-SÄENS. A 100 años de su fallecimiento

Un verdadero hombre del Renacimiento, Reidar era un serio estudioso de la música clásica. Durante nueve años fue un popular locutor de fin de semana para KUAT FM, la estación de radio de música clásica de Tucson. Como mecenas apasionado de las artes, disfrutaba especialmente de la Orquesta Sinfónica de Tucson y de asistir a conciertos de orquesta dondequiera que sus viajes lo llevaran en el mundo. De acuerdo con los deseos de Reidar, no habrá servicio, pero se pueden hacer contribuciones a la Orquesta Sinfónica de Tucson o la Sociedad Protectora de Animales del Sur de Arizona.

Saint-Saëns' Third Symphony, “With Organ”: Scaling the Summit – The  Listeners' Club

Camille Saint-Saëns

París, 9 de octubre de 1835 – Argel, 16 de diciembre de 1921

Escribir esta reseña me retrotrae a mis inicios de oyente de música “clásica”, cuando combinaba mis escuchas del canal clásico de Radio Nacional de Venezuela con las visitas a la Biblioteca Nacional, en su sede entre las esquinas de San Francisco y La Bolsa, donde leíamos biografías de músicos y música en general  uno de cuyos tesoros es Cómo escuchar un concierto, de Jorge D’ Urbano (editorial Atlántida 4ta. edición, 1959, 242 páginas), que años despuês me volvió a facilitar Pololo.

Para preparar esta semblanza de Camille Saint-Saëns usamos Wikipedia, entre otras ayudas. Todavía se discute la obra del compositor (ver el blog Foroclasico). En el curso de Pololo sobre el poema sinfónico, escuchamos algunos de los compuestos por Saint-Saëns.

Recomendamos escuchar en el Canal Clásico de RNE :

Sinfonía de la mañana El retiro de Saint-Saëns, del 2/12/2021 por Martin Llade.

Temas de música. 8 programas de Arnold Febre, del 30/5/al 27/06/2021.

Grandes ciclos, del 1/10 al 24/12/2021, 58 programas de María del Ser.

Música y significado por Luis Ángel de Benito: La 3ª Sinfonía de Saint-Saëns 17/04/2011 

Gran Repertorio. Saint-Säens. Carnaval de los animales, 10/03/2019 y Danza macabra 15/08/21 presentado por Daniel Quirós. 

Solo piano. De Bach a Offenbach: Concierto nº 2 de Saint Saens, 13/09/20 Según Miriam Bastos la obra  comienza citando a J. S. Bach  y termina con Offenbach. 

Saint-Saëns fue un intelectual multifacético. Desde pequeño se dedicó al estudio de la geología, la arqueología, la botánica y la entomología, específicamente la rama de los lepidópteros. Fue también un excelente matemático. Además de la actividad musical como compositor, intérprete y crítico, se dedicó a las más variadas disciplinas, se entretuvo en discusiones con los mejores científicos europeos y escribió doctos artículos sobre acústica, ciencias ocultas, escenografía teatral en la Roma Antigua e instrumentos antiguos. Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia, poseía un telescopio y organizaba sus conciertos de tal modo que coincidieran con algunos acontecimientos astronómicos (como eclipses solares). Asimismo escribió una obra filosófica, Problemas y misterios, un volumen de poesía, Rimes familières, y la comedia La crampe des écrivains.  La larga vida de Camille Saint-Saëns atravesó todo el período romántico; fue uno de los protagonistas de la segunda fase de este movimiento y asistió a su declive en pleno siglo XX. Fue un incansable viajero que conoció casi toda Europa, Escandinavia, América del Sur —Argentina y Uruguay-, la isla de Ceilán (en el sur de la India), Saigón (en Indochina) y el Lejano Oriente.

Entre 1860 y 1917 escribió música para la escena. En 1861 conoció a Richard Wagner cuando actuaba como pianista en la Ópera de París en una presentación de Tannhäuser. Saint-Saëns defendió con ahínco su música — en especial Tannhäuser y Lohengrin—, y también la de Schumann, contra la opinión generalizada de la Sociedad del Conservatorio.

En 1873 organizó y dirigió en París un concierto dedicado exclusivamente a obras de Liszt, y fue el primero en estrenar en Francia sus Poemas sinfónicos. En 1871, fue el primer compositor francés en escribir uno: La rueca de Onfalia. Más tarde le siguieron otros poemas: Phaéton (1873), La danza macabra (1874) y La juventud de Hércules (1877).

Hay que recordar sus largas estancias en Gran Canaria Camille Saint-Saëns. En su primera recalada (diciembre de 1889 a abril de 1890 de 1890) llega de incógnito y se ofrece para tocar los timbales en la Orquesta Filarmónica, aunque pronto es descubierto debido a sus conocimientos de música y gracias a la prensa que publicó una foto suya, muy preocupados por su desaparición. Constancia de su total  integración en la vida social y cultural de Gran Canaria, en sus siete viajes, es que en cada uno ellos estrenó sus piezas para piano como el Vals Canariote y Campanas de Las Palmas; compuso Déjanire, una monumental obra que exige no menos de 200 cantantes, 18 arpas, 25 trompetas y más de 100 instrumentistas de cuerda. Inauguró el órgano de los claretianos, tocó el órgano de la Catedral, estrenó su Sonata de violín y piano, acompañando al gran violinista grancanario José de Avellaneda; realizó varios conciertos a beneficio del Hospital de San José y de la Filarmónica, donde se hizo acreedor al reconocimiento de la entidad, que le nombró Presidente de Honor; también el Ayuntamiento le otorgó el título de Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria. Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.

Como recoge Nicolás Díaz-Saavedra (www.revistacanarii.com)  Saint-Saëns se sentía feliz en Las Palmas de Gran Canaria; el propio músico escribe a un amigo: 

«He encontrado de nuevo la dulzura del aire, las pequeñas casas rojas, azules, amarillas, que uno diría están hechas para ser alineadas por niños en una mesa, las chicas guapas con faldas claras, la cabeza y el pecho cubiertos por la virginal mantilla de lana blanca, fina y ligera, ¡ah la tranquilidad, la divina tranquilidad! Me han acogido con toda cordialidad, verdaderamente conmovedor por su sinceridad evidente».

En el invierno de 1891 estuvo en Ceilán (actual Sri Lanka), y allí revisó su ópera  Proserpina. Volvió a Egipto y encontró El Cairo muy placentero, permaneció allí una larga temporada y escribió África, una fantasía para piano. A causa de sus giras de concierto, viajaba frecuentemente y comenzó a escribir una serie de artículos de recuerdos para La Revue bleue. Conoció casi toda Europa, Escandinavia, América del Sur – Argentina y Uruguay-, la isla de Ceilán (en el sur de la India), Saigón (en Indochina) y el Lejano Oriente.

A partir de 1894, supervisó la edición completa de las obras de Jean-Philippe Rameau para la editorial Durand. 

En la inauguración de la Exposición Universal de París (1900) se estrenó Le feu céleste (El fuego celeste), una cantata que festeja la electricidad y que muestra el interés que Saint-Saëns, con 65 años, aún conservaba por todas las cosas que sucedían a su alrededor, y en especial, por los avances científicos.

El 8 de febrero de 1903, Sarah Bernhardt bailó Andromaque, ballet con música que ella le solicitara. En 1905 Saint-Saëns permitió al coreógrafo ruso Michel Fokine usar Le cygne (El cisne de El carnaval de los animales) para el espectáculo de Anna Pávlova.  La muerte del cisne, sería el comienzo de la carrera de la bailarina y uno de sus más afamados ballets.

Saint-Saëns estuvo dos veces en el Río de la Plata. En 1904, invitado por el gobierno, dio una serie de conciertos de órgano en la Iglesia de la Merced (Buenos Aires) y audiciones de música de cámara, con un inmenso éxito, en el porteño Teatro Odeón, en los teatros Rivera Indarte y Argentino (ambos de la ciudad de Córdoba) y en el Palacio de la Música de Montevideo. De su paso por la capital uruguaya ha quedado como insólito recuerdo el manuscrito de un himno compuesto por encargo del Partido Colorado. Doce años más tarde,entre mayo y junio de 1916 dirigió en el Teatro Colón las seis primeras representaciones en francés de Sansón y Dalila y, en un concierto celebrado el 7 de julio, el primer acto de la misma ópera, el poema sinfónico La juventud de Hércules (1877), la música de escena para el drama de Brieux, La fe (1909), y fragmentos de su ópera Enrique VIII (1883). 

El compositor Arturo Luzzatti narra cómo, en plena guerra mundial y con todas las precauciones del caso (ensayos de salvamento, etc.), él viajó desde Génova en el vapor Tomaso di Savoia junto con el Saint-Saëns y el elenco de Sansón y Dalila  (la mezzosoprano Jacqueline Royer, el tenor Lafitte y el bajo Marcel Journet), así como Titta Ruffo, Ninón Vallin, Armand Crabbé, Rosa Raisa y otras luminarias de la lírica que intervendrían en la temporada del Colón.

En 1908, fue el primer compositor de renombre en escribir para el cine. Compuso la música para L’assassinat du duc de Guise (El asesinato del duque de Guisa), película de André Calmettes y de Charles Le Bargy, que hoy se cita sólo por la música.

En 1908, Saint-Saëns visitó los Estados Unidos para ofrecer recitales en las ciudades más importantes. En vísperas de la Primera Guerra Mundial compone el oratorio The Promised Land para ser interpretado en la Catedral de Gloucester. El conflicto bélico no evitó que Saint-Saëns retornase a los EEUU con motivo de la Exposición de San Francisco, ciudad en donde compuso Cyprès et Lauriers para celebrar la victoria de los aliados. A su regreso de tierras americanas, Saint-Saëns viajó hasta Argelia y luego a Grecia, donde dirigió algunos festivales al pie de la Acrópolis.  

Saint-Saëns que inició su carrera de compositor como un innovador y  personificación de la modernidad artística en las décadas de 1850 y 1860, se transformó en un personaje reaccionario; es sabido que el 29 de mayo de 1913 abandonó la sala donde se estrenaba La consagración de la primavera, de Ígor Stravinski, enfurecido, por el uso innovador del fagot (según él, inapropiado) en los compases iniciales de la obra.

Sus interpretaciones de Mozart provocaron la emoción de Marcel Proust, quien lo admiró y siguiendo los consejos de su amigo Reynaldo Hahn,  haría de él el personaje de Vinteuil en su obra Un amor de Swann  publicada en 1913.

Saint-Saëns parte para Argel en 1921 buscando el calor que tanto le beneficiaba. Allí falleció víctima de sus afecciones pulmonares a los 86 años, en el Hôtel de l’Oasis, de Argel, en un día que pasó apaciblemente y en el que trabajó un poco e incluso cantó algunas arias de Verdi. Sus restos mortales se trasladaron a París.

Obras más conocidas

De sus 12 óperas el aria “Mon coeur s’ouvre a ta voix.”

De sus 5 conciertos para piano, el No. 2 en sol menor, Op. 22 (Ver en Youtube  

RTVE Orchestra  Soloist Alexandеr Malofeev  Conductor George Pehlivanian 

Madrid, Teatro Monumental Temporada 2020-2021, del dia 23/10/2020)

Oberturas y otras obras orquestales Introducción y rondó caprichoso Op. 22, Bacanal de Samson y Dalila Op 47.

De los 2 conciertos para violoncelo el No.1 mas melódico y el No.2 mas técnico.  

De sus 5 sinfonías, la No. 3 para órgano

De los 3 conciertos para violín el No. 3

De obras para solista y orquesta, El carnaval de los animales

Menos conocidas

Un Réquiem, sus obras de cámara y música coral. En RNE Clásica en su programa Armonías vocales, Javier  Corcuera  presentó el 11/12/2021 algunas piezas corales. 

GUĺA DE  ESCUCHA

Saint-Saëns  Concierto N° 2 para piano y orquesta en sol menor, Opus 22

La obra tiene tres movimientos y presenta la singularidad de que el movimiento lento es el primero y no el segundo.

Andante sostenuto:  Larga introducción del piano solo con reminiscencias barrocas. La orquesta hace su aparición en el minuto 1:29 con sonoros acordes; luego el piano canta el tranquilo y melancólico primer tema (2:03); se inicia un diálogo con la orquesta. Un segundo tema aparece en 4:05, presentado por el piano y la orquesta. En 8:10 el solista inicia una larga cadenza hasta que en 10:38 se incorpora la orquesta, acompañando al piano de un modo acallado y misterioso para, inesperadamente, avanzar hacia un clímax en 12:42. Dos secos acordes en fortissimo cierran el movimiento.

Allegro scherzando: 13:06  Como ya se dijo, en vez del típico adagio, como segundo movimiento tenemos un scherzo. En la tonalidad de mi bemol, los dos temas que lo conforman son alegres e ingeniosos. Primer tema: 13:10. Rapidísimas escalas octavadas del piano conducen al segundo tema, sin más preámbulos, en 14:20. Se retoma el primer tema en 15:30, ahora en tonalidad menor. Primer y segundo tema se alternan antes de conducir a un cierre sencillo, parco y elegante.

Presto: 19:34  La pieza vuelve a la tonalidad inicial, sol menor. El movimiento es enteramente una frenética tarantela. Terriblemente rápido, termina con un tumultuoso finale arpegiado de piano y orquesta. No caben dudas de que Saint-Saëns sabía cómo darle término a un concierto y, como dijo Berlioz, debió haber sido además un pianista fulminante.

La versión es de Arthur Rubinstein acompañado por la London Symphony Orchestra dirigida por Pierre Boulez.

Maurice Ravel a 146 años de su nacimiento

Compositor francés (1875-1937), nació en el País Vasco francés. Estilísticamente se le considera impresionista. 

Artista riguroso y preciso (para Stravinski El más perfecto relojero de todos los compositores. Stravinsky confirmó que Ravel asistió al ensayo general de la Consagración de la Primavera y fue la única persona que comprendió inmediatamente la música). Obsesionado por la perfección formal y técnica de su creación aunque de extraordinaria fantasía y con una capacidad única para tratar el color instrumental. El timbre, cualidad que se aprecia de manera especial en su producción destinada a la orquesta, como su Rapsodia española, La valse o su paradigmático Bólero, un auténtico ejercicio de virtuosismo orquestal por la forma en que combina los diferentes instrumentos, desde el sutil pianissimo del inicio hasta el fortissimo final. Su música de cámara y la escrita para el piano participan también de estas características.

En el verano de 1933, Ravel comenzó a presentar los síntomas de una enfermedad neurológica que lo condenaría al silencio en los últimos cuatro años de su vida. Desórdenes de la escritura, de la motricidad y el lenguaje fueron sus principales manifestaciones, mientras que su inteligencia se mantenía perfectamente y seguía pensando en su música, sin poder ya más escribir o tocar una sola nota. 

A lo largo de su vida, Ravel llevó su amor por la literatura. Le encantaba leer las obras de sus contemporáneos como Paul Verlaine. El primer trabajo conocido de Ravel fue «The Great Black Dream» basado en el trabajo de Verlaine. Por supuesto, Ravel fue influenciado por Baudelaire y Mallarmé, y el compositor puso música a algunas de sus creaciones. También leyó los grandes clásicos: Racine, Cornelli y, por supuesto, Molière. Entre los literatos extranjeros, admiraba especialmente a Edgar Allan Poe. Durante una exitosa gira de 1928 por Norteamérica, Ravel le dijo al New York Times que su «mejor maestro en composición era Edgar Allan Poe». [De Poe a Ravel, pasando por Baudelaire.  José Mansergas, Archivo de Art Valenciano, Vol., XCII, 2011. Se trata acerca de la influencia de Edgar Allan Poe sobre Maurice Ravel, a través del estudio comparado de utilización de argumentos y procesos comunes, en el contexto del movimiento simbolista, según referencias a la figura mediadora de Baudelaire]

Debido al número obras para piano que Ravel paso a la orquesta tenemos la oportunidad de ver cómo funcionaba su mente de compositor. Por ejemplo, Ma mère l’Oye (Mi Madre, La Oca), compuesta originalmente como una suite de cinco movimientos para dúo  de  piano. Al año siguiente, lo orquestó y luego lo convirtió en un ballet añadiendo dos movimientos y algunos interludios, para un total de once secciones. Esta es una música delicada y exquisita, que brilla por su imaginación.

Como  ejemplo de las coloridas piezas con sabor español, la  Alborada del gracioso. Comenzó en 1905 como una de un conjunto de cinco piano piezas que él llamó Miroirs (Espejos). Trece años más tarde, la transcribió para orquesta.

Con increíble cuidado e imaginación en el uso de la paleta orquestal, Ravel sacó los colores ideales para cada parte de la suite para piano de Modest Mussorgsky Cuadros de una exposición.

Daphnis y Chloé fue compuesta como un ballet en tres escenas para gran orquesta y coro sin palabras. Esto es lo último en música exuberante, caleidoscópicamente colorida, y finalmente orgásmica. Ravel extrajo dos suites del ballet; la segunda – básicamente la segunda mitad de la original – le da las partes más jugosas y es la más frecuentemente interpretada.

El famoso Boléro muestra el perfeccionismo de Ravel y su insuperable habilidad para la orquestación. Compuesta originalmente como un ballet, la música es simplemente dos melodías similares alternando repetidamente sobre un ritmo de inalterable de la percusión. No hay ningún desarrollo en absoluto; lo que se nota es un desfile de colores intrigantes a medida que las melodías pasan de un instrumento a otro o grupo de instrumentos y el inexorable aumento de muy suave a muy fuerte.

Nos hayamos dado cuenta o no, conocemos la música de Maurice Ravel. Muchas películas las utilizan en su banda sonora, al respecto el concertista y musicólogo Antonio Soria [www.melomanodigital.com] dice:

                                     “Al salir de la tormenta, tu vida nunca volverá a ser la misma”.

Así termina uno de los tráileres oficiales en español de Biutiful (2010) film de Alejandro González Iñárritu.

Utilizo este título y esta frase para comenzar por tres razones: primero, lo apropiado de la palabra inglesa beautiful a que hace referencia como adjetivo a la preciosa partitura de hoy; segundo, porque quien figura como autor de la música del film (Gustavo Santaolalla) utilizó el segundo movimiento del Concierto en un momento clave de la película; y, tercero, por lo mesiánico, para bien o para mal, de la rotunda frase con que finaliza el tráiler, ya que conocer el Concierto en sol de Ravel supone un antes y un después para cualquier sensibilidad.

Si algo podemos aprender de los momentos clave de la vida es que el buen uso del tiempo es lo que puede marcar la diferencia entre aprovecharlo o no. Les aseguro que disfrutar del Concierto en sol de Ravel es una maravillosa forma de aprovechar el tiempo para nuestra salud, no solo física y mental, sino la del alma. Como decía Platón: ‘…la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo’, o Edgar Alan Poe, algo así: ‘…es a través de la música como el alma mejor se aproxima, cuando le inspira el sentimiento poético, a su objetivo: la creación de la belleza sobrenatural’ 

Parafraseando la visión de Biutiful, el Andante del Concierto es algo sobrenatural, y así se utiliza en un momento clave de la película. 

Como pianista que conozco la obra desde dentro, aseguro que es una obra maestra del pianismo francés, desde la primera hasta la última nota. ….

Desde el latigazo inicial, un trepidante diseño bitonal en la tónica, con la izquierda un semitono más bajo, acompaña el admirable solo de la trompeta. Una de las maravillas de este concierto es que el piano solista es nada fácil, bien virtuosístico y gratificante, y también los solistas de la orquesta se lucen en multitud de instantes mágicos de sonoridad evocadora. El primer tema que expone el piano, allá por el compás 42 (en fa sostenido menor) es subyugante, repleto de sensualidad morisca en mezcolanza con un brillante pero sereno diseño pentatónico que se desliza por la tesitura más aguda… con un sentido rítmico que a partir del primer movimiento(compás 106) presenta un ingenioso y seductor humor, alcanzando cotas de dinámica no tan frecuentes en Ravel, como las ‘fff‘ del compás 138, que enseguida contrasta con un repentino ‘p‘ profundo lleno de ritmo y vigor. Música que trasciende fronteras… ya se ve la estatua de Colmar (la de la liberté) con la presencia del estilo jazzístico que tanto admiraba Gershwin… o la genialidad de la cadencia del primer movimiento, donde los trinos de la mano derecha se enlazan cromáticamente imitando a aquel instrumento parisino callejero, la scie musicale (sierra tocada con un arco). Los sonidos del arpa, de toda la orquesta, hasta que el tremulante final del primer tiempo Allegramente cierra con la rotunda escala de sol a sol mezclando mayores, menores y alterados. Todos presentes.

El segundo movimiento, de belleza inefable, comienza a piano solo en una larga melodía en ¾ hemiólico más que genial (como diría Richter). Todo lo que contiene esta música es inexpresable con palabras (o haría falta mucho más espacio del disponible aquí, y un estilo literario capaz de engarzar con la sensibilidad más sublime). Llegar al Presto tercer movimiento es una fiesta, un derroche de virtuosismo sonoro por cantidad y calidad de notas, jugando con quintas, acordes, notas repetidas, arpegios, escalas cromáticas… una tonelada de recursos eficaces que, aunque Ravel propuso a Long terminarlo con trinos y en ‘pp‘, …y sorpresa… al final una estupenda escala cromática desplegada en octavas con las dos manos y siete compases con anacrusa en perfecto unísono de orquesta y solista, llegando, de forma rotunda, a lo más profundo del piano (en el bajo hace un la con un sol porque ya el teclado se acabó).”

En la música de Ravel  reconocemos:

• Una precisión bien ajustada. Para él, cada problema musical tenía una solución perfecta.

• La influencia de los compositores rusos (Rimsky-Korsakov, Borodin) y franceses (Satie,  Chabrier, Debussy, y Fauré, el maestro de Ravel en el Conservatorio) e incluso el virtuoso Liszt.

• El uso frecuente de modelos históricos, incluyendo formas de danza tradicional y los ritmos y melodías de España.

• Un alto grado de virtuosismo, en particular las piezas para piano.

Para conocer más de la obra de Ravel, escuchar:

(Instrucciones.- www.rtve.es,/alacarta; escoger Radio Clasica. En De la A la Z, colocar el nombre del programa, luego escribir el mes y el año). 

GRANDES CICLOS RAVEL

10/12/2012 75 años sin Ravel – Comenzamos el monográfico dedicado a recordar el 75ª aniversario del fallecimiento de Maurice Ravel con algunas de sus primeras obras: la Serenata grotesca, el Minueto antiguo, los Sites auriculaires y la Sonata póstuma para violín y piano. Escuchamos además algunas de sus primeras canciones: Santa, Balada de la reina muerta de amor, Un gran sueño negro y Canción de Rouet.

11/12/2012 Maurice Ravel – La primera Sheherazade –  Obertura Sheherazade, la primera obra con el personaje oriental como protagonista del catálogo de Ravel y también su primera composición sinfónica. Continuamos con los 2 Epigramas de Clement Marot, la versión para piano de la Pavana para una infanta difunta, y la Cantata Myrrha.

12/12/2012 Cantatas de Roma – Las cantatas Alcyone y Alyssa, dos obras que Ravel escribió para la fase final de las ediciones de 1902 y 1903, respectivamente, del prestigioso Premio de Roma que nunca ganó. Sonaron en versión de la Orquesta del Capitolio de Toulouse bajo la dirección de Michel Plasson.

13/12/2012  Maurice Ravel – Juegos de agua, Cuarteto y Sheherazade La obra que define indiscutiblemente la personalidad de Ravel, los Juegos de agua para piano de 1901. Continuamos con su original Cuarteto de cuerda en Fa Mayor y cerramos el programa con los tres lieder para voz y orquesta sobre poemas de Tristan Klingsor agrupados bajo el título de Sheherazade, que escuchamos en la versión de Janet Baker, la Orquesta New Philharmonia de Londres y John Barbirolli en la dirección.

14/12/2012 Maurice Ravel – Miroirs – La obra principal del quinto capítulo del monográfico Ravel es su ciclo para piano titulado Espejos (Polillas, Pájaros tristes, Una barca sobre el océano, Alborada del gracioso y El valle de las campanas), que escuchamos con Pierre Laurent Aimard. Además, conocimos la Introducción y Allegro para arpa, flauta, clarinete y cuarteto de cuerda con la Academy of Saint Martin in the Fields.

17/12/2012 Maurice Ravel – Sonatina para piano y canciones La encantadora y delicada Sonatina para piano que Ravel escribió entre 1903 y 1905. Después llegaron las canciones de aquella época, populares (5 melodías populares griegas) e irónicas (Historias naturales), entre otras, que escuchamos en las voces de Jessye Norman, Gerald Finley, Elly Ameling, Jose van Dam y Gabriel Bacquier.

18/12/2012 Maurice Ravel – Músicas populares – Una de las obras principales del programa es la Rapsodia española que Ravel concluyó en 1908 inspirándose en el folclore de nuestro país. Continuamos con su obra maestra para piano, Gaspard de la nuit, que escuchamos en versión de Ivo Pogorelich. Para terminar, les ofrecimos el Minueto sobre el nombre de Haydn y una selección de sus Cantos populares.

19/12/2012 Mi madre la oca y Valses nobles y sentimentales – Comenzamos el programa con un fragmento de otra de las obras de inspiración española de Ravel, su comedia musical La hora española, que escuchamos en la versión dirigida por Lorin Maazel. Continuamos con las dos obras principales, ambas con versión pianística y orquestal. Escuchamos la original, para piano 4 manos en el caso de la suite infantil Mi madre la oca, y la de piano solo para los Valses nobles y sentimentales. Cerramos el capítulo con algunas canciones populares armonizadas por nuestro protagonista.

20/12/2012 Maurice Ravel – Daphnis y Chloé –  El ballet Daphnis y Chloé es la partitura más extensa y trabajada del catálogo de Ravel, escrita a petición de los Ballets Rusos de Diaghilev en 1912. Escuchamos sus populares suites de concierto con la Filarmónica de Viena dirigida por Lorin Maazel. Además, conocimos los 3 Poemas de Stéphane Mallarmé con Janet Baker y el Conjunto Melos, así como algunas miniaturas para piano como Monique Haas.

21/12/2012 Maurice Ravel – Trío en la menor – Dos Melodías hebreas interpretadas por Jessye Norman y Dalton Baldwin. La obra principal llegó con el Trío para violín, violonchelo y piano en la menor, partitura de madurez que nos llegó con el Trío Beaux Arts. Para concluir, las 3 Chansons para coro y un fragmento del Carnaval op. 9 de Robert Schumann (original para piano) en orquestación de nuestro protagonista.

24/12/2021 Maurice Ravel – La valse Una obra de homenaje a los amigos caídos en la guerra, Le tombeau de Couperin para piano que escuchamos con Jean-Yves Thibaudet. Como segunda obra principal del programa sonó esa «deconstrucción» del vals vienés, tan típico de las fiestas navideñas, que Ravel plasmó en su poema coreográfico La valse. Lo escuchamos con la Sinfónica de Londres liderada por Claudio Abbado.

25/12/2021 Maurice Ravel – El niño y los sortilegios De un niño y sus juguetes nos hablan Ravel y Colette en la ópera El niño y los sortilegios, de la que escuchamos un fragmento en versión de Simon Rattle, Magdalena Kozena y la Filarmónica de Berlín, entre otros intérpretes. Además, escuchamos la Berceuse sobre el nombre de Gabriel Fauré y la Tzigane para violín y piano, así como las Canciones de Madagascar, entre otras pequeñas piezas de Ravel.

26/12/2012 Maurice Ravel – Concierto para la mano izquierda – La Sonata para violín y piano de Ravel en interpretación de David Oistrakh y Frida Bauer. Continuamos con el Concierto para piano y orquesta en Re Mayor (Concierto para la mano izquierda) que nuestro autor escribió, como otros compositores de su época, para el pianista Paul Wittgenstein. Lo escuchamos con Andrei Gavrilov, la Orquesta Sinfónica de Londres y Simon Rattle en la dirección.

27/12/2012 Maurice Ravel – Ravel: últimas obras – Escuchamos las tres últimas grandes obras de nuestro protagonista. En primer lugar, la versión de la Sinfónica de Londres con Claudio Abbado de su famosísimo Bolero. Continuamos con el Concierto para piano y orquesta en Sol Mayor, que escuchamos en versión de Martha Argerich, la Filarmónica de Berlín y Claudio Abbado. Por último, les ofrecimos las canciones Don Quijote a Dulcinea en la voz de José van Dam. Para terminar, la orquestación de la Sarabande de Pour le piano de Claude Debussy.

28/12/2012 Ravel orquesta a Ravel  Versiones orquestales de las siguientes obras: Mi madre la oca, Pavana para una infanta difunta y Valses nobles y sentimentales.

31/12/2012 Maurice Ravel – Ravel orquesta a Ravel II – Versión orquestal de Le tombeau de Couperin, la Tzigane rapsodia de concierto para violín y el Minueto antiguo. Con Martha Argerich y Nelson Freire recordamos la versión para dos pianos del poema coreográfico La valse.

GRAN REPERTORIO

03/01/2021 RAVEL: La Valse Con las voces de Glenn Gould, Vasily Petrenko y Alan Gilbert.

Versiones: M. Argerich y N. Freire (p.) L. Lortie (p.) Orquesta Sinfónica de Londres. P. Monteux (dir.) Orquesta Filarmónica de Nueva York. L. Bernstein (dir.)

18/12/2019 RAVEL: Mi Madre la Oca -Versiones: D. Ranki y Z. Kocsis (p.)Real Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam. C. M. Giulini (dir.) Orquesta de la Suisse Romande. E. Ansermet (dir.) Orquesta Filarmónica de Berlín. S. Rattle (dir.)

24/02/2019  RAVEL: Daphnis et Chloé – Con las voces de José Luis Pérez de Arteaga, Yannick Nézet-Séguin y Emmanuel Pahud. Versiones: London Symphony Orchestra y Coro de la Royal Opera House. P. Monteux (dir.) Orquesta Filarmónica de Berlín. P. Boulez (dir.) Orquesta Sinfónica y Coro de Montreal. Ch. Dutoit (dir.)

MÚSICA Y SIGNIFICADO

05/05/2017 – RAVEL: Daphnis y Chloé ¡Bienvenidos-as a la obra maestra de Maurice Ravel! ¡Con el Amanecer más sublime de la historia!… La Sinfonía Coreográfica Daphnis y Chloé la compuso en 1912 porque se la pidió Michel Fokine. Es un cuento mágico, un bosque sagrado, una gruta subconsciente, un múuu de los bueyes de Dorcon, una historia de amor por sobre los escollos (incluidos los piratas metimneos), y una alucinación de ninfas pétreas que cobran vida, con la terrible sombra del dios Pan amenazando desde las colinas. Todo hechizado por la orquesta transparente de Ravel. Además suena un coro onírico que no sabemos si canta en sueño o en vigilia (como una atmósfera de Delvaux), pero que se agiganta hasta simbolizar todos los espíritus del bosque, o de la tierra. Atención a esa cuarta/quinta descendente que domina toda la música. Y atención a ese vaivén de dos notas como un sortilegio, que empieza ondulado y se desborda en voluptuosas bacanales. Y atención a la pantomima (Pan-tomima,,,) con el solo de flauta más magistral del repertorio. Acabamos algo pícaros: On a clear day de Burton Lane (1965) que ¿plagia? el Amanecer, y Sleepy Lagoon de Harry James (1941) que ¡plagia! el Amanecer. Felices bosques sagrados.

14/11/2010  Ravel: Trío en La menor 1914: Un zortziko etéreo, lejano, evoca las raíces vascas de Ravel, y sus latidos dominan su memoria, junto con una canción de cuna encantada. Belleza congelada, «corazón en invierno», por este Trío serpentean todos los espíritus, perversos y nobles, de Ravel: en el Pantoum (poema malayo), se contraponen dos temas como dos cabezas de hidra; en el Pasacaille se aleja un nocturno embrujado; y en el Finale se agitan espíritus perversos y brillantes. Un año después Ravel conocería las atrocidades de la Gran Guerra.

SINFONÍA DE LA MAÑANA 

27/01/2021 Debussy y Ravel .Hablamos de la relación entre los dos epígonos del impresionismo musical y su mutua influencia y después José Manuel Sebastián nos habla del pianista islandés Víkingur Ólafsson.

4/5/2020 La valse.  Escuchamos de nuevo el relato sobre «La valse» de Ravel  

17/12/2019 Debussy y Ravel. Escuchamos de nuevo el relato sobre Debussy y Ravel. Los oyentes nos cuentanEscuchamos de nuevo el relato sobre Debussy y Ravel. Los oyentes nos cuentan quién de los dos es su preferido y nos acompaña nuestra colaboradora Marta Vela.

13/11/2018 – Ravel en la guerra – Un relato sobre la vida y obra de los grandes músicos da paso a una selección musical relacionada con el tema, a cargo de Martín Llade, incluyendo la lectura de las redes sociales de la mano de Ana Cortijo.

29/12/2017  Ravel, el mar, Bolero 

Relato de Martín, inma.pacozone.com › wordpress

15/03/2020 El bolero de Ravel (T4 29-12-2017)

20/10/2015 Maurice Ravel – Premio de Roma

VAMOS AL CINE 

19/04/18 Impresionismo II: Ravel, el mar y el cine de aventuras. «El impresionismo está presente en la música para cine desde sus comienzos. Hoy recorremos partituras deudoras del impresionismo de Maurice Ravel. Escucharemos del autor francés Una barca sobre el océano, la Introducción y danza religiosa de Dafnis y Cloe, y una versión jazzística del Bolero. Y las bandas sonoras de Erich W. Korngold para El lobo de mar (Michael Curtiz), la única partitura de Philip Sainton para Moby Dick (John Huston), la de Bernard Herrmann para El fantasma y la señora Muir (Joseph L. Manckievicz) y la música de John Williams para Superman (Richard Donner).»

Biutiful (2010) es una película dirigida y producida por Alejandro González Iñárritu. El título del filme responde objetivamente al modo en que el protagonista entiende que se escribe la palabra del idioma inglés , cuando  su hija le pregunta cómo se escribe la palabra inglesa «Beautiful» para una tarea del colegio. Este le responde algo así como «se escribe así como suena: Biu-tiful». El compositor argentino Gustavo Santaolalla  incluyó en la banda sonora el adagio assai del Concierto para piano en sol de Ravel.

Dichterliebe —Amor de Poeta Opus 48 Robert Schumann

«Cuanto más nos centramos en nuestra felicidad personal, mas se escabulle. Sólo cuando estamos ocupados en otras cosas, ya saben, obsesionados, absortos, comunicando, descubriendo, aprendiendo, bailando! Entonces es cuando experimentamos la felicidad como un efecto secundario. Oh, no debemos ocuparnos tanto en la búsqueda de la felicidad, sino en la la felicidad de la búsqueda

Christopher Plummer, Días de Cine 12 febrero 2021

                                                                     

Escuchando el programa La Llama del viernes 5 de febrero 2021, producido y dirigido por Jorge Barriuso, nos sorprendió escuchar Im wunderschönen Monat Mai (En el maravilloso mes de mayo) en la voz de Silvia Pérez Cruz, tanto por su belleza como por lo raro de grabaciones femeninas de los lieder del Opus 48 (Suzzane Danco 1949; Christine Schäeffer en la película de Oliver Hermann Dichterliebe (2000), y Barbara Bonney, en directo en el Châtelet, Paris 2001). Después supimos que Silvia también había cantado el segundo lied de Amor de poeta, Aus meinen Tränen sprießen (Cuando surgen mis lágrimas)

Arturo Reverter en el programa Robert Schumann Canciones de 1840 escrito en 2001 para la Fundación Juan March dice que «aunque la versión original sea para voz alta (soprano o tenor), este ciclo es frecuentemente interpretado por barítono. Las versiones para voz media o baja contienen algunas modificaciones de la línea melódica. Dedicado a la soprano Wilhelmine Schröder-Devrient, el ciclo ha sido también interpretado por sopranos o mezzosopranos. Ha sido objeto de famosas lecturas por parte de intérpretes de la talla de Dietrich Fischer-Dieskau, Peter Pears, Fritz Wunderlich, Peter Schreier, Brigitte Fassbaender, Ian Bostridge, Thomas Hampson, Thomas Quasthoff, Christoph Prégardien y Christian Gerhaher»

Para una verdadera valoración de la belleza y dificultades de la interpretación de los lieder shumanianos (particularmente el No. 1 y 2 de Amor de poeta), invitamos al lector a ver el video Dietrich Fischer-Dieskau: Masterclass on Schumann.

Un participante de Foroclásico.com  comparte con nosotros la siguiente apreciación de oyente: «Una maravilla de arriba abajo…los poemas de Heine son preciosos y permiten una obra compuesta por 16 maravillas de entre 50 segundos y 3 minutos. A destacar los No. 1, 2, 5, 7, 10, 12 y 13. En todas ellas la línea de canto es de una pureza y sencillez alucinante. Además el acompañamiento pianístico es de una delicadeza típicamente schumaniana.»


Referencias:

Verlos en RTVE, Atención Obras 9 mayo 2014

Audios: 

YouTube: Silvia Pérez Cruz . Tonada de Luna llena.

RNE:  Los imprescindibles – Amor de Poeta – 29/11/08; La canción – Schumann. Amor de poeta – 28/03/11

Dichterliebe op. 48 Robert Schumann  con Guzman Hernando y Aurelio Viribay, con las letras en el video.

«No te guardo rencor» (Lied No.7) de Robert Schumann, op. 48 por  P. D para ruletarusablog.wordpress.com. «Si el arte del Lied consiste en la síntesis inseparable entre texto y música, estamos frente a una obra maestra.»

Libros por Dietrich Fischer Dieskau (1925-2012): Wagner y Nietzsche, 224 p. Altalena Editores; Los lieder de Schubert, Alianza Editorial 296 p.; Hablan los sonidos, suenan las palabras. Historia e interpretación del canto, 460 p.

Sinfonietta, Janáček y Murakami, música y literatura

Leoš Janáček: Sinfonietta 

La Sinfonietta es una obra para gran orquesta, expresiva y festiva, escrita por el compositor moravo Leoš Janáček, quien pretendía expresar «el hombre contemporáneo libre, su belleza espiritual y alegría, su fuerza, coraje y determinación para luchar por la victoria». Su origen se encuentra cuando Janáček escuchó una banda y se inspiró en escribir fanfarrias. Cuando los organizadores del Festival Gimnástico de Sokol (que celebraba la juventud, el deporte y la nacionalidad independiente),le comisionaron una obra, desarrolló el material que había escrito en la Sinfonietta.El compositor dos años despues de completar esta obra.

La obra requiere 3 flautas y flautín, 2 oboescorno inglés, 2 clarinetes, clarinete en Mi bemol, clarinete bajo, 2 fagot, 4 trompas, 9 trompetas en Do, 3 trompetas en Fa, 2 trompetas bajas, 4 trombones, 2 tubas tenortuba bajo, timbalesplatillos, campana, arpa y cuerdas.

La pieza se divide en cinco movimientos, todos con un subtítulo descriptivo, referentes a la ciudad de Brno, recientemente liberada de la ocupacion alemana. 

  1. Allegretto (Fanfarria.)

El primer movimiento es una fanfarria a gran escala orquestada para los vientos metales. Entrelazamiento creativo de pequeñas células musicales que conducen a un clímax único en la literatura orquestal.

2.  Andante (el Castillo)

Los vientos, cuatro trombones y cuerdas, caracaterizan el sonido de Janácek de este movimiento.Combinaciones inusuales de instrumentos, melodías de alto vuelo a menudo se elevan sobre figuras de acompañamiento profundas,sin nada en el medio y el cambio impredecible de una idea a otra. La música de Janácek tiene su propia lógica. 

El castillo Špilberk

3. Moderato (el monasterio de la Reina)

Las partes de viento altamente complejas para este movimiento son sin duda el punto focalque nos lleva a un lugar aún más oscuro que el segundo movimiento. Entran nuevos sonidos orquestales. Movimiento atmosférico y ricamente detallado cubre una gran variedad de estados de ánimo, desde el solemne abriéndose a feroces estallidos de bronce. Prestar atencion al el solo de trombón en la mitad del movimiento.

4. Allegretto (la calle )

El tema de apertura, tocado por la trompeta, es uno de los más memorables de toda la obra. En forma de scherzo suelto, es increíblemente intrincado y te lleva a un emocionante viaje musical.  Los cellos y bajos al inicio del movimiento. Con el manejo de las extremidades de las gamas de instrumentos y los colores que crea Janáček es formidable.  Este movimiento revive el tema inicial y varía en una plétora de diferentes formas, como rítmica, armónica e instrumentalmente. La idea detrás de este movimiento es la celebración de la nueva Checoslovaquia (ligada al tema del ejército). Este es uno de los movimientos más alegres de la obra. de los violonchelos y los bajos cerca del comienzo del cuarto. movimiento

5. Andante con moto (el Ayuntamiento)

El movimiento final es una representación del cambio dentro de la ciudad histórica después de la guerra. Comenzando en Mi bemol menor se toca una melodía retrógrada de la apertura y la pieza gana algo de ritmo. Las demandas rítmicas y los cambios de tiempo son predominantes dentro de la música. En la sección final, reaparece la fanfarria de apertura del primer movimiento y se le unen figuras arremolinados en las cuerdas y armonías estridentes en los vientos.  

“La música de Janâček se mueve y trabaja en el tiempo. Su pensamiento musical está trabajando en múltiples capas simultáneamente. Por un lado, los saltos y yuxtaposiciones de la música, la forma en que repite las pequeñas células de la música y luego, sin previo aviso, se mueve hacia una nueva idea, significa que experimentas una sensación continua de sorpresa y suspenso cuando escuchas esta pieza. Ese tipo de edición cinematográfica y mezcla del tiempo musical parece ser lo opuesto al principio sinfónico convencional, sustituyendo una lógica de colores surrealistas, texturas impredecibles y tiempos aún menos predecibles para el desarrollo, argumento y discurso del comportamiento sinfónico adecuado. Pero la música de Janâček también está haciendo algo más, ya que el material temático que escuchas a lo largo de la pieza está conectado a través de una red sutil de relaciones familiares musicales, con muchas de las melodías estrechamente relacionadas con la idea de la fanfarria de apertura, por lo que su regreso al final. de toda la obra no sólo parece una coda gloriosa y desenfrenada de la Sinfonietta , sino la conclusión de un proceso misteriosamente convincente, sinfónico.”      

Haruki Murakami pertenece a esa especie de seres humanos que no podemos vivir sin música pero no somos músicos.  Que ademas evidencia  como  se crece  dejándose influenciar por lo que se escucha. Es nuestra admiracion de lector por un escritor que ha unido como pocos las pasiones que muchos compartimos. No hay un solo personaje de Murakami que no se defina a través de la música. De la que escucha, de la que siente o de la que suena de fondo en alguna cafetería. 

Murakami utilizó la Sinfonietta como el leitmotiv musical de su novela 1Q84, después de lo cual las ventas de la pieza se dispararon en Japón.       

Capítulo 1  AOMAME
No se deje engañar por las apariencias

“La radio del taxi retransmitía un programa de música clásica por FM. Sonaba la Sinfonietta de Janáček. En medio de un atasco, no podía decirse que fuera lo más apropiado para escuchar. El taxista no parecía prestar demasiada atención a la música. Aquel hombre de mediana edad simplemente observaba con la boca cerrada la interminable fila de coches que se extendía ante él, como un pescador veterano que, erguido en la proa, lee la aciaga línea de convergencia de las corrientes marinas. Aomame, bien recostada en el asiento trasero, escuchaba la música con los ojos entornados.
¿Cuántas personas habrá en el mundo que, al escuchar el inicio de la Sinfonietta de Janáček, puedan adivinar que se trata de la Sinfonietta de Janáček? La respuesta probablemente esté entre «muy pocas» y «casi ninguna». Pero Aomame, de algún modo, podía.
Janáček compuso aquella pequeña sinfonía en 1926. El tema inicial había sido creado, originalmente, como una fanfarria para una competición deportiva. Aomame se imaginaba la Checoslovaquia de 1926. La primera guerra mundial había finalizado, por fin se habían liberado del prolongado mandato de la Casa de Habsburgo, la gente bebía cerveza Pilsen en los cafés, se fabricaban flamantes ametralladoras y saboreaban la pasajera paz que había llegado a Europa Central. Ya hacía dos años que, por desgracia, Franz Kafka había abandonado este mundo. Poco después Hitler surgiría de la nada y, de repente, devoraría con avidez aquel bello país, pequeño y recogido, pero por aquel entonces nadie sabía aún que ocurriría esa catástrofe. La enseñanza más importante que la Historia ofrece a las personas tal vez sea que «en cierto momento nadie sabía lo que sucedería en el futuro». Aomame se imaginaba el apacible viento atravesando las llanuras de Bohemia y, mientras escuchaba aquella música, reflexionaba sobre las vicisitudes de la Historia.”

Concierto para oboe en re menor de Alessandro Marcello

Alessandro Marcello es uno de esos compositores recordado por una de sus obras.  En el Concierto para oboe, el movimiento central es un adagio profundamente sentido que aspira al patetismo genuino, y es la razón por la que se ha utilizado en películas como The Hunger (con David Bowie y Susan Sarandon, 1983), The Firm (con Tom Cruise y Gene Hackman, 1993), The House of Mirth (2000), pero fue realmente la romántica historia de amor, Anónimo Veneciano (1970),  la que más contribuyó a popularizarla entre todos los públicos.  .

En el período de Weimar (1708-17), Johann Sebastian Bach arregló varios conciertos de maestros venecianos, utilizando las obras que el príncipe Johann Ernst compró en los Países Bajos. El arreglo que hizo Bach del Adagio de Marcello para su propio Concierto para clave en re menor, BWV 974, no se se basó en la edición de Amsterdam, sino que debe haberse basado en una versión manuscrita —perdida —del concierto que circuló antes de su impresión. El manuscrito original de concierto de Marcello se encuentra en los archivos de la Biblioteca Marciana, en Venecia,  y su primera ejecución en tiempos modernos se realizó en la “Feste Musicali di San Rocco” en el año 1997.

El Concierto en re menor, S D935, fue publicado por Jeanne Roger en Amsterdam en 1717, como un Concierto a Cinque —concierto en cinco partes— para oboe (solista), cuerdas (dos partes de violín y una viola) y continuo, compuesto por Alessandro. Marcello.

Los movimientos del concierto son:.

  • Andante spiccato. Lo presenta la orquesta (o instrumento de tecla en sustitución) hasta la enérgica entrada del oboe. El movimiento está escrito en 4/4.
  • Adagio: Comienza también con la orquesta. Es un movimiento muy lento en 3/4. Existen al menos dos versiones diferentes del Adagio que difieren en lo que respecta a la línea melódica a mitad del movimiento y unos pequeños cambios armónicos en la partitura general de la orquesta. 
  • Presto en 3/8.

Su hermano Benedetto Marcello también fue compositor. El estilo de estos hermanos proponía dar paso a la emoción dejando de lado una excesiva ornamentación en la forma compositiva.

Alessandro Marcello: 'La Cetra' Concertos

Alessandro Marcello, coetáneo de Antonio Vivaldi, fue un noble y diletante italiano que además de la música, se interesó por la poesía, la filosofía, la pintura y las matemáticas, bibliófilo, coleccionista de instrumentos y violinista. 

Alessandro compuso y publicó varios grupos de conciertos,  cantatas, arias, canzonettas y sonatas para violín.  Como miembro de la Academia Arcadiana (Pontificia Accademia degli Arcadi), componia bajo el pseudónimo de Eterio Stinfálico.

El  Grove Dictionary of Music and Musicians lo considera un compositor muy competente: «Sus conciertos de La cetra son inusuales por sus partes del instrumento de viento solista, junto con un conciso empleo del contrapunto al estilo vivaldiano, elevando su categoría a la más reconocida dentro del concierto clásico veneciano barroco”..

La Cetra contiene seis conciertos para dos oboes ( o flautas) cuerdas y continuo: Concierto en re mayor, S.D936; Concierto en mi mayor, S.D938; Concierto en si menor, S.D937; Concierto en mi menor, S.D939; Concierto en si bemol mayor D944; Concierto en sol mayor, S.D941.

Serenata para tenor, trompa y orquesta de cuerdas Op.31 – Benjamin Britten

El compositor británico Benjamin Britten (1913-1976) es conocido por los aficionados a la música clásica por sus Interludios marinos de su ópera Peter Grimes (1954). Britten forma parte de un grupo de compositores que a finales del XIX y principio del siglo XX renovaron la música inglesa (Edward Elgar, 1857-1934; Ralph Vaughan Williams, 1872-1958; Gustav Holst, 1874-1934, Michael Tippett, 1905-1998, principalmente). En su música de concierto y particularmente  en las obras para voz e instrumentos, como la  Serenata para tenor, trompa y cuerdas, es donde el compositor despliega toda su fantasía melódica de una forma muy personal.

La Serenata fue escrita a principios de 1943 para el tenor Peter  Pears y el virtuoso trompista Dennis Brain, quienes la presentaron al público el 15 de octubre de 1943 con una orquesta de cuerdas dirigida por Walter Goehr. 

En homenaje a Brain (1921- 1957), el compositor escribió: «Conocí a Dennis en el verano de 1942… Pronto nos hicimos amigos, y no tardó en convencerme de que escribiera una obra especial para él. Esta resultó ser la Serenata… Su ayuda fue invaluable para escribir la obra; pero siempre fue muy cauteloso al aconsejar cualquier alteración. Pasajes que parecían imposibles incluso para sus prodigiosos dones fueron practicados una y otra vez antes de sugerir cualquier modificación, tal era su respeto por las ideas de un compositor. Por supuesto, interpretó la obra en muchas ocasiones, y durante un tiempo pareció que nadie más podía tocarla adecuadamente. Pero, como suele suceder cuando hay una obra que tocar y un maestro que la toca, otros desarrollan lentamente los medios para tocarla también, a través de su ejemplo.”

El prólogo y su repetición a modo de epílogo de la composicion están asignados a un solo de trompa natural. El trompista debe hacer uso de los armónicos naturales del instrumento, que producen una ligera desafinación en ciertas notas. En el resto de intervenciones de la trompa, Britten ha dispuesto del instrumento con una imaginación más que admirable, utilizándolo de muchas formas posibles, que van desde el solo ya mencionado, a la función de obligatto –en Nocturne y Elegy– o de refuerzo tímbrico dentro de la textura de la orquesta de cuerdas  en la Pastoral.

Todos los poemas tienen en común la idea del crepúsculo, la serenidad o la muerte, un ambiente plácido e íntimo que se adapta al origen y función de la serenata como forma musical. La primera canción es la Pastoral del poeta del siglo XVII Charles Cotton,  ideal para la imaginativa pintura de las palabras de Britten, que siempre está en su mejor momento cuando se le reta a complementar o realzar imágenes visuales evasivas, aquí de varios objetos cuyas formas se magnifican – en sus sombras descritas por el tenor que graciosamente desciende «El día ha envejecido.”

Nocturno de Tennyson («El esplendor cae sobre los muros del castillo») es la más brillante de las canciones nocturnas, llena del zumbido y la energía de la actividad nocturna, «del brillo estrellado”, mientras que el cuerno era el protagonista en Pastoral, aquí se une a la voz sólo en el estribillo.

En la Elegía,la trompa es de nuevo el foco de atención  en un impresionantes ejemplos de ajuste de palabras en el que una nueva y aún más poderosa obra de arte ha sido creada a través de la musicalización. Son los amenazantes segundos menores de la trompa los que distinguen  la breve y demoledora representación de William Blake de la corrupción de la belleza y la inocencia, un tema particularmente cercano al corazón del compositor, como afirmaría en obras maestras posteriores como sus óperas The Turn of the Screw y Billy Budd.

La línea vocal continua con el poema anónimo del siglo XV Dirge , que sin ninguna marca dinámica o expresiva, salvo la inicial «come un lamento», se suele cantar en una mezza voce constante. Es, como lo describió Christopher Palmer, «una canción descolorida y sin espíritu de la vanidad de todo esfuerzo humano… La voz en un sentido indiferente, impasible e independiente de la orquesta, que representa el elemento humano… Una procesión fugazmente impelida… se acerca lo suficiente para sembrar el terror mortal en nuestros corazones (histeria de los cuernos) y luego se aleja, dejando la última palabra para el lamento y el gemido incorpóreo del cantante.»

En el vertiginoso Himno de Ben Jonson, dedicado a Diana, la Diosa de la Caza, el cuerno descansa en el relajante «Sonnet» («Oh suave embalsamador de la aún medianoche»), donde la densidad verbal de Keats se ve mitigada por el maravilloso y amplio tratamiento de Britten para estirar las sílabas.  La ausencia de la trompa no sólo tiene sentido dramático sino que sirve a un propósito práctico, permitiendo que el intérprete se mueva discretamente fuera del escenario para tocar el Epílogo. 


La Serenata para tenor, trompa y cuerdas supuso un paso adelante en el tratamiento de la voz en Britten, donde las melodías y tratamiento dramático preparna el caminos para su ópera Peter Grimes (1945). Los musicólogos han destacado que “la inventiva de la variedad tímbrica, lírica y tímbrica de Britten con tan pocos elementos sorprende. El acompañamiento sincopado en Pastoral y Elegy; los impulsos stravinskianos de los acordes resonantes sobre pizzicati de Nocturne; la textura fugada de Dirge; o los efectos tímbricos finales de Sonnet e Hymn son un catálogo de recursos siempre jerarquizados por la voz, verdadera protagonista de la obra. La diferentes intervenciones del tenor y sus giros melódicos, así como las exigencias quasi dramáticas de la partitura, hacen que deba moverse en una tesitura cercana a las dos octavas. Son muy visibles los aspectos retóricos de la música respecto al texto, en momentos tan llamativos como el desarrollo melismático de la voz en la expresión “Goddes excellently bright”, de Hymn; o la respuesta en eco de la trompa en la frase “set the wild echoes flying”, siempre de manera elegante y con una técnica compositiva impecable”. 

El principal intérprete vocal de las obras de Britten fue el tenor inglés Peter Neville Luard Pears, quien conoció a Britten en 1934, cuando era miembro de los BBC Singers.  Muchas obras de Britten contienen papeles de tenor escritos específicamente para Pears. Pears fue co-libretista de El sueño de una noche de verano.

La voz del tenor fue muy controvertida. La calidad vocal era inusual, descrita como «seca»  «blanca». Se decía que tenía, el Mi natural una tercera por encima del Do medio, y  por eso el aria crucial de Peter Grimes, «Now the Great Bear and Pleiades», está escrita en su mayor parte en esa nota. No era una voz que quedara bien en las grabaciones, pero no hay duda de que tenía una articulación inusualmente buena y gran agilidad vocal, de las cuales se aprovechó Britten. Fue un celebrado intérprete de Lieder de Schubert, y un destacado Evangelista en las pasiones  de Juan Sebastián Bach.

 Debutó en el Metropolitan Opera en octubre de 1974 como Aschenbach en Death in Venice. Cantó regularmente en Royal Opera House, Covent Garden y en los principales teatros de ópera de Europa y los Estados Unidos. Su registro como Altoum, el emperador de China padre de Turandot quedó registrada para la posteridad en una grabación junto a  otras grandes estrellas (escucharlo en el podcast de  RTVE Sinfonía de la mañana (Pete y Ben) del 30/12/2020/    


1. Prólogo  (cuerno solo)

2. Pastoral

El día ha envejecido; el sol que se desvanece sólo

tiene un pequeño camino para correr,

y sin embargo, sus corceles, con toda su habilidad,

apenas arrastran el carro colina abajo.

Las sombras ahora crecen tanto tiempo,

que se muestran zarzas como altos cedros;

Molehills parecen montañas, y la hormiga

aparece como un elefante monstruoso.

Un rebaño muy pequeño,

sombrea tres veces el suelo que se alimenta;

Mientras el pequeño joven que los sigue,

aparece un poderoso Polifema.

Y ahora en los bancos todos están sentados,

en el aire fresco para sentarse y charlar,

hasta que Phoebus, sumergiéndose en el oeste,

Conducirá al mundo por el camino del descanso.

Charles Cotton (1630-1687)

3. Nocturne

El esplendor cae sobre los muros del castillo

Y las cumbres nevadas de historia antigua:

La luz larga se sacude a través de los lagos,

Y la catarata salvaje salta en gloria:

Soplar, corneta, soplar, hacer volar los ecos salvajes, Soplo de corneta;

respuesta, ecos, muriendo, muriendo, muriendo.

¡Oh, escucha, oh, cuán delgado y claro,

y más delgado, más claro, más lejos!

Oh dulce y lejos de acantilados y cicatrices ¡

Los cuernos del País de los Elfos sonando débilmente!

Sopla, oigamos la respuesta de los cañadas purpúreas:

Clarín, soplo; respuesta, ecos, respuesta, muriendo, muriendo, muriendo.

Oh amor, mueren en ese cielo rico, se

desmayan en la colina o en el campo o en el río:

Nuestros ecos pasan de alma en alma

y crecen por los siglos de los siglos.

Soplar, corneta, soplar, hacer volar los ecos salvajes;

Y responde, hace eco, responde, muriendo, muriendo, muriendo.

Alfred, Lord Tennyson (1809–1892)

4. Elegía

Oh Rose, estás enferma;

El gusano invisible

que vuela en la noche,

en la tormenta aullante,

ha descubierto tu lecho

de alegría carmesí;

Y su amor oscuro y secreto

destruye tu vida.

 William Blake (1757-1827)

5. Dirge

Esta noche y esta noche,

cada noche y cada noche,

fuego, veloz y luz de velas,

y Christe recibe tu saule.

Cuando tú de aquí lejos hayas pasado,

cada noche y cada noche,

a Whinnymuir llegarás por fin;

Y Christe recibe tu saule.

Si alguna vez das hos’n y shoon,

todas las noches y todas,

siéntate y póntelos ;

Y Christe recibe tu saule.

Si hos’n y shoon nunca dijiste nane

Cada noche y todos,

Los llorones te pinchan hasta la ruina desnuda;

Y Christe recibe tu saule.

De Whinnymuir, cuando puedas pasar,

todas las noches y todas las noches,

a Brig o ‘Dread vienes por fin;

Y Christe recibe tu saule.

De Brig o ‘Dread cuando puedas pasar,

Cada noche y cada día,

Al fuego del Purgatorio llegas por fin;

Y Christe recibe tu saule.

Si alguna vez diste comida o bebida,

cada noche y cada noche,

el fuego nunca te hará encoger;

Y Christe recibe tu saule.

Si nunca diste carne o bebida,

cada noche y cada noche,

el fuego te quemará hasta la ruina;

Y Christe recibe tu saule.

Esta noche y esta noche,

cada noche y cada noche,

fuego, veloz y luz de velas,

y Christe recibe tu saule.

Lyke Wake Dirge, Anónimo (siglo XV)

6. Himno

Reina y cazadora, casta y hermosa,

Ahora el sol se ha puesto a dormir,

Sentado en tu silla de plata,

Mantén el estado de la manera habitual:

Hesperus suplica tu luz,

Diosa excelentemente brillante.

Tierra, no dejes que tu envidiosa sombra se

atreva a interponerse;

El orbe brillante de Cynthia se hizo del

cielo para aclararse cuando el día cerró:

Bendícenos entonces con la vista deseada,

Diosa excelentemente brillante.

Extiende tu arco de perlas

y tu aljaba resplandeciente de cristal;

Dale al ciervo volador

Espacio para respirar, cuán corto es siempre:

Tú que haces un día de noche,

Diosa excelentemente brillante.

Ben Jonson (1572-1637)

7. Soneto

¡Oh dulce embalsamador de la tranquila medianoche, que

cierras con dedos cuidadosos y benignos

nuestros ojos lúgubremente complacidos, embalsamados por la luz,

ensombrecidos por el olvido divino!

¡Oh dulce sueño! si así te place, cierra

en medio de este canto tuyo mis ojos dispuestos,

o espera el “amén” antes de que tu amapola arroje

alrededor de mi cama sus caridades arrulladoras.

Entonces sálvame, o el día pasado brillará

Sobre mi almohada, engendrando muchos dolores,

Sálvame de la Conciencia curiosa, que todavía domina

Su fuerza para las tinieblas, excavando como un topo;

Gira la llave hábilmente en las salas aceitosas

y sella el cofre silencioso de mi alma.

John Keats (1795-1821)

8. Epílogo

(cuerno solo – fuera del escenario)

Fado – parte II

El fado no es alegre ni triste (…) Formó el alma portuguesa cuando no existía y deseaba todo sin tener fuerza para desearlo (…) El fado es la fatiga del alma fuerte, el mirar de desprecio de Portugal al Dios en quien creyó y que también le abandono.

Fernando Pessoa

El fado es la expresión más conocida internacionalmente de la música portuguesa (1974) . Documentalmente se comprueba la existencia del fado desde 1838, aunque hay quien identifica su origen con los cantos de las gentes del mar, inspirados en la soledad, la nostalgia y los balanceos de los barcos sobre el agua

Los estudiosos del fado distinguen las siguientes etapas en su evolución:

Popular y espontánea (1830-1868/69). Caracterizada por una relación sólida entre éste y la prostitución y la marginalidad en los barrios viejos de Lisboa.

Aristocrática y literaria (1868/69- 1890). El fado asciende a los salones de la burguesía lisboeta. Se reconoce como género.

La tercera etapa (1890-1920) es la de la diversificación: tanto social como por su transmisión. Se integra en el teatro de revista.

La cuarta (iniciada en 1930) viene marcada por la profesionalización, deja de ser una mera expresión del folclore para ser expresión artística. Se elimina la improvisación y las innovaciones en los textos. Este período coincide con la censura del Estado Novo totalitario que obligó a los artistas a obtener una especie de permiso para poder ejercer. Se crearon las casas típicas para veladas de fado. Esta época también es la de la radio, la de las grabaciones y películas que contribuyeron a la difusión del género.

Después de la Revolución de los Claveles (1974) el fado sufrió un ligero frenazo en su actividad, debido a su “compromiso” con el régimen, pero logró recuperarse.

Desde los ochenta está totalmente reestablecido y hoy hay una nueva generación de fadistas y guitarristas tanto en escenarios como en grabaciones.

En noviembre del 2011, la Unesco inscribió a El fado, canto popular urbano de Portugal como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Tipos de fados

Existen varios tipos de fados:

Fado Alcântara, Fado aristócrata (Iniciado por María Teresa de Noronha, y proseguido por miembros de su familia),

Fado menor (Caracterizado por ser un fado melancólico y triste), Fado bailado, Fado batê, Fado-canción, Fado castiço (es el fado tradicional de los barrios típicos de Lisboa), Fado corrido (un fado alegre, desgarrado y danzable), Fado de la media noite, Fado tango, Fados experimentales (del «fado del milenio», alcanza el auge con Mísia), etc.

El fado tradicional de Coímbra está conectado a las tradiciones académicas de la Universidad de Coímbra. Es exclusivamente cantado por hombres. Tanto los cantantes como los músicos visten de negro de capa y batina. Los temas hacen referencia a amores estudiantiles o a la ciudad. El estilo hace especial hincapié en el componente instrumental. El más conocido de los fados de Coímbra es «Coimbra é uma canção» («Coímbra es una canción»), que tuvo un notable éxito en toda Europa.

El fado de Lisboa cantado típicamente en las «casas de fado», tanto por hombres como por mujeres. Las casas de fado son restaurantes de los barrios antiguos de Lisboa (Barrio Alto, Alfama, Lapa o Alcântara), que suelen abrir solo por las noches. Tiene como característica fundamental el cantar con tristeza y con sentimientos de dolor pasados y presentes, pero también puede contar una historia divertida con ironía. Las ornamentaciones vocales y el dramatismo son semejantes a los de otros estilos mediterráneos. Su intérprete más conocida fue Amália Rodrigues.

Acompañamiento musical

En el fado se expresan las experiencias de la vida a través del canto. Generalmente lo canta una sola persona, acompañado por la viola (guitarra española), la guitarra portuguesa, cuyo timbre es especial e inconfundible, y a menudo se añade una viola baixo (bajo acústico).

Las guitarras de Lisboa y Coímbra varían ligeramente en su tamaño, afinación y construcción.

Iz.: de Coimbra. Der.: de Lisboa.

La estructura del fado se divide en secuencias en las que unas veces la guitarra suena sola y en otras acompaña solamente a la voz del fadista.

El canto

Las palabras son la esencia del fado. Las letras, simples cuartetas o poemas de diez versos, poesía culta o versos improvisados, cuenta historias, evoca escenas, caracteriza personajes, expresa sentimientos. En el fado la letra y la melodía transforman la emoción en música: pasión, celos, pena…

El fadista es la figura central y con su voz, con su cara, con su cuerpo (códigos culturales) construye relatos y da vida a personajes. La fadista está de pie, con los ojos cerrados, vestido de negro y, si es mujer, chal y la cabeza hacia atrás, cuando las guitarras comienzan a tocar

Entre el cantante y los músicos tiene que existir una compenetración total por eso los grandes escogen a sus instrumentistas. El fadista escoge el repertorio y el tono más apropiado a su tesitura. Cada uno deja su sello personal gracias a las improvisaciones, lo que en la jerga del fado se llama stilar. A los más famosos por estas improvisaciones se les llama estilistas.

Como el blues, el fado expresa nostalgia y tristeza. Como ya hemos visto, literalmente significa “destino”, término aplicado tanto a una canción como al género musical en sí. Debe mucho a la famosa saudade portuguesa, esa especie de nostalgia por lo que se ha perdido o por lo que nunca se llego a tener.

En cuanto al repertorio, los fados se clasifican en dos grupos: fado castiço y fado cançâo.

El fado castiço o fado, fado clásico o fado tradicional, es el más antiguo y más auténtico. A este grupo pertenecen tres fados anónimos y los fados de tipo: fado corrido, fado mouraia y fado menor. Estas tres clases tienen esquemas rítmicos y armónicos fijos y diversos esquemas de acompañamiento que consisten en un motivo melódico repetido. Los textos siguen estructuras como la cuarteta o la estrofa de cinco, seis y diez versos. Los fados corridos y mouraria, en modo mayor, son rápidos y con esquemas similares.

El fado cançâo tiene una estructura en la que alternar copla y estribillo tanto en la letra como en la música. La estructura armónica es más compleja que en el castiço. En este tipo hay menos improvisación vocal pero el acompañamiento si puede desarrollarse.

6. Estructura general del fado

Introducción.

Casi todos los fados comienzan con un preludio instrumental que da el tempo y la tonalidad de acuerdo a la tesitura del fadista. En el siglo XIX y principios del XX la mayoría se tocaban en Re pues los instrumentistas no eran capaces de transportas a otra tonalidad. Hoy en día, pueden hacerlo a casi todas las tonalidades. Puede introducir la melodía principal.

Parte principal. La voz canta una o más coplas o copla y estribillo. En los silencios o transiciones entre versos y estrofas, la 1º guitarra toca contracantos o melodías / motivos breves.

El fado, al igual que la realidad, es un conjunto de códigos y símbolos culturales. Un mundo estructurado a través de estos códigos sin los cuales no se entendería toda la riqueza que este género contiene. De entre estos códigos culturales que estructuran ese universo sígnico podríamos enumerar, a título meramente ejemplificativo, los siguientes:

Códigos paralingüísticos: estructura la entonación vocal en sus componentes de intensidad, altura y duración. Independientemente de las variantes del aparato fonético, hay un «paralenguaje» del fado. Por ejemplo, nada más culturalizado que la llamada «voz fadista», cuyo estereotipo fue descrito por Ramalho Ortigão: «voz suspirada (soluçada), quebrada en la laringe», Tinop: “entonación febril y húmeda de suspiros (…) voz inclasificable, sui generis, con modulaciones e inflexiones no sujetas al juego tiránico de los métodos de canto”.

Códigos cinéticos: respetan los movimientos del cuerpo. La gestualidad fadista tiene mucho también de convencional y de ritual. La pose del fadista, por ejemplo, está abundantemente descrita: por Tinop (al fadista lo vemos preferentemente “sentado, cruzando una pierna sobre la otra e inclinando el tronco sobre el brazo de la guitarra que descansa en la pierna, o está levantado (…) la pierna encorvada con el pie hacia fuera, el cuello estirado como el de un gallo cacareando, los ojos ahogados en una agonía suave o con la cabeza hacia atrás, los ojos medio cerrados, expresión estática y cuerpo balanceándose suavemente al ritmo de la música.

Este estilo musical tiene una estructura poética de décima, con cuatro estrofas de diez versos cada una. Sobre esa base adopta multitud de estilos, el fado do corridinho es alegre y bailable, el  castizo es más tradicional, el que siempre se ha cantado en los barrios lisboetas, el fado menor es meláncolico, el que mejor refleja ese sentimiento tan portugués, pero tan difícil de explicar en otra lengua: la saudade, donde se mezcla la añoranza y la tristeza. El fado vadio es improvisado y más amateur. Tradicionalmente lo interpreta un trío, el cantante, casi siempre de pie, un guitarrista y un violinista. 

Pero también hay dos maneras de cantarlo. Según la composición de los tres intérpretes y de la temática, se habla del fado de Lisboa o del de Coimbra. El primero es el más conocido internacionalmente y es de temática muy variada, cantando con tristeza y sentimiento historias pasadas o presentes. También cosas divertidas, con ironía, piques entre los cantantes. El fado de Coimbra está más ligado a las tradiciones estudiantiles de la Universidad y es cantado exclusivamente por hombres que se sitúan por detrás de los músicos, vestidos de negro y cubiertos por una capa oscura. Se canta de noche como .na especie de serenata amorosa. Se toca con una guitarra portuguesa, diferente de la de Lisboa y otra guitarra clásica, con acordes afinados en tonalidades más bajas. Su temática es más reducida y se refiere a amores estudiantiles o a la ciudad. 

Este estilo musical tiene una estructura poética de décima, con cuatro estrofas de diez versos cada una. Sobre esa base adopta multitud de estilos, el fado do corridinho es alegre y bailable, el  castizo es más tradicional, el que siempre se ha cantado en los barrios lisboetas, el fado menor es meláncolico, el que mejor refleja ese sentimiento tan portugués, pero tan difícil de explicar en otra lengua: la saudade, donde se mezcla la añoranza y la tristeza. El fado vadio es improvisado y más amateur. Tradicionalmente lo interpreta un trío, el cantante, casi siempre de pie, un guitarrista y un violinista. 


Nombres como Carlos do Carmo, pero sobre todo los innovadores Madredeus, la cautivadora Dulce PontesMisiaCamané -más fiel a la tradición-, Ana Moura, la diva Mariza Ana Sofia Varela, entre otras se convirtieron en transmisores de ese patrimonio cultural. Aunque por encima de ellos siempre estará el nombre de una emblemática mujer: Amália Rodrigues, la artista que redescubrió toda la fuerza de un género musical que exprime los sentimientos.

Después de Flamenco (1995) y Tango (1998) -nominada al Oscar a la mejor película extranjera-, Carlos Saura completa en 2005 la trilogía de la canción urbana moderna con Fados. Esta impactante experiencia visual viaja desde las raíces del fado, a partir de sus intérpretes más clásicos, hasta sus últimas y más revolucionarias herederas, siempre influidas por un género que marca la evolución de un país, Portugal.

Referencias y bibliografía tomadas de internet (elrincondelvago/fado)

Imagen: Eric Feng, 2012