En 1924 filmó Fritz Lang las dos partes de Los nibelungos: Sigfrido y La venganza de Crimilda. Las películas eran mudas, pero siempre tuvieron un acompañamiento musical en vivo, por lo que el cine realizaba la obra de arte total soñada por Wagner: todas las artes reunidas en un solo espectáculo. Es difícil hallar significación al film de Lang, sin tomar en cuenta la partitura que Gottfried Huppertz compuso para el estreno en Alemania, en 1924.
Lang y Thea von Harbou, entonces su esposa y libretista, acudieron a las fuentes, del medieval Nibelungen Nôt, y no usar las Eddas islandesas como Wagner. Las diferencias entre las epopeyas operática y la fílmica son complejas. El crítico de cine Willy Haas lo hizo en un artículo de Film Kurier (15 de febrero de 1924) y Norbert Grob en la biografía de Lang.
Un punto de partida para la comparación es la estructura de ambas historias. Wagner hace un relato cósmico pesimista en el cual los dioses son incapaces de gobernar el mundo y los hombres, de enderezar la divina torcedura, por lo cual la historia de ambas estirpes, embrollada por los inmiscuidos nibelungos, conduce a la catástrofe y todo vuelve a empezar cuando termina. El protagonista del asunto es Wotan, el que construye la mansión divina al comienzo y manda encender la encina del mundo al final, cuando todo se torna fuego y ceniza. Lang, por el contrario, centra la historia no en un dios sino en un hombre, Sigfrido, víctima de la envidia del enemigo y vengado finalmente, no por un ser semidivino, una valquiria, sino por una mujer humana. La lectura paralela da un resultado curioso.
Wagner hizo una epopeya pesimista cuando se refundaba el imperio alemán y se convertía en el gran terrorista de Europa. Lang, después de una guerra desastrosamente perdida por los alemanes, cuenta la vieja épica en clave de drama humano moderno. El hombre vence al dragón, al monstruo sobrenatural, y la mujer hace justicia.
Cinematográficamente Lang trabajo la imagen en función de cuatro espacios diferenciados: el ascético mundo de Worms, la libertad bucólica de Sigfrido, la dureza de roca del mundo de Brunilda y el desordenado establo de Atila y los hunos. La utilización de los planos (con cámara fija) tiene que ver con la intensidad dramática de las descripciones colectivas y paisajísticas o con los rostros y el ritmo. Para muchos elementos visuales Lang se inspiró en una edición de un resumen del Cantar de los Nibelungos, ilustrada por el modernista vienés Cari Otto Czeschka (Keim & Czeschka 1909). También la tipografía utilizada para los intertítulos. Lang somete a reflexión y reelaboración sistemáticas todos esos préstamos.
La composición de Huppertz para Los Nibelungos consiguió unir íntimamente música e imágenes, creando una coreografía de luz, ritmo y movimiento con efectos impresionantes. Alcanza cimas de cálido romanticismo, para algunos, reminiscencia de un Richard Strauss postromántico, y un muy adelantado sentido del acompañamiento musical para películas, anticipatorio del del trabajo futuro de Bernard Herrmann, gran creador de partituras para el cine que no se hubiera opuesto a esta influencia.
Recomendamos ver en el programa Días de Cine emitido el 8 de enero 2021 por RTVE el reportaje Música y cine, en el que el músico Nacho de Paz guía al espectador por todo un universo sonoro y emocional de Los Nibelungos, de Lang.
El músico comenta films favoritos relacionados con la música: Del director Kubrick, El Resplandor (De Ligeti: Montaño; El despertad de Jacob; Utenja-Evangelio; De Natura Sonoris No.1 y 2, Polyphponia) y de Ligeti, su Réquiem. Pondera mucho el film de Tony Scott, El Ansia. Que en su banda sonora registra el Andante con moto del Trio en Mi bemol mayor, Op. 100 D 929 de Schubert; el Preludio de la Suite para cello No.1 en Sol mayor, BBVA 1007 y la Gavota y rondo de la Partita para violín No. 3, BWV 1006, de Bach, y el arreglo para piano y voz del dúo de las flores de la ópera Lakmé.
Fundación Juan March
La ambiciosa recreación del poema épico germano del siglo XIII que realizara en dos partes el director austro-húngaro Fritz Lang en 1924, se proyectó en el ciclo de cine mudo dedicado a las adaptaciones literarias, ver en www.march.es
Gracias por recomendar la entrevista al director de orquesta Nacho de Paz. Estamos encantados de haber descubierto esta reseña.
El proyecto Nibelungos I se ha retomado tras la pandemia, y se presentará en el Teatro Arriaga de Bilbao con la Orquesta Sinfónica de Bilbao dirigida por Nacho de Paz, el próximo sábado 19 de junio de 2021.