Claves para disfrutar la música

Guía breve para escuchar y aprender

Para apreciar la música académica, también conocida como música culta, clásica o erudita, es importante entrenar el oído y aprender a descifrar su estructura y mensaje. A continuación te ofrecemos una guía y claves básicas para profundizar en esta experiencia.

Primer paso: El contexto histórico

La música refleja la época en la que fue creada, así como la vida y las emociones del compositor. Considera lo siguiente:

  • Periodo histórico: ¿Es barroco, clásico, romántico o contemporáneo? Cada período tiene características distintivas en cuanto a instrumentación, estructura y estilo.
  • Influencias del compositor: ¿Quiénes eran sus contemporáneos y predecesores? ¿Qué eventos sociales o personales marcaron su vida? La obra de un compositor suele ser un reflejo de su entorno y sus experiencias.
La lectura es una clave fundamental de apoyo para entender y disfrutar la música académica
Leer y escuchar son claves para entender y disfrutar la música

Segundo paso: La estructura y la forma

Toda pieza musical tiene una arquitectura interna, si logras identificarla te ayudará a entender cómo se desarrolla la obra.

  • ¿Es una sinfonía? Estas composiciones a menudo se dividen en tres o cuatro movimientos, cada uno con un carácter distinto.
  • ¿Es un concierto? Es una pieza para uno o más solistas y una orquesta, donde el diálogo entre ambos es clave.
  • ¿Es una sonata? Suele estar escrita para un instrumento solista o un dúo (por ejemplo, piano y violín).
  • ¿Es un cuarteto de cuerdas? Una de las formas más íntimas de la música de cámara, interpretada por dos violines, una viola y un violonchelo. También hay cuartetos, quintetos, etc. con otros instrumentos.

Tercer paso: Los elementos musicales

Una vez que te familiarices con la forma, presta atención a los detalles que dan vida a la música para lograr entenderla.

  • Melodía: La línea principal que tarareas o reconoces.
  • Armonía: Los acordes y las combinaciones de notas que acompañan a la melodía.
  • Textura: La forma en que las diferentes voces o instrumentos se entrelazan. ¿Suena densa y compleja (polifonía) o sencilla y clara (homofonía)?
  • Timbre: El «color» o la calidad del sonido de cada instrumento o voz.
  • Dinámica: Las variaciones en la intensidad del sonido, desde muy suave (pianissimo) hasta muy fuerte (fortissimo).
  • Ritmo y tempo: La velocidad y el patrón de las notas.

Cuarto paso: La interpretación y la emoción

La música es, sobre todo, una experiencia emocional.

  • Relaciónate con la obra: ¿Qué sentimientos te provoca? ¿Te parece alegre, triste, dramática, serena? No necesitas ser un experto para conectar con ella.
  • Escucha diferentes versiones: Un director, un pianista o una orquesta pueden interpretar la misma pieza de maneras muy distintas. Escuchar varias grabaciones de una obra te permitirá apreciar la riqueza de la interpretación.

Quinto paso: Ejemplos y recomendaciones

Para empezar, te sugiero explorar algunas obras esenciales que ilustran estas ideas:

Recuerda que la música académica es un universo vasto y fascinante. No hay una única manera «correcta» de escucharla; las claves están en la curiosidad y la apertura a nuevas experiencias. ¡Disfrútala!

Obertura, preludio e intermezzo

Motivado por la escucha de Viaje al centro de la ópera, RNE Canal Clásico.

Otra manera de iniciarse en la apreciación de la música «clásica» es escuchando piezas cortas, que melódicamente nos enganchen, como las oberturas, los preludios y los intermedios de obras de mayor dimensión como la ópera, el oratorio, el ballet, etc., y que pueden ejecutarse en forma independiente. Todas estas formas musicales tienen en común que son de carácter instrumental.

Obertura

Inicialmente la obertura se utilizaba para llamar la atención del público antes del inicio de la obra propiamente dicha. Se reconocían dos estilos: la obertura francesa y la italiana.

En la ópera, la obertura establece una conexión entre las atmósferas, climas y sentimientos que se producirán durante su puesta en escena. Esta obertura teatral evolucionó hacia la obertura de concierto, es decir, un género musical independiente. Es importante destacar el efecto terapéutico positivo de las oberturas, suben el estado de ánimo.

Preludios e intermezzos

Pero no todo lo que está al principio de una ópera es una obertura. En ocasiones se trata de un preludio. Una obertura es un número musical con una estructura interna —tiene como mínimo dos o tres temas claramente definidos— con cierta duración. En cambio, un preludio es un número musical sin una estructura interna marcada y de corta duración, situado al inicio de la ópera o al comienzo de un acto. Los intermezzos, intermedios o interludios, son pausas análogas a los preludios entre los actos de una ópera o de un ballet, que también evolucionaron hacia una elaboración más compleja.

Si alguna de las escuchas recomendadas te conmueve, busca en internet la sinopsis de la obra y en los sitios de apreciación musical del Canal Clásico de RNE, por ejemplo. Las guías de escucha y descarga de los libretos los consigues en KAREOL.

Georg Friedrich Händel: Oberturas de Alcina, Rodelinda, Rinaldo, Semele, Gulio Cesare in Egitto.

Oberturas de Mozart: Idomeneo, re di Creta; El rapto en el serrallo; Le nozze di Figaro; Don Giovanni; Così fan tutte; La flauta mágica.

Beethoven escribió sólo una ópera y cuatro oberturas para Fidelio (Leonora no. 1 op. 138 (compuesta en 1805 y publicada en 1832), Leonora no. 2 op. 72a (1805), Leonora no. 3 op. 72b (1806), y Fidelio (Leonora no. 4) Op. 72, 1814). Cada una de ellas representa distintos temas dramáticos en la ópera, y ninguna por sí sola captura la esencia completa del drama. Curiosamente, varios directores, incluido Gustav Mahler cuando era director musical de la Ópera de la Corte de Viena, han utilizado las cuatro oberturas en un mismo programa dedicado a Fidelio, con muy buenos resultados.

Otras Oberturas: Coriolano op. 62, Egmont op. 84, Las Ruinas de Atenas op.113, El Rey Esteban op. 117, Obertura para el onomástico op. 115, La consagración de la casa op. 124.

Johannes Brahms: Obertura del festival académico Op. 80; Obertura trágica Op. 81

Giacomo Rossini: Oberturas La Cenerentola, Guillermo Tell, El barbero de Sevilla, La gazza ladra, La scala di seta, Tancredi, Semiramis, Il turco in Italia, La italiana en Argel.

Christoph Willibald von Gluck: Oberturas Ifigenia en Tauride, Ifigenia en Aulide.

Richard Wagner: Oberturas El Holandés Errante, Tannhäuser, Interludios Parsifal, Actos I y III. Preludios Lohengrin, Acto I; Sigfrido, Acto III; La Valquiria, Acto I; Los Maestros Cantores; Tristán e Isolda (Acto I), Prólogo El ocaso de los dioses.

Giuseppe Verdi: Preludios La forza del destino, Un ballo in maschera, Aida, Don Carlo (Acto III), Macbeth, La Traviata (Preludio e Intermezzo), Attila, Rigoletto, Il trovatore.

Se sugiere estudiar comparativamente los preludios e interludios en Wagner y Verdi.

Antonin Dvorak: Obertura Carnaval.

Giacomo Puccini: Intermezzos de Manon Lescaut, Madame Butterfly, Sor Angelica.

Richard Strauss: Obertura de El caballero de la rosa.

Rimsky Korsakov: Oberturas La novia del zar, La ciudad invisible de Kitezh. Francesco Cilea, Ballet, Intermezzo y Preludio, Acto IV Adriana Lecouvreur.

Gaetano Donizetti: Preludio Lucia di Lammermoor, Obertura Don Pasquale.

Mijaíl Glinka: Obertura La vida por el zar.

Leoš Janáček: Interludio de La zorrita astuta, Obertura de Katia Kabanova, Preludio de Jenufa.

Zoltán Kodály: Preludio e Intermezzo de Hary Janos.

‎Franz Lehár: Obertura El país de la sonrisa.

Ruggero Leoncavallo: Intermezzo I Pagliacci.

Pietro Mascagni: Intermezzo Cavalleria Rusticana, L’ amico Fritz.

José de Nebra: Obertura Ifigenia en Tracia.

Jacques Offenbach: Obertura Orfeo en los infiernos.

Vicenzo Bellini: Norma, Preludio al Acto III.

Peter I. Tchaikovsky: Obertura Solemne 1812, Romeo y Julieta.

Bedřich Smetana: Obertura La novia vendida.

Franz von Suppé: Obertura Poeta y Aldeano.

Carl Maria von Weber: Obertura El cazador furtivo, Oberon.

Hector Berlioz: Oberturas Carnaval Romano, El corsario, El rey Lear.

Robert Schumann: Manfred.

Juan Crisóstomo de Arriaga: Obertura Los esclavos felices.

Georges Bizet: Obertura Carmen.

Arrigo Boito: Prólogo Mefistófeles.

Benjamin Britten: Interludios marinos de Peter Grimes.

Alfredo Catalani: Preludio al Acto IV La Wally.

Leonard Bernstein: Obertura de Candide.

Zarzuelas:

Intermedios Bohemios, Amadeo Vives.
El baile de Luis Alonso, Gerónimo Giménez.
La leyenda del beso, Soutello y Vert.
Luisa Fernanda (Acto III) Federico Moreno Torroba.

Preludios La Gran Vía, Federico Chueca.
El caserío, Jesús Guridi.
La verbena de la paloma, Tomas Breton.
El niño judío, Pablo Luna.
La revoltosa, Ruperto Chapí.

Recuerde la música es usted. Su libertad para elegir es absoluta.

Para aprender más, súmate a nuestros encuentros musicales

Imagen: Fabien Barral